AUTONOMIA UNIVERSITARIA: EL ATOLE Y EL DEDO.
A 50 años del movimiento estudiantil del 68. En todas partes, debilitamiento y aniquilación del Estado de Bienestar, y descaradamente sustituido por el Neoliberal.
A pesar de la persistente, desatendida, menospreciada y casi ignorada lucha, por defender la educación gratuita y otros servicios básicos, a cargo del gobierno. Lo público, lo que es de todos, el bien común se encarece, pierde, saquea, concesiona o privatiza, para fomentar los grandes negocios personales o familiares.
En este contexto, sobresale la casi rutinaria y menospreciada gestión institucional y de organizaciones sindicales, de defensa de la Universidad pública, encabezada por la ANUIES y los sindicatos universitarios, como el CONTU.
Abundantes desplegados, manifiestos, declaraciones y hasta manifestaciones públicas caen en menosprecio y desdén. El evidente resultado se hace sentir, empeora la situación de la Universidad pública. Preocupa, deterioro y desatención.
Son evidentes, más debilitamiento financiero y hasta quiebra de algunas; y también, daños y desastres han sido y son ocasionados o acentuados por sus propias administraciones.
Situaciones agravadas, por condiciones económicas adversas y “gasolinazos”, que fortalecen pérdida de capacidad de compra salarial e institucional, que contribuye significativamente a un injusto empobrecimiento obligatorio general; y también, por un evidente deterioro y limitación de la supuesta autonomía institucional, consignada en la Constitución General y en las Estatales.
Letra muerta desplazada por la costumbre de imponer supuestos comunicados oficiales, de autoridades inferiores, que convenenciera y arbitrariamente establecen límites a negociaciones y condiciones a las formas internas de administrar, de lo que se suponen son órganos autónomos.
“…incremento del 3.4% que se marcó a nivel federal, derivado de un comunicado de la Secretaria de Educación Pública que establece los límites de negociación.”
LA VOZ QUE NO SE CALLA.
Presente y para la Historia. En las calles y espacios públicos, se hace escuchar la hasta hoy, solitaria voz de protesta, contra una imposición autoritaria. Voz que repite, que nadie está obligado al sacrificio extremo y limitaciones permanentes.
Movilización obligada de SETSUV; y en su momento del FESAPAUV. Movilización que ya es, el simple y sencillo ejemplo de congruencia obligada para la supervivencia, demostrada por modestos trabajadores administrativos, técnicos y manuales de la UV.
¿Qué van a hacer los sindicatos?
Desde luego que hay más alternativas y estrategias para enfrentar los problemas. Aceptar la imposición, hay que decirlo, de antemano revela que la cacareada autonomía tiene límites y está sujeta a manipulaciones y conveniencias.
Así, se ha mal hecho costumbre, que sumisa, dócil y resignadamente hay que aceptar tope salarial, que significa empobrecimiento general; y obligar a sacrificarse más, a los que reciben menos. ¿A cuánto llegan los salarios más bajos de la institución?
Injusto e insignificante 3.4 % de incremento salarial, frente a inflación no subyacente de casi 13% y un índice general de 7%, según el INEGI. Además, debe tenerse presente que dicho mini incremento se sostuvo el año pasado y el sacrificio ya se realizó y realiza.
En otras palabras, son y serán los de siempre, trabajadores, subempleados y desempleados, los que han tenido, tienen y tendrán que pagar errores y pérdidas, de quienes desde el poder han causado daños y retrocesos, limitaciones y sacrificios, desastres y saqueos de patrimonio y recursos públicos.
Mayorías arruinadas, que no pidieron ni buscaron fallidas reformas, lamentables y costosos experimentos oficiales; o más pasividad, simulación y encubrimiento gubernamental.
A propósito. ¿Qué opinan respecto al tope salarial, precandidatos y candidatos?
En fin, todo universitario tiene la obligación de evitar y combatir injusticias y sinrazones, mayores limitaciones y sacrificios, extravíos y retrocesos de los seres humanos.
La Universidad pública no es ni puede ser ajena a todo tipo de problemática social. Sobre todo cuando el asunto en cuestión es importante y prioritario; y desde luego, más si le afecta y perjudica.
Concebida y reconocida como un espacio abierto al pensamiento y a la creatividad; y como un pilar sólido de libertades y derechos humanos, de Justicia y equidad, la institución está llamada a ser también, fuente de reconocimiento y crítica, de fortalecimiento y mejoramiento permanente.
Por eso no es raro que, desde diversas perspectivas, enfrente y coincide, analiza y critica intereses, actores y factores de poder político, económico y social; y también, que obligadamente se autoanalice y autocritique.
En el esfuerzo de fortalecer el Estado de Derecho, la Universidad pública, no puede concebirse de otra manera.
Vital en todo centro educativo, enseñar y practicar, el combate y erradicación de ineficiencia y delincuencia gubernamental; hacerlo, en los hechos y no sólo en los dichos, en teoría y práctica cotidiana.
Así, es imprescindible exigir a todo gobierno y Universidad pública, rendición de cuentas, con información actualizada y confiable. Urgente participación y evaluación social, con garantía a derechos y libertades ciudadanas y sociales.
Denunciar evidente opacidad, desinformación y simulación oficial.
En Veracruz, obligado insistir en preguntas aún sin contestar. ¿De qué tamaño el daño recibido y cuál es ya, el acumulado? ¿Cuál es el total-total de la deuda pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos presupuestados y desaparecidos? ¿Y los resultados de la entrega recepción? ¿Cuántos despedidos y nuevos contratados van? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones, para beneficiar a quienes? ¿Cuál es el costo de la reestructuración de la deuda? ¿Por qué ofensivos súper sueldos, prestaciones y beneficios, a funcionarios? |