Ganarse a la dura y conservadora militancia del PRI en todos sus sectores, pues más allá del aplauso eterno obligado, la base tricolor se siente, en general, resentida por el otorgamiento de la candidatura a un “nuevo militante”. Sería un error pensar que por convicción votarían a favor de Meade; hay que “picar piedra” para hacerlo auténtico.
Seleccionar a los mejores cuadros para aquellos estados donde se renuevan las gubernaturas. En el caso de Veracruz, dado que representa la votación que nivelaría una eventual victoria de AMLO en CDMX, Meade y su equipo deberán escoger con cuidado, al candidato que más sufragios le aporte a la Presidencial en tierras jarochas.
¿Quién para acompañar a Meade en Veracruz?, ¿su entrañable amigo José Yunes?, ¿Héctor Yunes, quien exige repetir en la boleta electoral argumentando mayor plataforma de votos? La candidatura la decidirán el ungido ex Secretario de Hacienda y sus dos manos derechas: tanto Luis Videgaray como Aurelio Nuño.
Contrario a lo que algunos pudieran pensar, por ser antagónico en el papel al grupo de Luis Videgaray, Miguel Osorio Chong tendrá fuerte injerencia en varias decisiones. Si el tricolor pretende competir frente a AMLO, necesita contar con todo lo que el de Gobernación ya había abonado en la República Mexicana, en materia electoral.
Videgaray y Nuño necesitan de Osorio para fortalecer a Meade. Peña Nieto ya se decantó por el ex canciller, ahora necesita del hidalguense en pro de buscar el “tú a tú” con el “peje”. La operación para sumar al Secretario de Gobernación y todo lo que ya había cultivado, a lo largo y ancho de México, es fundamental, de otra forma, triunfar será aún más complicado.
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