De pronto, la desesperación lo hace caer en dislates. Decir que no tiene responsabilidad por la ola de ejecuciones que se han suscitado en lo que va del año en territorio veracruzano, es casi como sugerir que sus únicas tareas como gobernador del estado son meter a la cárcel al mayor número de duartistas, y hacer lo necesario (legal o no) para que sea su primogénito su sucesor.
A Miguel Ángel Yunes Linares se le olvida (sufre de ese mal llamado “pérdida de memoria selectiva”) que el primero de diciembre del 2016 protestó “guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la del Estado y las Leyes que de ambas emanen”.
Pero no sólo eso. Además se comprometió a mirar “en todo por el bien y prosperidad de la Nación y del Estado de Veracruz”. Es obvio que los asesinatos, la guerra entre bandas, la acción criminal en todo el territorio estatal, no abonan al bien o a la prosperidad de Veracruz.
Olvida también Yunes Linares que el Artículo 49 de la Constitución local (esa que protestó “guardar y hacer guardar”) establece en el numeral IV, como atribución del gobernador, la de “velar por la conservación del orden, tranquilidad y seguridad del Estado, disponiendo al efecto de las corporaciones policiales estatales, y de las municipales en aquellos casos que juzgue como de fuerza mayor o alteración grave del orden público; así como impedir los abusos de la fuerza pública a su cargo en contra de los ciudadanos, haciendo efectiva la responsabilidad en que aquélla incurriera”.
Así pues, el gobierno de Veracruz -¡su gobierno!- sí tiene la posibilidad y sí tiene la responsabilidad de evitar enfrentamientos entre grupos adheridos al crimen organizado.
En lo que sí tiene razón Miguel Ángel Yunes Linares es en que los delincuentes no están retando a su gobierno. ¡Por supuesto que no! Ya se dieron cuenta que con los actuales mandos en la entidad, no significan ningún reto. Sus genuinos obstáculos son, en primer término, otras organizaciones criminales que les disputan la plaza, y en segundo, acaso las fuerzas federales, el Ejército y la Marina.
El senador priista Pepe Yunes, a la vista de todos, el más viable contrincante de su hijo en pos de la gubernatura, el próximo año, lo dijo así:
“Cuando esto se escuchaba años antes de parte de quienes eran oposición no sólo él, se decía que ese tipo de calificaciones no valía, ahora tampoco vale”.
Esto es: Que está usando los mismos argumentos de Javier Duarte, y si entonces no se los aceptamos, tampoco se admiten ahora.
Lucía de los Ángeles, coordinadora del colectivo Solecito de Veracruz, fue más contundente: Acusó al gobierno de Yunes Linares de ser “autoritario y represor con los justos y decentes”, mientras que a la delincuencia no se le da el mismo trato. Su conclusión fue demoledora: “Parecía imposible, pero salió peor que la administración de Javier Duarte”.
Miguel Ángel Yunes Linares está condenado a replicar justo lo que más crítica. Cada que tiene oportunidad despotrica contra Fidel Herrera, y hoy es tan embustero como aquel lo fue en su gobierno. Basó su campaña en señalar las corruptelas y la falta de control del gobierno de Duarte, y hoy los veracruzanos están confirmando que él es más de lo mismo.
El Sistema Nacional de Seguridad Pública reveló que entre enero y septiembre del presente año, el estado de Veracruz sumó 133 denuncias por privación de la libertad o secuestro, con lo que volvió a ubicarse en el primer sitio a nivel nacional en este tipo de delitos, superando al Estado de México.
Además, el INEGI coloca a Coatzacoalcos como la segunda ciudad más peligrosa del país.
Todo eso es responsabilidad de Miguel Ángel Yunes Linares y, como dijera el empresario Alejandro Martí: Sí no puede, que renuncie.
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Epílogo.
Es bien conocido que el actual gobernador tiene especial predilección por los municipios conurbados de Veracruz y Boca del Río. En el primero, su hijo Fernando será alcalde a partir del próximo año; en el segundo, el actual presidente municipal es otro de sus hijos, Miguel Ángel Yunes Márquez. Es tal su inclinación por esta zona, que ya muchos la califican como “la nueva capital” de Veracruz. Ese desapego por Xalapa se nota en todo, pero especialmente en la inseguridad. *** La madrugada de este domingo un sujeto disparó contra la fachada de un bar y una taquería, en la avenida Atletas, cerca de los Lagos. Cerca de las dos de la mañana un hombre que había cenado en la taquería Santos, al concluir se dirigió a su automóvil, del que sacó un arma de fuego y disparó contra la taquería y contra el bar “Mamitas”. Por fortuna no hubo lesionados, pero el sujeto se dio a la fuga sin que policía alguno le hiciera frente. *** Más o menos a la misma hora, una llamada al número de emergencia avisó sobre la existencia de un cuerpo sin vida en una vivienda de la calle Sonora, en la colonia Progreso. La víctima fue identificada como Mario Díaz Delgado, de 51 años de edad, quien fue degollado. *** En La Concepción, comunidad del municipio de Jilotepec, la noche del sábado fue asesinado el albañil José Luis Castañeda Lozano, de 30 años de edad, quien recibió un disparo en la cabeza. En los hechos resultó herido Alberto López Luna, de 38 años de edad, quien presentó dos heridas de bala y fue trasladado al Centro de Alta Especialidad Doctor Rafael Lucio, de Xalapa. *** De todo esto es responsable el gobernador, como en su momento lo fueron Fidel Herrera y Javier Duarte.
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