La venta de cargos de elección popular o la entrega de los mismos a personas sin trayectoria partidista, provocaría serias molestias y preocupantes deserciones en los integrantes de los cuadros operativos.
El partido del general Plutarco Elías Calles, dejó de aplicar las reglas contenidas en su documentación básica, integrada por la declaración de principios, programa de acción, estatutos y el código de ética.
Los sectores, antes sólidos cimientos de la institución, perdieron fuerza en forma gradual.
El poder real, integrado por las centrales campesinas, obreras, populares y plataformas de técnicos y profesionales, redujo su presencia de manera lenta en trabajos de campaña y tareas de proselitismo.
El surgimiento de nuevos partidos políticos de izquierda, del centro y de la derecha, aceleró el proceso migratorio de militantes, simpatizantes y amigos del llamado instituto político.
El Revolucionario Institucional llegó al extremo de crear partidos satélites para atrapar a la supuesta disidencia y mantener bajo el control ciertos vientecillos democráticos.
El Verde Ecologista de México (PVEM), el Nueva Alianza (PANAL), el del Trabajo (PT), el de la Revolución Democrática (PRD) y un sinnúmero de partidos estatales, forman parte de la maquinaria que con distintos nombres, siglas, colores, lemas y tendencias ideológicas, pretende conservar el poder.
La clase pensante y actuante detectó el doble juego del partido que por un lado presume el pleno ejercicio de la democracia y por el otro impide su completa realización.
El descenso de militantes, simpatizantes y aliados, le han presionado a la compra masiva del voto, la dotación de despensas y el condicionamiento de recursos de los programas sociales.
Veracruz, la tercera potencia electoral del país, es el ejemplo más claro de la decadencia de un partido que se niega a presumir el uso de viejos vicios que ya no convencen al ciudadano común y corriente.
Una encuesta magistral independiente realizada en los pasados seis meses, arrojó el siguiente pronóstico sobre el proceso del próximo domingo primero de julio del 2018.
El Institucional perderá la presidencia de la república, la gubernatura de Veracruz, el control del congreso federal y también del local.
La coalición Juntos Haremos Historia, integrada por los partidos Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES), encabezada por el candidato Cuitláhuac García Jiménez, ganará diez diputaciones locales y ocho federales.
Y la coalición Por Veracruz al Frente, formada por los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y el Movimiento Ciudadano (PMC), encabezada por candidato Miguel Ángel Yunes Márquez, obtendrá catorce diputaciones locales y ocho federales.
Tanto Haremos Historia como Veracruz al Frente y los partidos restantes, se disputarán seis diputaciones locales y una federal.
Las preferencias electorales independientes o inducidas pueden cambiar el mismo día del evento, aunque los pronósticos de éxito sería demasiados bajos, de acuerdo a las tendencias reflejadas en las más recientes encuestas.
La confianza, como sabiamente dice el refrán popular, mata al hombre.
He aquí, un claro ejemplo de ello.
Sólo para tus ojos . . .
Surge en la ciudad y puerto de Veracruz la Unidad Democrática Mexicana, A.C. (UNDEMEX).
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