Cualquiera podría decir que “se equivoca” Jaime Téllez Marie al asegurar que “el único” que puede determinar su permanencia en el cargo de secretario de Seguridad Pública del Estado “es el señor gobernador”.
No. Jaime Téllez no se equivoca. Jaime Téllez es abogado (hay quien dice, incluso, que “de los buenos”) y sabe muy bien que lo que dijo no es cierto.
Jaime Téllez no se equivoca… miente.
Miente pues él mejor que nadie sabe que Miguel Ángel Yunes Linares no es el único que puede decidir si sigue o no al frente de esa instancia del gobierno estatal.
Un juez también puede definir su futuro. Un juzgador que interprete que su vínculo con Los Zetas no era un mero “trato con informantes”, puede girar la respectiva orden de aprehensión y, por lo tanto, hacer que termine en la cárcel como presunto responsable de Delincuencia Organizada.
El periódico Reforma (el mismo al que Javier Duarte acaba de denunciar por la vía civil por difamación) hizo pública una investigación de la PGR en la que se señala al actual secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marié, de haber sostenido contacto regular con el segundo personaje en relevancia en Veracruz de la organización criminal conocida como Los Zetas.
El reportaje señala que Téllez Marie tenía (ahora ya no, pues está internada en un penal federal) “estrechos vínculos” con Guadalupe Hernández Hervis, alias “La Jefa”, señalada como operadora de Los Zetas en la entidad.
Según la PGR, “La Jefa” tenía la función de “notificadora” y “enlace” de ese cártel con el funcionario. La SEIDO tuvo información, además, de que el Secretario Téllez tenía una añeja relación de amistad con la mamá y un hermano de “La Jefa”. Todo está plasmado en la carpeta de investigación FED/SEIDO/UEIDMS-TAB/0000612/2017.
“La SEIDO intervino llamadas, con autorización judicial, y exhibió que ‘La Jefa’ hablaba con Téllez en el mismo lapso en el que ella negociaba el pago de 2 millones de pesos como rescate de una persona secuestrada que luego asesinaron sus captores. Además de negociar el cobro de secuestros, ‘La Jefa’ controlaba a los integrantes de Los Zetas que revisaban periódicamente los volúmenes de droga en las ‘tienditas’ bajo su control”, explica el reportaje.
Téllez Marié cree haber encontrado el mejor argumento para deslindarse:
Admite que sí sostuvo esas llamadas e incluso se reunió con Guadalupe Hernández Hervis. Argumenta, sin embargo, que “no sabía” de la relación de “La Jefa” con Los Zetas y que cuando se enteró, entregó la información a las autoridades.
“Comparecí, entregué y confirmé la información; hice el reconocimiento de voz y todos fueron detenidos. Nunca más me volvieron a llamar”, afirma.
Se brinca algunos detalles. Resulta que “cuando se enteró” no acudió a la PGR. Acudió cuando fue citado a comparecer en calidad de “imputado” por su vínculo con altos mandos de Los Zetas. Olvida mencionar –además- que la figura de “informante” no se contempla para los mandos policiacos locales.
En este mismo espacio, el pasado 15 de enero, se publicó un fragmento de una carta enviada por un grupo de la delincuencia organizada, en el sur de la entidad.
Entre otras cosas decía: “Señor Gobernador, eche una ojeada a sus mandos policiacos porque hay algunos que están bien embarrados con Los Zetas y la verdad no nos hemos querido meter a ejecutar a jefes policiacos por respeto a su Gobierno, esa depuración se la queremos dejar a usted. Ojalá aplique mano dura contra todos los mandos corruptos, porque Los Zetas agarraron mucha fuerza porque la policía estatal los estuvo apoyando en el Sur del Estado”.
Ahora adquieren sentido aquellas cartulinas dejadas encima de personas torturadas y asesinadas:
Una que decía: “Vamos por ti con todo Téllez Marié, pinche Z vende estado. Te va a costar caro pinche rata. Te va a costar caro”.
Y aquella otra: “Deja de hacer pendejadas Téllez Marié o vas a acabar igual. No te dejaremos meter a tus amigos Los ‘Zetaz’ como en Poza Rica. Sólo hacemos lo que tú no haces, corrupto ineficiente Z”.
¿Debería Miguel Ángel Yunes Linares retirarlo del cargo?
¡Por supuesto! Pero no lo hará.
En primer lugar, porque como bien lo aclara el propio Téllez Marié, su jefe estaba enterado de todo, sabía de ese vínculo con Los Zetas y –por lo que muchos dicen- hasta se beneficiaba de ello.
Y en segundo lugar –y quizá más importante- porque necesita a Jaime y a sus muchachos en la operación electoral del próximo mes de julio.
Jaime Téllez Marié está tranquilo. Sabe que la única forma de que su cabeza ruede, es que lo haga acompañando a la de su jefe.
* * *
Epílogo.
Si no fuera por sus antecedentes como político traidor, si no se supiera que llegó a la alcaldía gracias a los negocios que su madre hizo al amparo del poder y a los apoyos que recibió del duartismo, las palabras del alcalde dependiente (sí, así, sin el prefijo “in”) de San Andrés Tuxtla, Octavio Pérez Garay, tendrían algún peso. Pide el cese del delegado de Prospera, Nemesio Domínguez, a quien acusa de involucrarse en la renovación de agencias municipales. Nada dice de la buena dotación de despensas que él mismo repartió –condicionadas, por supuesto- gracias a la generosidad de su nuevo jefe, Miguel Ángel Yunes Linares. *** Este fin de semana la profesora Esther Patiño Ceja, rindió protesta como coordinadora estatal del Movimiento de Mujeres del Partido Nueva Alianza. En el marco del conversatorio "Mujeres en la vida pública y política", la presidenta del Panal, Mérida Mar, le tomó la protesta a la defensora de los derechos de las mujeres. Estuvo presente el delegado nacional de ese partido, Guadalupe Castillo García y el consejero nacional, Mario Hernández Sánchez. *** Pero así como se destaca el Panal por los pasos firmes que ha dado en la contienda democrática en Veracruz, también de pronto tiene sus resbalones. Ahí está, como ejemplo, la designación del “chapulín” Sebastián Reyes Arellano, como candidato a la diputación federal por el distrito XI, con cabecera en Coatzacoalcos. Todos saben su historia: Se ganó en una tómbola su posición como diputado plurinominal de Morena, y en cuanto llegó al Congreso local se puso a las órdenes del gobernador, y de su representante en el Poder Legislativo, Sergio Hernández. De marrón a azul, de azul a turquesa. Y lo que se acumule.
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