Uno de ellos es Vicente Benítez González, el “maletero” del duartismo que desde la campaña a la gubernatura de 2010 se encargó de mover el dinero negro, por debajo del agua, para la operación político-electoral. El mismo que siendo tesorero de la Secretaría de Finanzas asumió la responsabilidad del tristemente célebre “maleta-gate” del aeropuerto de Toluca y luego fue premiado con la Subsecretaría de Desarrollo Social y con la Oficialía Mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz, desde donde manejó miles de millones de pesos.
Benítez González fue señalado al final del sexenio de Javier Duarte de haberse enriquecido de manera desmedida, de tener propiedades y negocios en Costa Rica, de donde es originaria su esposa, y de haber sido uno de los principales responsables del desfalco al erario del duartismo.
Incluso, las autoridades electorales locales resolvieron que rompió todos los topes de gasto durante su campaña a la diputación local por San Andrés Tuxtla, a pesar de lo cual y de manera insólita, no fue invalidada su elección, gracias a lo cual actualmente es diputado a la LXIV Legislatura del Estado de Veracruz.
Este sábado, el Grupo Legislativo del PAN envió a los medios de comunicación un mini boletín con el encabezado “GLPAN se reúne con Ejecutivo para analizar finanzas de Veracruz”, en el que se señala que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares invitó a los 50 integrantes de la LXIV Legislatura para “analizar la situación de las finanzas públicas en Veracruz y los avances en el proceso de reestructuración de la deuda”. Ningún diputado del PRI ni de Morena estuvo presente en la reunión, valga decir.
Lo que causó revuelo fue que en la foto principal del comunicado panista, junto con los diputados de Acción Nacional, una perredista y el gobernador Yunes Linares, aparece Vicente Benítez, quien recientemente abandonó al Grupo Legislativo Mixto “Juntos por Veracruz” para reasumirse como diputado de Nueva Alianza.
El solo hecho de que Miguel Ángel Yunes haya aceptado sentarse en la misma mesa de palacio de gobierno con Vicente Benítez, a quien en su campaña prometió que metería en la cárcel, tiene un fuerte hedor a podrido. Pero tomarse la foto, muy sonriente con él, aunque no se lo pusieran a un lado, tiene una connotación política que evidencia la alianza largamente sospechada, lo que representa un gigantesco agravio a los veracruzanos.
¿Qué necesita Yunes de Benítez como para pactar con él? En primer término, dinero. El llamado “vómito negro” con el que algunos duartistas han comprado el “perdón” del régimen yunista y que se disfraza de “recuperación” de lo robado al estado.
Pero también necesita su voto. El PAN está a la “pepena” de diputados para lograr la mayoría absoluta en la LXIV Legislatura y de esa manera evitar entregar la Presidencia de la Junta de Coordinación Política a Morena en el mes de septiembre, como se acordó en un principio.
El acuerdo vergonzante con Vicente Benítez representa la consumación de la traición de Miguel Ángel Yunes Linares a los veracruzanos, quienes en 2016 le otorgaron su voto y su confianza para que hiciera justicia, no para que transara con los verdugos del estado.
¿Para cuándo las fotos con Karime, Lagos, Del Castillo, Grappa y Deantes, gobernador?
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