La fuerza de la naturaleza ha servido a los veracruzanos para medir, sin espacio para la duda, el tamaño de nuestros gobernantes. Las tormentas y los huracanes que año con año azotan las costas de Veracruz, ponen a prueba el temple, la capacidad logística, el liderazgo y la fuerza de carácter del gobernador y sus colaboradores más cercanos.
Frente a un ciclón, no hay demagogia que valga, no hay forma de que los servidores públicos se protejan tras un boletín.
Ya en redes sociales festinan las ironías de la vida. “Eso que no has de querer, en tu casa lo has de tener”, reza un viejo adagio. Que salga Yunes Linares a informar que se suspenden todas las actividades escolares, como precaución por la llegada del huracán Franklin, nos remite en forma automática a recordar a quien bautizaron como “el amigo de todos los niños”, Javier Duarte, pues durante un buen tiempo fue la única “buena noticia” que pudo dar a los veracruzanos: la suspensión de clases.
La confirmación de que este gobierno es una mala copia del mal gobierno pasado, es que Yunes Linares anunció la suspensión de clases… ¡en vacaciones!
Pero seamos serios. En realidad lo que Yunes Linares anunció fue que instituciones como la Universidad Veracruzana, que sí está en clases, o los docentes y alumnos que se encuentran realizando “cursos de inducción”, deberán suspender actividades estos días, hasta que concluya la emergencia por los efectos del huracán.
Y es que si nos hemos quejado por la retahíla de “cajas chinas” que nos ha recetado el actual gobernador, los espacios que quedan entre una y otra no pueden ser ocupados por acciones y programas de la administración estatal, sumida en la inactividad desde el primero de diciembre del 2016, con el desgastado argumento de que “no hay dinero, porque todo se lo llevaron el gordo y sus secuaces”.
No se trata, sin embargo, de criticar de manera obcecada y como si fuera consigna. Hay avances, mínimos, pero los hay.
Por ejemplo, en materia financiera, uno de los grandes dolores de cabeza de Miguel Ángel Yunes Linares, se anunció la extinción de dos entes que fueron considerados por la actual administración estatal como “insostenibles”.
Se trata de los organismos descentralizados conocidos como Instituto Veracruzano de Bioenergéticos y Consejo de Desarrollo de la Cuenca del Papaloapan.
Ojalá sea el inicio de una verdadera cruzada del gobierno de Veracruz para reducir de manera significativa el gasto corriente. La desaparición de esos dos entes no implica, en los hechos, un gran ahorro. El personal de base deberá ser reubicado en otras áreas del mismo sector, por lo que el ahorro se limita al presupuesto operativo de ambos organismos, que en realidad ya era mínimo.
Ya entrados en gastos podrían extinguir otras oficinas que han demostrado su ineficacia y nula productividad, como la Comisión Estatal para la Atención Integral de Víctimas del Delito, el Instituto Veracruzano de las Mujeres, el Consejo Veracruzano de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica, o el Consejo Estatal para la Protección de los Periodistas.
Sus tareas pueden ser absorbidas por otras áreas del gabinete estatal y se lograría un ahorro importante en infraestructura y gasto operativo.
Veracruz está en crisis, y eso se refleja en todos los ámbitos de la administración pública. El gobierno estatal no puede hablar en serio cuando se refiere al “combate a la delincuencia”, cuando no ha dotado a sus elementos de las armas y la capacitación necesarias para enfrentar a delincuentes con mayor potencia de fuego. No todo se lo debemos achacar a la ineficacia del secretario de Seguridad Pública. Hay otros factores que convergen en el tema y agudizan el conflicto.
Y sin embargo hay gente que a estas alturas del partido (estamos recorriendo el noveno mes, de los 24 que durará su gobierno) asegura que Miguel Ángel Yunes Linares es un extraordinario servidor público, con la capacidad, con la experiencia y con la presencia de ánimo que se requieren para enfrentar la crisis que estamos viviendo.
No lo pongo en duda.
Sólo un favor: Avísenle que ya empezó su gobierno.
Quizá no se ha enterado.
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Epílogo.
El senador Pepe Yunes Zorrilla preside la Mesa Nacional de Programa de Acción de la XXII Asamblea Nacional del PRI. En ese foro que se desarrolla en la ciudad de Toluca, participa también, como delegado, el gobernador electo del Estado de México, Alfredo del Mazo. Pepe Yunes destacó que se discutirá “la prospectiva, la visión de porvenir que hará del PRI el instrumento transformador e igualador de justicia y seguridad que reclama la sociedad mexicana”. *** El presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Xalapa (CCE), Luis Palacios Macedo, se pronunció a favor de que se modifique el marco legal que regula la “legítima defensa”, con el fin de permitir al ciudadano la portación de arma, ante “el escenario de violencia que se padece en Veracruz, que hace necesario que los ciudadanos comunes tengan la posibilidad de defenderse”. ¡A qué grado de desesperación nos está llevando este gobierno! *** Rogelio Franco, el secretario de Gobierno, enfrenta una nueva embestida. Dirá que para eso fue colocado ahí por Miguel Ángel Yunes Linares. No estaría de más, sin embargo, que respondiera a los señalamientos que se le hacen. Si él no está pidiendo “moches”, alguien podría estarlo haciendo en su nombre. “Transparencia” es la palabra. ¿O acaso hay algo qué ocultar?
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