La situación en cuanto obra pública es realmente caótica en la ciudad porteña. Las colonias del norte como las ubicadas al poniente de la ciudad, se encuentran sin el servicio de alumbrado, en terracería, sin alcantarillado y muchas de ellas bajo extrema pobreza. En otras, si alguna vez existió pavimento, ya es parte de la historia pues actualmente se encuentra destruidas.
El centro histórico de la ciudad, jamás Ramón Poo Gil invirtió un solo peso de las ganancias de los parquímetros. Destruyó obra existente y en buenas condiciones para volverla hacer, pero las casas antiguas se están cayendo literalmente a pedazos y hasta han muerto personas por ello. El dinero que le corresponde recibir de Zeus, desconocemos quién lo tiene y que hicieron con él, pues las ganancias diarias derivado del porcentaje que recibe por el negocio de rentar un espacio público, son muy remunerables.
Su “relación” con la Administración Portuaria de Veracruz (Apiver) y la Tercera Zona Naval de la Secretaría de Marina (Semar), [instalada en el Faro de Venustiano Carranza] deberá ser más rígida luego de la contaminación que provocan estas dos instancias en el paseo del Malecón [en el mar] a causa de los barcos quienes arrojan las aguas negras directamente al agua. El olor putrefacto que de ahí emana es realmente insoportable y el agua contaminada produce asco de manera inevitable. Es urgente que el municipio en coadyuvancia con ésta dos instituciones federales, busquen instalar una planta de tratamiento para que los barcos que ahí atracan se conecten obligatoriamente y con ello, no continúen contaminando la zona con las heces fecales de los tripulantes. Que exista una ley que los sancione en el caso de poner “trabas” y prefieran continuar contaminando el mar de la forma en la que lo han provocado por años. Además es necesario obligarlos a que participen en la restauración de la contaminación que han propiciado, obligándolos a buscar un sistema de limpieza emergente para conseguir con ello el lugar no huela a escusado público.
En muchos estados del país, los mercados son el primer lugar que los turistas visitan pues ahí se exponen los productos y la gastronomía más típica del lugar. Ni Boca del Río ni Veracruz [realmente creo que ningún municipio del estado] cuentan con mercados dignos. Los existentes se encuentran en pésimas condiciones y además no cuentan con un verdadero control sanitario luego de que los registros de las fosas sépticas se encuentran al interior de estos y cuando van a limpiarlos, es realmente deprimente y asqueroso el olor a caño que emanan de estos, contaminando todo el inmueble. El mantenimiento en las estructuras interiores de los inmuebles son inexistentes y por lo tanto, otorgan un pésimo aspecto a la vista tanto para propios y extraños que diariamente hacen uso de esos espacios.
Parques, jardines y camellones totalmente olvidados. Jamás Ramón Poo invirtió un solo peso para mantener limpios estos espacios. No existe un solo contenedor o botes de basura en todo el municipio y tampoco existe una ley que sancione a quienes sean sorprendidos sacando sus desechos a horas no permitidas y estipuladas por el municipio.
En cuanto a la Ley de Protección Animal, en la administración de Poo se simuló “trabajar” en ese tenor. La realidad es que el Centro de Salud Animal realmente no brindaba los resultados que los animalistas esperaban pues su acción junto con la Fiscalía Especializada para la Protección Animal es realmente lenta. No existe una sanción real en contra de las personas que maltratan o abandonan a sus mascotas, ni monetaria ni con cárcel. Además tampoco el municipio invierte en campañas de esterilización para evitar con ello la propagación de los perros y gatos en calidad de calle, ni tampoco existe voluntad del municipio de tener un espacio digno para salvaguardar a los animales que se encuentran en el abandono y multas económicas para quien compre o venda una mascota.
Es importante que el municipio ponga el ejemplo a otras cabeceras para concientizar a la población en la importancia de la adopción de perros y gatos y las obligaciones que la sociedad adquiere a tener una mascota en casa. No hay interés hasta el momento por parte de la autoridad para coadyuvar con los animalistas quienes son realmente los que le están haciendo el trabajo al municipio, rescatando animales.
El trabajo es mucho y esperemos que Fernando Yunes Márquez de el “ancho” tan anhelado por los ciudadanos en este difícil trabajo de ser alcalde del primer municipio de América. Honre su posición como edil, porque los porteños ya se encuentra hartos de los malos gobiernos como los que encabezaron Jon Rementería Sempé, Carolina Gudiño Corro y Ramón Poo Gil.
La sociedad veracruzana espera que haga una auditoría a la finanzas y también que proceda en contra de Ramón Poo Gil por el evidente hurto que originó en el municipio. También en el caso de que no exista información pública sobre la depredación que realizó este sujeto que fungió como alcalde de Veracruz, proceda legalmente en su contra. Veracruz ya no merece un mal gobierno. Se paga el predial para tener servicios, esa es la obligación de la sociedad. El ayuntamiento, debe de traducirlo en beneficios para las colonias y fraccionamientos. No hay pretextos y esperamos todos resultados favorables.
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