La CFE incrementó los precios de la energía eléctrica para empresas a niveles récord. De enero a agosto del 2018 los costos de la electricidad en las fábricas de textiles crecieron en un 68% y ya representan 40% de sus costos totales, dejando menos recursos para crear empleos y mejorar salarios. Algunos dueños piensan cerrar o emigrar a otros países por los aumentos de la luz en México, con un precio 77% superior al de EUA. Gasolinas y electricidad les cuestan más a los empresarios en México que en EUA, donde las empresas privadas que generan esos insumos tienen ganancias, mientras en México las estatales arrojan pérdidas que se cubren con impuestos.
La causa primera por la que el gobierno incrementa los precios de los energéticos que produce, cuyo precio final incluye altos impuestos, es que tiene que cubrir sus gastos excesivos y deficitarios, empezando por los de PEMEX y la CFE.
Sin esos aumentos -se auto justifican- habría un mayor déficit en las finanzas públicas a finales del 2018, que provocaría una baja de calificación a la economía mexicana, lo que se traduciría en alza de tasas, menos empleo, inversión y crecimiento, pero olvidan que la solución es bajar su gasto.
La única vía del gobierno de AMLO para romper el círculo perverso de la inflación es reducir drásticamente el gasto público. Si no lo hace seguirán aumentando los empresarios sus costos y por lo tanto sus precios, y los culparán de una inflación generada por un gobierno “gastalón” de la que son víctimas, al igual que la mayoría de los mexicanos.
Twitter: @luispazos1 Mail: lpazos@prodigy.net.mx Profesor de Economía Política
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