LOS NUEVOS tiempos, no están, definitivamente, para enfrascarse en conflictos político-jurídicos, que no llevan, desde luego, a nada bueno y menos en estos momentos en que el nuevo gobierno, tiene que atender otras necesidades más urgentes y prioritarias, como es la propia seguridad de los ciudadanos veracruzanos, demanda que permanentemente se ha hecho y se hace a las nuevas administraciones, tanto municipales como estatales y federales.

El enfrentamiento del gobierno del Estado, con el titular de la fiscalía, supuestamente autónoma, no parece tener sentido, ya que será el propio congreso, quien atienda las solicitudes de juicio político para poner en la calle a quien consideren que no cumple con la funciones que le fueron encomendadas y por servir, más que nada, a los intereses ajenos al propio pueblo de Veracruz, a través de la institución que tiene la obligación de perseguir a los delincuentes y ponerlos, como se sabe, a disposición de quien deba juzgarlos, con todas las pruebas suficientes que integren debidamente un expediente.

Los dimes y diretes, no son concurrentes en este momento y al contrario, demeritan la seriedad de quienes tienen, ante los mismos gobernados, una responsabilidad que cumplir, por cierto, al pie de la letra.

Tiene que venir la calma, como lo considera el legislador priista Jorge Moreno Salinas, quien ve que se están dando posibilidades de que se pierda el control y pueda entrar el desorden, que es precisamente lo que se tiene que evitar y acatar en las disposiciones emitidas por cada instancia.

La salida de prisión de varios personajes que debieran estar, eso sí, en la cárcel, pagando una deuda pendiente, ha sido mal vista por la misma sociedad veracruzana, por todas aquellas personas que se han visto ofendidas y victimizadas, aquellas que esperan en realidad, una verdadera aplicación de la justicia, por el propio Estado, que debe ser garante de la misma, no sin antes, dar la oportunidad de defensa de cada uno de los involucrados y castigarlos con las pruebas en la mano.

Todo hace suponer que la falta de pruebas, es lo que ha ocasionado que los personajes recluidos por delitos, supuestamente cometidos en contra de la sociedad, vayan saliendo, después de haber estado sujetos a una prisión preventiva, dando tiempo, sin duda alguna, a que se reunieran todas las pruebas fehacientes del delito cometido.

Pero si no se hizo de esta manera y se dejó pasar el tiempo, solamente manteniendo a las personas recluidas para hacerles sentir el poder del Estado, sin que mediara un juicio que justificara la reclusión, por lo que habría que buscar quien falló en esta responsabilidad.

Ya no se debe caer en lo mismo, pues es tiempo de determinar los ámbitos de competencia, es decir, quien o quienes tienen esta responsabilidad, dejando las cuestiones políticas al margen, pues éste fue uno de los grandes problemas que se han tenido en administraciones anteriores. El Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, ha ofrecido aplicar justicia y eso es lo que se debe de hacer, porque la venganza ya no es parte del proceso de castigo, ya que se trató de una estrategia que al final, ha caído por si misma, como ya hemos estado observando en los últimos meses.

Que quien merezca estar en la cárcel, que lo esté, con pruebas suficientes y que quien acuse que pruebe su dicho, porque de otra manera, se estaría actuando bajo los efectos de la prepotencia y el autoritarismo, del cual los veracruzanos, ya no quieren saber nada.

El fiscal, seguramente, ha caído en irresponsabilidad y para ello ya se están dando los pasos que determinaran su futuro, su propio destino y si tiene que ir a la cárcel, pues que vaya, luego de que también, se presenten todas las pruebas que haya en su contra.

Es necesario, pues, que venga el sosiego, que venga la calma y que se revisen cuidadosamente las acciones de quienes estén involucrados, pues nada más certero podría ser, que en poco tiempo, se regularizan las cuestiones relacionadas con la corrupción, con la aplicación de la justicia, pero antes, con una verdadera investigación de los hechos, que finquen la responsabilidad que a cada quien le corresponda.

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DENTRO DEL AMBITO de respeto institucional, que debe existir entre los propios integrantes del congreso local, hay dos personajes que manejan a la perfección todas las acciones que se tiene que llevar a cabo para mantener, equilibradamente, el poder legislativo.

Nos referimos, sin duda alguna, al propio Presidente de la Mesa Directiva, José Manuel Pozos Castro, y al Secretario de la misma, Jorge Moreno Salinas, quienes han estado trabajando coordinadamente en estos menesteres del Congreso local, con una experiencia de muchos años y con la capacidad que a cada uno corresponde.

Nada más, para muestra, vale comentar que a diario, las oficinas de ambos personajes, son visitadas por infinidad de ciudadanos que tienen que ver directamente con el poder legislativo, pues son ellos, prácticamente, los que llevan la batuta de la enorme responsabilidad que tiene en estos momentos, la representación local.

Afortunadamente, los tiempos han cambiado, a tal grado de que ahora, hay respeto, hay accesibilidad hacia estos personajes que siguen una política distinta, con una visión diferente y con verdadero servicio público, pues la prepotencia ha desaparecido y en su lugar, se ha establecido una permanente relación entre estos legisladores y los propios ciudadanos que acuden a gestionar sus diversos asuntos.

Esa es la política del cambio y la práctica de una verdadera transformación dentro del quehacer público.

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LA DELINCUENCIA sigue haciendo de las suyas y las noticias que se dan a diario en todo el territorio estatal sobre la comisión de diversos delitos, siguen manteniendo la intranquilidad ciudadana y el temor de todas las familias que siguen esperando que los cambios se den en este sentido para poder continuar, cada quien en su propia trinchera con el trabajo que le corresponde en esta tarea de hacer que el Estado, supere sus carencias económicas y marche por el camino de un desarrollo sostenido que venza, en poco tiempo, las grandes dificultades económicas por las que están pasando la mayoría de los habitantes de esta entidad veracruzana.

Cierto es que los programas diseñados para combatir la inseguridad, están apenas a punto de aplicarse, pero también es cierto, que los veracruzanos, llevan mucho tiempo en espera de que este fantasma desaparezca y que todos vuelvan a sentir la confianza para trabajar honestamente en bien de sus familias y del propio Estado.

El tema de la inseguridad, como mucho se ha comentado, es una de las prioridades de los nuevos gobiernos, municipal, estatal y federal, quienes han ofrecido permanentemente terminar con este mal que aqueja a todas las familias que habitan los rincones de esta patria chica.

Con tan solo solucionar este problema, los nuevos gobernantes tendrían el reconocimiento total y la aceptación de sus acciones, prolongando la permanencia de sus siglas por más tiempo.

La inseguridad, es el tema del día y es la demanda más sentida de todos los veracruzanos, por igual.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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