“Vamos por ti pinche perra vende plazas. Téllez Marie te va a costar muy caro el estado pinche rata. Eres un mugroso Zeta”, se lee en una de las cartulinas.
No miente Miguel Ángel Yunes Linares cuando se apresura a aclarar que de los 163 secuestros y 2 mil 220 homicidios que se registraron en el 2017 en Veracruz (cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública) “al menos el 70% de las víctimas eran sicarios o personas presuntamente ligadas a la delincuencia”.
Lo que no aclara el gobernador es que ese incremento de la violencia en la entidad está ligado a compromisos que hizo su gobierno con bandas delictivas, a las que les “vendió” la plaza.
En julio del año pasado, el periodista Raymundo Jiménez, en su columna “Al Pie de la Letra” recordó que existen antecedentes e investigaciones que involucran al actual gobernador de Veracruz con grandes capos:
“Hace tres años, Quintero Meraz abandonó el Penal del Altiplano, en el Estado de México, luego de que un juzgado federal capitalino lo condenara el 12 de junio de 2014 a 12 años de prisión, pena que el narcotraficante ya había cumplido desde dos semanas antes del fallo judicial. A Quintero, por si ya lo olvidó Téllez Marie, le atribuyeron haber concertado también la fuga de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán del reclusorio federal de Puente Grande, Jalisco, en enero de 2001, cuando los Ceferesos estaban a cargo del yunista Enrique Pérez Rodríguez, actual secretario de Educación de Veracruz. En 2004, la revista Proceso estableció el presumible nexo de Yunes Linares con Quintero Meraz con base en declaraciones de presuntos testigos protegidos y documentos de la Drug Enforcement Administration (DEA). Según versiones periodísticas, entre 1995 y 1996 el ahora gobernador panista habría recibido hasta 15 millones de dólares del narcotraficante como pago por ‘protección’. Tres millones de dólares más de los que Yunes y Téllez Marie han acusado que recibió en su campaña electoral de 2004 el exgobernador priista Herrera Beltrán por dejar operar durante su administración en Veracruz al Cártel del Golfo, organización criminal de la que posteriormente se escindió el grupo de Los Zetas, su brazo armado, que en su mayoría eran desertores del Ejército a los que el capo Osiel Cárdenas Guillén había reclutado originalmente como sicarios”.
Este sábado 13 de enero la capital del estado, se sacudió por la violencia y por la evidente (¿acaso deliberada?) incapacidad de la policía estatal.
Cerca de las 2 de la tarde, en el concurrido bulevar Lázaro Cárdenas, justo frente a la sede del Poder Judicial del Estado, desde un vehículo de color oscuro fue arrojado un hombre que estaba esposado de las manos. Una vez en el suelo, desde el interior del mismo vehículo le dispararon. Los testigos aseguran haber escuchado “más de diez” detonaciones. Las autoridades reportan que el cadáver (que fue identificado como Edmundo Rosas, originario de Puebla) recibió dos impactos de bala en la cabeza.
Pocas horas después de ese asesinato, también en Xalapa, fue localizada una camioneta abandonada en la calle Lomas del Tejar, y en cuyo interior se encontraron, desmembrados, nueve cadáveres y tres cartulinas.
Una de ellas, la que se describe al inicio de esta columna, dirigida al secretario de Seguridad Pública de Veracruz, Jaime Téllez Marie. La otra: “Eso va para ti, Director de Operaciones de la SSP aki en Xalapa Gerardo Guzmán. Esto es por no respetar el acuerdo ke teníamos vamos x ti. 35Z Más unidos que nunca la raza se respeta”. Una más en la que se lee: “¡Ya estamos de regreso! Esto le va a pasar akel ke nos aya traicionado y no respeten los acuerdos. Venimos con todo. Los 35Z”.
La gravedad de estos hechos obligó al gobernador a salir a los medios para repetir su desgastado discurso: Que las víctimas eran delincuentes, que se trataba de una disputa entre bandas y que “la gente de bien” no corría peligro.
Sin embargo, la mañana del domingo los habitantes del exclusivo fraccionamiento Lomas del Tejar, en cuyo acceso fue abandonada la camioneta con los cadáveres, montaron un altar en el sitio y bloquearon la calle en demanda de mayor seguridad.
Sobre las amenazas y acusaciones de presuntos acuerdos, Yunes Linares señaló que lo toman “de quien vienen, de delincuentes”.
Sin embargo, mientras la banda 35Z asegura que tenía “acuerdos” con los más altos mandos de Seguridad Pública, en el sur, el Cártel Jalisco Nueva generación difundió un mensaje en el que le aclaran a Yunes Linares: “Señor Gobernador, los secuestros en el Sur de Veracruz se acabaron o son casi nulos gracias a la limpieza que nosotros hicimos y seguiremos haciendo, usted y su Gobierno jamás hubieran podido acabar con los secuestros y la delincuencia, así que por favor no se pare el cuello con sombrero ajeno”.
Pero además le avisan que la policía estatal está comprometida con la delincuencia organizada: “Señor Gobernador, eche una ojeada a sus mandos policiacos porque hay algunos que están bien embarrados con los zetas y la verdad no nos hemos querido meter a ejecutar a jefes policiacos por respeto a su Gobierno, esa depuración se la queremos dejar a usted. Ojalá aplique mano dura contra todos los mandos corruptos, porque los zetas agarraron mucha fuerza porque la policía Estatal los estuvo apoyando en el Sur del Estado”.
Si hace poco más de dos décadas, en su calidad de secretario de Gobierno, recibió 15 millones de dólares por la plaza, ¿cuánto habrá cobrado Yunes Linares, como gobernador, por concederle el territorio a un grupo delictivo?
¿Lo entregó por dos años, o les ofreció ocho, o hasta catorce?
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Epílogo.
Este domingo Pepe Yunes se reunió con la militancia priista de Veracruz, Boca del Río, Alvarado y Medellín. Ahí expresó que “Veracruz ya pagó el costo de la improvisación. Debe haber preparación, conocimiento de causa, estructura y respaldo de liderazgos buenos, nobles y notables para asumir este desafío”. *** El precandidato tricolor hizo un certero diagnóstico de lo que vive la entidad: “Lo que se dijo que se iba a resolver, no sólo no se ha resuelto, ha empeorado. Mientras el país va consolidando en una dirección los anhelos de la sociedad, en el estado vamos francamente en el sentido contrario”. *** Ya propósito de promesas incumplidas de paz, no sólo Xalapa fue sacudido por la violencia. En Acayucan, dos jóvenes fueron asesinados a balazos la noche del sábado cuando se desplazaban en una motocicleta sobre el bulevar Acayucan-Oluta. Muy cerca del lugar se ubica una base de la Policía Naval. Eso no impidió el ataque. *** También en el sur, en Soconusco, un estudiante de preparatoria, de 17 años de edad, fue encontrado sin vida el sábado, con heridas de bala, en un camino vecinal que conduce de la carretera Transístmica a la comunidad de Cebadilla. La víctima fue identificada como Alex Martin González de Aquino, quien había desaparecido desde el viernes por la noche. *** La madrugada del domingo, en Tihuatlán, dos hombres fueron asesinados a tiros. Vecinos de la colonia El Guayabal escucharon varias detonaciones y llamaron a la policía. Las víctimas fueron interceptadas cuando viajaban en una camioneta. Más tarde fueron identificadas como Luis Daniel Rodríguez Godínez y José Eduardo Márquez Sánchez, ambos trabajadores de una empresa distribuidora de gas. *** Este domingo, luego de cinco semanas de presumir que había ido a la baja la incidencia delictiva, Miguel Ángel Yunes Linares admitió que la semana pasada hubo un nuevo repunte de delitos. Sólo faltaba que lo negara.
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