En su afán de ganar la competencia por las “percepciones”, el candidato de la alianza PAN-PRD-MC al gobierno estatal, Miguel Ángel Yunes Márquez, y sus estrategas (incluido su propio padre, el gobernador) rayan en lo absurdo.
Inventan adhesiones, inflan currículas de sus “nuevos aliados” y hasta endilgan a sus contrincantes ocultas relaciones que en realidad son de su total responsabilidad.
Las más claras evidencias del franco declive que muestra como tendencia el hijo del gobernador, son las medidas desesperadas asumidas por sus estrategas en la última semana.
Desde el anuncio de la persecución contra Karime Macías, esposa de Javier Duarte (tema que ahora retoma el hijo al prometer una “fiscalía especial” contra el duartismo), hasta la adhesión de “relevantes cuadros” del PRI (Sandro Gómez, fallido dirigente juvenil que presume representar a 20 mil priistas, pero que nunca pudo acreditar ese capital político, o Jorge Alfredo Guzmán Matías, quien se ostenta como “secretario general adjunto” del PRI en la entidad, cargo que no desempeña desde hace más de dos años).
A eso hay que agregar el “importante anuncio” hecho por la coordinadora de la campaña de Yunes Márquez, la eficiente Índira Rosales, en el sentido de que “al menos nueve alcaldes” se sumaban “de forma voluntaria” al proyecto del hijo del gobernador.
Para nadie es un secreto que dichas “adhesiones” se dan por dos vías: Plata o plomo. Las autoridades municipales son “invitadas” a sumarse, o de lo contrario sufrirán las consecuencias, no sólo ellos, sino incluso sus familias.
Pero como la cosecha fue magra, a los operadores del PAN se les hizo fácil inventarse algunos logros. Horas después del anuncio de Índira Rosales, al menos un alcalde y una síndica, ambos de Morena, salieron a desmentirla y a aclarar que ellos seguían sumados a la campaña de Andrés Manuel López Obrador.
Y el faraónico mitin celebrado en el centro de Xalapa, con descarados acarreos desde diversos puntos de la entidad y un despliegue de recursos que obligó al propio candidato y a su coordinadora a salir a aclarar que no estaban rebasando los topes de campaña. (De estarlo haciendo, tampoco lo iban a confesar).
Dicha “demostración de músculo”, por cierto, se dio apenas unos días antes de la visita de Andrés Manuel López Obrador a Xalapa, anunciada para la tarde de este martes.
Y lo último: Acusar al candidato del PRI, Pepe Yunes (¿qué acaso no estaba en un “lejano” tercer lugar? ¿Por qué entonces la ofensiva en su contra?) de negociar posiciones en el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción.
En este mismo espacio se dio cuenta de la opacidad y el desaseo con el que se operó la designación de los cinco integrantes de dicho comité. Se dio cuenta de que al menos dos de ellos habían ocupado cargos en las pasadas administraciones estatales, y un tercero había conseguido contratos para su despacho. Todos ellos, sin embargo, tienen especial cercanía con Miguel Ángel Yunes Linares. Fue esa la ruta por la que consiguieron sus nuevos encargos.
* * *
Epílogo.
El diputado local de Nueva Alianza, Vicente Benítez, presentó un proyecto de punto de acuerdo para exhortar al Consejo General del OPLE y a la Junta Local del INE, para que se pronuncien “de forma urgente y eficaz” en torno a la violencia política y violencia política de género en redes sociales. En la sesión de este lunes, el legislador planteó que dichas instituciones llamen a la mesura a los actores políticos locales, a sus militantes y simpatizantes para que dejen de “diseminar ideas de odio y discriminación en contra de aquellos que no piensan igual”. Un llamado oportuno. *** En Tantoyuca, Pepe Yunes advirtió que el reto puntual y claro del próximo Gobierno de Veracruz es hacer que la pobreza no se transmita de padres a hijos. “Después de seis años, el compromiso será entregarle a las nuevas generaciones de Veracruz un entorno más igualitario, de más acceso a los derechos públicos, de salud y de educación, y particularmente con más trabajo”.
filivargas@gmail.com |