Este “canto de vitorias” con sombrero ajeno y resultados parciales que se publica, expone la exigua efectividad política del actual gobierno para resolver las problemáticas e instaurar acciones que permitan sacar del bache a Veracruz, dejándolo despojado y como neófito en la administración pública.
Gobernar un Estado, no es un tema exclusivo de medios y propaganda, sino de acciones y garantías, cosa ultima que Miguel Ángel no ha logrado aplicar en la entidad, y menos con advenedizos como Winckler, Téllez Marie, Franco o Assad Danini, de aliados.
Yunes, sin duda, resultó ser un buen vendedor de promesas y compromisos, pero un pésimo gobernante y garantista en el desempeño de sus funciones como responsable del ejecutivo estatal, depreciando el nivel de gobernabilidad y abaratando su discurso político, que pese a todo, sigue atrapando incautos.
Los mejores encargados para justipreciar el pregón de MAYL respecto a sus logros, será el pueblo Veracruzano, quienes podrán verter el veredicto respecto al impacto en lo social y público de estos logros que hoy se presumen.
Panorama real
No son veinte ni son 10 las acciones o líneas estratégicas que Yunes Linares ha implicado desde la silla del ejecutivo. Tampoco provienen como resultado de análisis minuciosos o políticas públicas seculares.
Sustantivamente son dos: 1. Ser declarador y no garantista; es decir, crear percepción afable de resultados no existentes. 2. Mantener la línea auto-benefactora versus Javier Duarte de Ochoa, simulando impartición de justicia y firmeza política. Uno y el otro, para preparar un terso camino a “Chiqui Yunes” rumbo al 2018. |