Bruce: Pero entonces ¿Para qué robarlas?
Alfred: Bueno, porque pensó que era un buen deporte; porque algunos hombres no están buscando nada lógico, como dinero. No se les puede comprar, ni amenazar, no se puede razonar ni negociar con ellos. Algunos hombres solo quieren ver arder al mundo”.
La cita podría venir al caso porque en el 4 de abril de 1979 nació Heath Ledger, el actor que interpretó al Guasón en la película citada, ese personaje que sólo quería ver arder al mundo. Pero la cita también podría venir al caso por la violencia que se ha desatado en todo el estado de Veracruz. No es una violencia inédita, esta situación ya la habíamos vivido durante el gobierno de Fidel Herrera y al principio del gobierno de Javier Duarte. En Veracruz vivimos días muy difíciles, días de secuestros y balaceras, de robos y levantones; días de muerte, de duelo, de miedo.
Pero el haber vivido esos días no nos exenta de sentir otra vez miedo. Apenas en los dos últimos días el crimen organizado sigue mandando mensajes al gobierno y por ende a la ciudadanía. Ellos quieren hacernos creer que tienen el control. Apenas el día jueves surgió la versión de que cuatro funcionarios del ayuntamiento de Boca del Río habían sido levantados y soltados sólo unas horas después. Entre los funcionarios levantados estaba el General Martín Cordero Luqueño. El boletín de prensa emitido después del mediodía de ese jueves decía que el General Cordero Luqeño se encontraba en su oficina en perfectas condiciones de salud. El resto del comunicado decía lo siguiente: “Las corporaciones de Seguridad Federales y Estatales continúan con las tareas de localización de los sujetos que esta mañana lo privaron ilegalmente de su libertad”.
Sin embargo, al día siguiente, el General dijo que no había sido levantado, que sí se les atravesó un vehículo intempestivamente, y que les dio tiempo de bajar de su unidad y tomar un taxi para huir de ahí. Oportuno el taxista y bastante negligentes los delincuentes que los querían levantar.
Al General y sus acompañantes los dejaron ilesos en libertad. Pero por supuesto en el tiempo que lo tuvieron retenido le debieron haber explicado cómo iban a estar las cosas en Veracruz.
Ese mismo día también se soltó el rumor de la inminente salida de Jaime Téllez Marié de la Secretaría de Seguridad Pública. La información era precisa y de una fuente confiable, sin embrago nadie la confirmó, nadie la desmintió.
Esa misma tarde un taxi fue baleado cerca del CETIS de Banderilla. Los informes señalan que el pasajero de ese vehículo fue levantado; una persona que acababa de abordar en La Martinica, a sólo dos kilómetros de dónde lo levantaron.
¿Qué es lo que está pasando? ¿Quiénes están detrás de estas acciones delincuenciales? ¿Por qué los delincuentes no se amedrentan a pesar de que el gobierno de Veracruz ha dado golpes importantes a la delincuencia?
Por supuesto información precisa ya debe tener el gobierno, sobre todo porque esos mismos delincuentes le debieron dejar un mensaje claro al General Martín Cordero Luqueño, quien tuvo que repetir esa versión que nadie le creía: “El problema es que se me cerró un vehículo, nosotros nos bajamos y nos fuimos en un taxi, ya posteriormente regresamos, pero no hay ningún problema, no quiero comentar absolutamente nada de eso”. Pero el caso es que es que el General no tiene quien le crea.
“Los criminales -dice Bruce Wayne- no son complicados. Sólo necesitamos descubrir que es lo que buscan”. Pero, ¿y si estos criminales sólo desean ver arder el mundo?
Armando Ortiz
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