Ante el magro impacto ciudadano de Hipólito (hasta una vaca gana); las repetidas denuncias de ilegalidad e imposiciones ante el CEN del también aspirante Francisco Javier Escalera Carbonell; el crecimiento opositor de Alejandro Montano Guzmán (PRI) y Ana Miriam Ferraez Centeno (PAN/PRD) y el apoyo ciudadano y empresarial que trae Marcos Salas, Morena tomó una decisión: insacular a la población.
Una encuesta interna –misma que se levantará esta semana- arrojará quien abanderará a Morena por la capital del estado.
Para la realización del sondeo sólo los tres arriba citados quedaran inscritos. Fueron los únicos registrados para el proceso electoral del próximo 4 de junio.
Entre ellos saldrá el bueno.
Ya desde la anterior visita de Andrés Manuel López Obrador se había puesto de manifiesto la preocupación por el nulo crecimiento de Hipólito, un catedrático perdedor en el pasado, un académico poco conocido y muy poco preocupado por ser conocido entre eventuales electores.
Hipólito y Morena en sus inicios, confiados en el voto ciego de Xalapa nunca esperaron tan recias reacciones opositoras. La confianza, sin embargo, mató al gato.
El crecimiento exponencial del candidato Alejandro Montano producto de la inseguridad y zozobra que vive Xalapa, amén del voto duro priista que empieza a despertar en su favor y el respaldo de Américo Zúñiga manifiesto en un conclave en Bucareli, encendió la primera alerta.
Montano trae además el respaldo del PRI nacional e importantes sectores como el castrense.
Mientras, Ana Miriam trae fuerza propia y el decidido empeño de Miguel Angel Yunes Linares por rescatar la plaza ya que ello sería definitorio para la percepción del 2018 en donde busca imponer la candidatura de su hijo Miguel Angel Yunes Márquez.
Y es que la sucia disputa que llevó a cabo el aspirante a la alcaldía por el PAN/PRD, David Velasco Chadraui –gallo de Miguel- contra la también contendiente por la misma fórmula, Ana Miriam Ferraez, dio lugar a su victimización y posicionamiento ante el electorado capitalino y a que el gobernador no tuviera más remedio que apoyar con todo.
Todo ello llamó la atención del comité nacional del Movimiento de Regeneración Nacional.
Y es que si bien los morenos llevan diez puntos arriba en la preferencia ciudadana, particularmente de las colonias populares y buena parte del sector pensante de Xalapa que en las dos últimas elecciones impuso el voto silencioso a pie de urna, no pueden dejar abierta ninguna puerta.
De hecho Morena que siempre dejó de hacer campaña electoral y concretarse a solo avisar a los simpatizantes por quien votar y listo, hoy jugará diferente.
Sus candidatos harán campaña.
No le invertirán un centavo a nada pero se harán presentes ante el electorado. Se mostrarán. Expondrán su plataforma de gobierno. No acudirán a propaganda alguna, pero sí serán expuestos ante los medios. Habrá inicio y cierre de campaña y todo el trabajo electoral ira más allá de reuniones privadas y contacto con los enlaces de la gente.
Morena cuidará además que su principal activo, el Peje, visite –en días de campaña- comunidades clave, rancherías y ciudades que necesitan del alimento del mito… y punto.
Este fin de semana se sabrá quién es quién para Xalapa y la sorpresa la podría dar el empresario Marcos Salas, luego que Justo Fernández declinara la invitación por motivos de salud.
Salas conoce como la palma de su mano tanto Xalapa urbano como rural.
Cuando fue diputado federal se erigió como el más recio opositor del gobernador Fidel Herrera lo que le valió que saliera del PRI; luego militó en la izquierda hasta posicionarse en Morena.
Su capital electoral alcanzado en el pasado ha oscilado entre los 21 mil y 28 mil votos y si bien los números hoy son diferentes, hay trabajo que lo distingue al no abandonar su zona de influencia y permanente contacto con la zona marginada de Xalapa a la que ayuda de manera permanente con el préstamo de maquinaria para el campo.
Xalapa pues, de última hora se pone interesante.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |