–¿Cómo?
–Si puedo sacar una manta...– me dice una señora.
–Yo creo que sí…
–Pero los de Seguridad…
–Te van a conminar a que bajes la pancarta y si gritas, a que salgas del auditorio… sólo que si te manifiestas, hazlo en el pasillo de enmedio– le sugiero para que al menos la tenga al alcance de mi lente.
Intercambia unas expresiones con otra mujer y escucho que se pondrán atrás de la diputada Erika Ayala. Antes de despedirse me agradece y me dice:
–Me llamo Topacio…
Rebobino: Citlali Topacio Ramírez Hernández o Hernández Ramírez… algo así, lideresa de una agrupación llamada ARCO, que si no mal recuerdo, fue detenida a inicios de la administración yunista por bloquear la avenida Lázaro Cárdenas a la altura de la SEV y en donde a los conductores de las unidades les pedía su agrupación una “cuota voluntaria” de entre 50 y 200 pesos, según cuentan los anales de la historia… o Google.
II
Mientras tanto, en los pasillos administrativos del Congreso local, se cuenta que están con todo buscándole hasta donde no a Carlos Fuentes Urrutia, quien fungiera en la pasada Legislatura como secretario de Servicios Administrativos y Financieros del Congreso del Estado. La lógica es ésta: si pueden pegarle a “Chico”, entonces le pueden pegar a “Checo”, Sergio Hernández, y por ende, a la bancada blanquiazul, y en consecuencia, al PAN, que dicho sea de paso, con una sola diputada ha sido suficiente para corregirle la plana a más de tres o cinco diputados de Morena.
No sé si chamaquearon al diputado Juan Javier Gómez Cazarín o éste chamaqueó a los reporteros dándoles una nota con datos viejos…
La LXIII Legislatura fue un caso singular cuando “heredó” un sinnúmero de nuevas plazas al Congreso de dos años.
El sueldo ése de 60 mil pesos que citan hoy en diversos medios, es el mismo que hace dos años se dio a conocer para una secretaria. ¿Ofensivo? Totalmente, pero ha de estar acuerdo que puede ser en la misma proporción igual de envidiable… hace dos años igual, había por ahí otra secretaria con sueldo de 74 mil pesos… aunque claro, hablamos de sindicalizados y ya lo dijo el mismo Gómez Cazarín: no se va a meter con el Sindicato.
Lo que sí uno espera por parte del titular de la Jucopo, es que cumpla su promesa de que así como no ocurrió en la LXIV Legislatura, en la LXV tampoco haya estos privilegios que ofenden a quienes a madrazos, apenas si ganan al mes, el 5 por ciento de los sueldos de sus compañeros sindicalizados que son objeto de desprecio… y de envidia.
Estuve dos horas en la comparecencia y de plano, opté por adelantar trabajo y salí. El niño del sillón aún estaba a la espera de su madre… más tarde me enteré que ella pasó por él… era Topacio.
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