Asegura Pancho López, el filósofo de mi pueblo que es más fácil engañar a un necio que convencerlo de alguna cosa y esto viene a colación, luego de que este jueves se habrá de llevar a cabo la famosa consulta popular, para decidir el mejor sitio para la construcción del nuevo aeropuerto internacional que ya se construye en Texcoco o si se abandona el proyecto y se empieza uno nuevo en la base aérea militar de Santa Lucía.
Ya casi todos los organismos nacionales e internacionales relacionados con el tema han dado su opinión, la mayoría a favor de que se continúe con Texcoco, pero el necio de “ya sabes quién” quiere hacerlo en Santa Lucia y por eso ha convocado a una consulta pública que ya ha sido criticada hasta el cansancio por su falta de rigor en las normas para garantizar su correcta aplicación.
Los expertos han advertido de las graves consecuencias de dejar abandonada la construcción en la que ya se han invertido millones y millones de pesos.
Las instituciones financieras han advertido incluso que una decisión equivocada basada en el populismo, podría llevar a que el gobierno entrante provocara lo que se conocería como el error de octubre, recordando al famoso y catastrófico error de diciembre, que se dio precisamente cuando Ernesto Zedillo entró a la presidencia y el dólar y los mercados financieros se dispararon.
Pero nada de lo que se ha dicho, ni las advertencias técnicas y financieras, han podido convencer a quien tiene que tomar la decisión, aunque se escude en “El pueblo” para poder justificar que fue una decisión democrática y no un capricho o una mera ocurrencia.
Pero además, en diversas ocasiones, Andrés Manuel López Obrador ha repetido que en su gobierno algunos temas podrán ser sometidos a consulta popular –temas como la reforma energética, la reforma educativa, así como el matrimonio igualitario, la adopción por parte de parejas del mismo sexo y el aborto.
Lo cierto es que el asunto de la consulta popular, no es ninguna novedad, ya que desde el 14 de marzo del año 2014 se publicó ya la llamada Ley de Consulta Popular, en donde se establece claramente el procedimiento para llevarla a cabo.
Pero que es la famosa consulta popular, pues es el mecanismo de participación por el cual los ciudadanos ejercen su derecho, a través del voto emitido mediante el cual expresan su opinión respecto de uno o varios temas de trascendencia nacional.
¿Quiénes podrán solicitar una consulta popular?
El presidente de la República en funciones, no el que todavía no toma posesión.
La solicitud de petición de consulta popular que realice el presidente de la República, podrá ser presentada en cualquiera de las Cámaras del Congreso.
El equivalente al 33% de los integrantes de cualquiera de las Cámaras del Congreso.
Los ciudadanos en un número equivalente, al menos, al dos por ciento de los inscritos en la lista nominal de electores. Los ciudadanos podrán respaldar más de una consulta popular, pero no procederá el trámite de las consultas que sean respaldadas por los mismos ciudadanos cuando estos rebasen el veinte por ciento de las firmas de apoyo. En este caso sólo procederá la primera solicitud.
Pero además, de acuerdo con el procedimiento establecido en la Ley de Consulta Pública http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LFCPo.pdf tienen que intervenir el Congreso de la Unión, el Instituto Nacional Electoral -en el día que se lleven a cabo elecciones- y otras cuestiones más, que al parecer, simplemente se decidió ignorarlas y hacer una consulta a modo de que unos cuantos -esperemos que no haya acarreados- podrán decidir sobre un tema que afecta a todos los mexicanos.
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