Dicen bien el gran escritor francés Víctor Hugo que “es fácil ser bueno; lo difícil es ser justo.”
¿Cuántos de estos personajes que hoy convertidos en adalides de la verdad, vociferan a los cuatro vientos que en materia de inseguridad Veracruz es la peor de las entidades?, ¿Cuántos más, fueron verdaderos cómplices -directos o indirectos- de la escalada de violencia que se construyó en la entidad al amparo del funesto Fidelismo y Duartismo?; ¿Cuántos de ellos, gestionaron si quiera un centavo partido por la mitad para precisamente hacer frente a la crisis que hoy en día sufrimos los veracruzanos?
La respuesta a todas esas interrogantes me la dio el mismo titular del Ejecutivo, Miguel Ángel Yunes Linares, en entrevista con este reportero, que al cuestionarle las posturas de algunos personajes, los cuales acusaban un incremento sustancial en la inseguridad desde su asunción al poder.
Cuestionado ¿sobre cuánto recurso habían gestionado estos personajes a favor de la seguridad de los veracruzanos? La respuesta fue categórica, lapidaria y brutal.
“Ni una macana, Luis” espetó el mandatario estatal.
Si amable lector, como leyó, “ni una macana”. Triste realidad para un pueblo que continua expectante el conducirse de estos personajes que al amparo del poder que detentan continúan viviendo a expensas y costillas suyas, a través del pago de sus impuestos.
Estos empleados de los mexicanos, responden así, al pueblo de Veracruz, mediante el uso de la diatriba y la descalificación, sin emplear un ejercicio de análisis reflexivo y crítico del actuar de sus mismos ex compañeros de partido, a los que incluso calificaban de “jefes políticos”.
Hoy revisando el proceder de cada uno de ellos, descubrimos con asombró que lo poco o nada que han logrado gestionar, han sido recursos para obra, que dista mucho de resolver el principal problema que aqueja a los mexicanos, como lo es la inseguridad.
Tan mal andamos, que recientemente el portal electrónico E-Consulta público una información firmada por la Agencia de Noticias AVC, en la cual se apunta que los diputados federales y senadores de Veracruz ocupan en su conjunto el cuarto lugar peor evaluado a nivel nacional en el ranking de eficiencia de la labor de los legisladores.
Según el análisis de la asociación Borde Político, los veracruzanos solo alcanzaron en promedio 19 de 100 puntos posibles, según la evaluación que retomó temas como trabajo legislativo y asistencia; rol político e influencia en redes sociales y presentación de su declaración 3 de 3.
Esto significa que los 29 diputados federales y tres senadores, sólo lograron calificaciones superiores a sus pares de Tamaulipas, que obtuvieron 17 puntos; Puebla con 16 y Guanajuato con 13.
En el listado, el peor evaluado es el diputado Cirilo Vázquez Parissi que obtuvo apenas nueve puntos porcentuales en su labor legislativa; tras él sigue la senadora panista María del Rosario Guzmán Avilés que obtuvo apenas 11 puntos; luego la diputada federal priista Heidi Salazar Espinosa, que logró 11 puntos; y la lista de bajo rendimiento continúa con Fidel Kuri Grajales, Jorge Alejandro Carvallo Delfín, Sofía del Sagrario De León Maza y Leonardo Amador Rodríguez.
Según afirma AVC, el ranking se habría basado en una fórmula que otorga el 70 por ciento de la nota por el trabajo legislativo, como el número de iniciativas presentadas, los puntos de acuerdo y la asistencia a las sesiones, así como el rol político que tiene que ver con los puestos que cada legislador ocupa en los órganos del Congreso, y un tercer aspecto es la influencia que tienen en redes sociales.
En cuanto a los diputados federales del PRI, el que obtuvo el porcentaje más bajo fue el ex secretario de Educación de Veracruz, Adolfo Mota Hernández, que logró apenas 5 puntos de 100 posibles; le sigue el diputado Cirilo Vázquez Parissi con nueve puntos; con 12 se ubican Sofía del Sagrario De León Maza, Fidel Kuri Grajales y Jorge Carvallo Delfín; el diputado Oswaldo Guillermo Cházaro Montalvo obtuvo 13 puntos de 100 posibles.
Con 14 puntos aparecen Carlos Federico Quinto Guillén, Erick Lagos Hernández, y con 16 puntos de trabajo legislativo está el ex vocero del Gobierno duartista, Alberto Silva Ramos.
Entre los que obtuvieron mayor puntaje de esta bancada se encuentra el ex secretario de Trabajo, Previsión Social y Productividad, Marco Antonio Aguilar Yunes con 41 puntos; debajo de él está el ex tesorero Tarek Abdalá Saad con 23 puntos, y que enfrentó la solicitud para su desafuero.
Con 28 puntos, de 100 posibles, está la diputada federal Noemí Guzmán Lagunes; María del Carmen Pinete Vargas y Lillian García Zepahua, con 20; José Luis Sáenz Soto con 17.
Por los diputados federales del PAN, el peor rankeado es José Francisco Gutiérrez de Velasco Urtaza, con 15 puntos; le siguen Enrique Cambranis Torres, con 19 puntos y Gabriela Ramírez Ramos con 23.
En el PRD la por calificación fue para Leonardo Amador Rodríguez Leonardo, que fue de los más bajos en calificación con apenas 12 puntos; luego Karen Orney Ramírez Peralta con 15 y Julio Saldaña Morán con 18.
Tampoco les fue mejor a los diputados federales de Morena, pues el más bajo en calificación es el diputado por Xalapa, Cuitláhuac García Jiménez con 15 y en contra parte, Rocío Nahle García fue de las mejor rankeadas con 42 puntos, ya que en el rubro de trabajo legislativo se informó ha presentado 29 iniciativas, pero ninguna ha sido aprobada.
Por el Partido Verde Ecologista de México, el peor calificado en su gestión legislativa es Edgar Spinoso Carrera, quien fingió como oficial mayor de la SEV; le sigue Adriana Sarur Torre con 14 y Miguel Ángel Sedas Castro con 18.
El mejor calificado fue el hijo del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, Javier Octavio Herrera Borunda, que obtuvo la mayor calificación de su bancada con 31 puntos. Por el Partido Encuentro Social, el diputado federal Gonzalo Guízar Valladares obtuvo 18 puntos.
Cabe destacar que la mayoría de los diputados salieron mal calificados por su falta de trabajo en presentación de iniciativas, o su inasistencia a las sesiones.
Y del recurso para sus estados, la realidad es que nada de ello se sabe, pues han cerrado el manejo discrecional de sus fondos, para temas de orden personal y a beneficio de quien ellos quieren.
Mención aparte merece el senador José Francisco Yunes Zorrilla, quien a lo largo de su gestión ha entregado más de 6 mil millones de pesos en beneficio de los ayuntamientos de la entidad.
Así que como dicen en mi rancho “el que tiene más saliva, come más pinole” y si no, mejor calladitos, calladitos, para así verse más bonitos.
Al tiempo.
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