En su camino al estrado se dio unos minutos para conversar con obreros, campesinos, empresarios, estudiantes, maestros, amas de casa, pensionados, profesionistas y periodistas.
Quien prendió el ánimo de los asistentes fue el líder estatal del PRI, Américo Zúñiga Martínez, al manifestar que hay que atreverse a soñar y pensar cosas chingonas.
“¿Y saben qué sería chingón? Tener un gran gobernador de Veracruz, tener a Pepe Yunes como gobernador de los veracruzanos. Eso sería chingón. Eso debemos atrevernos a pensar, eso debemos atrevernos a soñar y ver claramente que juntos lo podemos hacer posible”, dijo.
Zúñiga Martínez agregó que José Yunes no sólo recorrió los 212 municipios haciendo promesas, sino que desde hace años ha trabajado por los veracruzanos y les ha cumplido. “Un hombre que ha servido a su estado, un veracruzano que ha dejado marca, que ha dejado huella a su paso como alcalde, como diputado local y federal y como el mejor senador que ha tenido Veracruz”.
Ya en el templete, Pepe Yunes dijo que esta campaña dejó claro a propios y extraños que en la entidad el PRI está vivo y de pie; con un corazón que está a prueba de cualquier vicisitud y con cientos de miles de veracruzanos excepcionales que, todos los días, con su trabajo, dedicación y empeño, explican la grandeza de este estado extraordinario.
“Este partido, que se ha hecho presente en los momentos más complicados de México y de Veracruz, está listo, claro y puntual a ganar esta elección y a recobrar para Veracruz y sus hijos el camino de crecimiento y desarrollo que debemos a las familias de esta tierra”, manifestó.
En un discurso de 30 minutos indicó que en estos 60 días recogió impresiones de la gente que ha padecido de todo en los últimos años. “Hemos visto cómo la pobreza se apodera de la vida de miles de familias. En el último año y medio, hemos visto cómo la violencia masacra a nuestros hijos y encadena en la angustia y en el terror a muchas de nuestras familias, inhibe el crecimiento de nuestras ciudades y cancela las posibilidades de inversión. Veracruz no merece eso ni un minuto más”.
Finalmente expresó: “Desde Xalapa, con el corazón en la mano, quiero pedirle al corazón de Veracruz que nos ayuden a recuperar el camino, que recuperemos este estado para los veracruzanos y generemos condiciones de crecimiento y realización”.
Y con esto se cerraron las campañas. Ahora vienen tres días de esa jalada llamada periodo de reflexión.
Hay tres opciones diametralmente opuestas para gobernar la entidad. Y hoy como nunca el progreso y la tranquilidad o el hundimiento de Veracruz, está en manos de los veracruzanos.
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