Si la Procuraduría General de la República fue quien se atrevió colgarse la medalla por la captura de Duarte, gracias a las denuncias presentadas por la Auditoría Superior de la Federación en el 2014, debe de continuar ejerciendo acción penal contra toda la red de corrupción del cordobés, quién sobre seguro no actúo solo en el desvío de recursos públicos de la entidad.
Esperemos pues que la detención de Duarte de Ochoa no sea solamente un show mediático con tintes electoreros, así como una bocanada de oxígeno para la elección en el Estado de México.
Recordemos que fue el 21 de Septiembre del año pasado, cuando el subprocurador especializado en Investigación de Delitos Federales de la PGR confirmó la atracción de la investigación de Duarte y de otras personas más, solicitando de primera cuenta a la Dirección de Catastro y Valuación del estado datos sobre 35 empresas y 34 personas vinculadas con el mandatario local en el quebranto financiero.
Incluso, desde esta humilde columna, se mencionaron algunos de los nombres de quienes estaban siendo investigados por la dependencia federal y que poco a poco se fueron confirmando.
En efecto, si la PGR será quien presumirá todo el mérito sobre la detención, extradición y encarcelamiento del peor gobernador de Veracruz, y todavía se aventura en desmentir a Yunes Linares; debe de manera urgente continuar con los procesos contra los supuestos conocidísimos cómplices y operadores financieros de la Prosperidad, ya que algunos gozan de impunidad y hasta fuero.
De lo contrario, todo será mero espectáculo electoral y a los veracruzanos ya no nos toman el pelo.
De esta manera, si el Gobierno priista de Enrique Peña Nieto desea recuperar sus credibilidad con aires de sucesión, debe de seguir con las indagatorias para librar o fincar responsabilidades contra Karime Macías, Mónica Macías Tubilla, José Armando Rodríguez Ayache, Edgar Spinosso Carrera, Arturo Bermúdez, Gabriel Deantes Ramos, Tomás Ruiz González, Erick Lagos Hernández, Jorge Carvallo Delfín, Antonio Tarek Abdala, Ricardo Sandoval Hernández, Adolfo Mota Hernández, Harry Grappa Guzmán, José Juan Rodríguez Janeiro, Octavio Ruiz Barroso, Alejandra Ruiz Campo, Moises Mansur Cysneros, José Antonio Bandín Ruiz, Cecil Duarte de Ochoa, Gerardo Bonilla Suárez, Flavino Ríos Alvarado, entre otros más.
Ya que cuando el río suena, es porque algo lleva, y estos nombres ya han estado muy cantados.
En fin, esto es del lado de la justicia federal. Porque para bien o para mal, ya sea chueco o derecho, la Fiscalía de Veracruz se encuentra haciendo su trabajo, y ya le ha pegado sustos a muchos de los aliados de Duarte que hoy lo niegan.
Ya veremos en qué queda este asunto.
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