Al fin salió el Pepe Yunes que todos los priistas esperan ver. Ese que con voz firme se enfrenta al autoritarismo, a la prepotencia de Miguel Ángel Yunes Linares.
Este miércoles, en Xalapa, Pepe Yunes, aspirante de la alianza PRI-PVEM a la gubernatura, salió en defensa de un presidente municipal surgido de las filas de Morena, Nicolás Reyes Álvarez, de Minatitlán, quien fue amenazado por el gobernador de Veracruz para obligarlo a rectificar su denuncia de que la administración estatal le había enviado despensas en mal estado.
“Nicolás, a partir de las 00:00 horas ordenaré el retiro de la vigilancia que realiza la Policía Estatal y resuelvan ustedes el tema de la seguridad, porque esa es una atribución del Ayuntamiento”, cuenta el alcalde que le dijo “en tono imperativo” el mandatario estatal.
Pepe Yunes calificó como “inadmisible” la postura del gobernador:
“No se vale la intimidación, no se vale la coacción, tampoco la negociación de la ley con miras políticas ni este estilo de Gobierno; eso es lo que la gente está rechazando”, expresó visiblemente molesto el aspirante a la gubernatura.
Lo que se debe hacer, dijo, es investigar a fondo y deslindar responsabilidades.
“Cuando se trata de niños, cuando se trata de asistencia social, cuando se trata de atender a grupos vulnerables no se puede tolerar ningún exceso”, advirtió.
“Lo que requiere Veracruz es que haya una total coordinación entre los distintos niveles de Gobierno y una sola acción con el objetivo de resolver los problemas prioritarios”.
Y es que, en efecto, Miguel Ángel Yunes Linares se ha mostrado ineficaz, torpe, en el combate a la delincuencia, y en lugar de asumir sus fallas y hacer las correcciones pertinentes, le ha resultado más cómodo repartir culpas.
Le atribuye la violencia a las bandas del crimen organizado y, por lo tanto, asume que esa es responsabilidad del gobierno federal, mientras que los delitos del fuero común se los achaca a los municipios, de manera que su gobierno se lava las manos.
Y para muestra ahí está el asalto a una sucursal de Banorte, ocurrido la tarde del miércoles en Xalapa, en la avenida 20 de Noviembre, frente al panteón Palo Verde.
Cerca de las 4 de la tarde sonó la alarma de seguridad de la sucursal y minutos más tarde se supo que había ocurrido un asalto en el que una persona resultó herida por arma de fuego.
No se sorprenda si Yunes Linares le echa la culpa a los directivos de la institución bancaria o al alcalde de la capital que, casualmente, también llegó impulsado por Morena.
Y en Córdoba, fueron arrojadas a la calle dos bolsas negras conteniendo partes de cuerpos humanos. El hallazgo tuvo lugar la mañana del miércoles en la avenida 10, entre las calles 21 y 23, en la colonia Úrsulo Galván.
Para las estadísticas del gobernador, ese caso será responsabilidad del gobierno federal. Él está más ocupado en perseguir a los alcaldes de Morena, para inhibir su acción en el proceso electoral que se avecina.
Pero sucede que en el puerto de Veracruz, municipio que gobierna otro de sus hijos, sujetos armados irrumpieron en el Súper Chedraui de El Coyol y se llevaron equipos celulares, sin que interviniera ninguna corporación policiaca.
¿A quién culpará en ese caso?
Por eso el llamado de Pepe Yunes fue muy claro:
“No se dejen amedrentar por Yunes ni por nada, el priismo tiene que desasociarse de quienes han sido malos funcionarios; si bien éstos han sido priistas, llegaron con el partido y se debe asumir el costo (...) son más temas de vicios personales que accidentes de militancia o accidentes de formación y eso hay que desvincularlo”.
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Epílogo.
Y para quienes pensaban que desde el centro estaban “soltando” a Pepe Yunes en su carrera por la gubernatura, los movimientos más recientes en las delegaciones federales parecen demostrar lo contrario. Nemesio Domínguez, un eficaz operador político, llegó a una posición neurálgica, la representación de Prospera en la entidad, el programa asistencial más importante del gobierno de Peña Nieto. No es esta su primera responsabilidad en el gobierno federal. Ya antes estuvo al frente de Corett. *** Cuando hay que acallar las críticas, lo mejor son las bombas de humo. La tarde de este miércoles el gobierno de Yunes Linares soltó dos de esas. Desde la tarde trascendió la captura de Roberto González Meza, quien fuera Director de la Fuerza Civil en el gobierno de Javier Duarte, además de que se filtró la versión de que también habría sido detenido José Nabor Nava Olguín, quien fuera director de Seguridad Pública tras la renuncia de Arturo Bermúdez. Al parecer a ambos exservidores públicos se les pretende vincular con casos de “desapariciones forzadas”. *** Ya por la noche del miércoles se supo de un tiroteo en el centro de la cabecera municipal de Ciudad Mendoza. Testigos afirman que hubo persecución e intercambio de disparos entre dos grupos que portaban armas largas. Se sabe que al menos dos cuerpos con heridas de bala fueron localizados justo frente al bar El Ciclón. *** De los responsables de mantener el orden, ni sus luces.
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