Así fue tiempos atrás cuando a un atrevido anfitrión, al calor del juego de cartas, insultó a un gobernador, su acometimiento le costaría la vida.
Lo mismo sucedió con el agresivo Toribio Gargallo Peralta, quien insultó a otro gobernador de infausta memoria allá por la década de los 90, para después ser emboscado en 10 de octubre de 1991 por decenas de elementos de la policía judicial en las proximidades de Omealca, hasta donde llegaron para cazarlo y meterle 42 balazos, “los dos últimos, fueron tiros de gracia”, reseñó en su momento el periódico El Liberal.
Otro irrespetuoso de un gobernador fue Cirilo Vázquez Lagunes. No le costó la vida de momento pero fue llevado al penal de Allende.
Son en fin, hechos y anécdotas que no comparables, pero sí ilustrativos para mostrar que “quien manda, manda y si se equivoca vuelve a mandar”.
Jorge Winckler Ortiz el uno de diciembre anterior decidió jugar su última carta, entregándose al mandato a distancia de Miguel Angel Yunes Linares. Fue obligado a seguir siendo su fiel “Rin-Tín-Tín” y formar desde su Fiscalía un gobierno en paralelo, contestatario.
Desde ahí montó su trinchera decidido acatar únicamente el mandato no de las instituciones como es su obligación, sino de una persona a la cual sirvió hasta la humillación, hasta la ignominia en los últimos dos años.
Con inteligencia, conocimiento y asesoría jurídica que lo blindaron con amparos federales y colgándose de los medios de comunicación afines –Elias Asadd es su asesor de medios- desencadenó una campaña desestabilizadora, destructiva, de indisciplina total y asumiendo argumentos parecidos a los de Yunes de Linares de amedrentar para para aflojar al enemigo, de ser la cara en abierto de la “la lucha sigue”, deslizar que Cuitláhuac y Eric Cisneros actúan como si fueran del “crimen organizado” y amenazar con que posee documentos incriminatorios –audios ilegales sobre los cuales nadie repara para contrarrestar- y que simplemente, por sus huevos, no se va hasta el año 2026… y “háganle como quieran”.
Son jugadas de pantalla, cajas chinas que tiene confundidos a los morenos, que no entienden el mensaje de Yunes Linares, quien es la mano que mece la cuna.
Son las mismas balandronadas con las que juega la bancada panista en el Congreso del Estado, que busca atajar el irreversible juicio político o la acción de renuncia que se habrá de operar desde el Poder Judicial en el curso de las siguientes seis semanas, tras una modificación constitucional, para darle cuello.
Para ello ya está calentando brazo el sustituto Santiago Ceballos de la Cruz, quien, por si fuera poco el interés de la Federación, es el enviado personal del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ceballos de la Cruz, veracruzano, ya fue coordinador de Agentes del Ministerio Público Federal y representante de la PGR en Veracruz, en 2013. En 2017 fue asignado encargado de la delegación de la PGR en Oaxaca en 2017 y desde el 2011, en sus inicios, se desempeñó como agente del MP Federal.
Ceballos de la Cruz ya lleva entre algodones sus prospectos de Fiscal Anticorrupción y Primer Visitador. Será el nuevo Fiscal Anticorrupción quien llevará a prisión a Winckler y a Even, hoy muerto de miedo.
Solo falta un detallito… ¡que se vaya don Jorge!
Sus defenestradores -Eric Cisneros, los Colectivos, fiscales regionales, la prensa Morena, algunos de sus colaboradores y los clásicos traidores que muerto el rey ¡Viva el Rey!- quisieran verlo los siguientes 20 años en Pacho Viejo.
Lo mismo opinan los alcaldes.
Ya mismo 132 ediles en respectivas sesiones de Cabildo, aprobaron la reforma al 33 constitucional para echarlo de la Fiscalía a la brevedad mediante la fulminante decisión de cinco magistrados del Tribunal Superior de Justicia.
El gobernador también lo detesta.
Ha hecho pública la necesidad de que se le investigue, que se le retiren terrenos y helicópteros bajo resguardo de la Fiscalía y que diga la verdad sobre los desaparecidos y las fosas clandestinas; sobre feminicidios y juegos político-jurídicos a modo para favorecer a los Duartistas.
Lo peor, sin embargo, para este necio Fiscal –al fin de recia estirpe oaxaqueña- ha sido su total indisciplina; insultar al gobernador; no respetar las reglas del juego de la política, tirarlas al piso en abierta pataleta, orinarlas y no salirse de su vacía oficina, porque el aguzado abogado –con licenciatura bajo sospecha- desde el año pasado se llevó todas sus chivas.
Ese es el punto.
La cascada de ataques personales al gobernador manifiestos desde la campaña electoral en la que buscó llevarlo a declarar a la Fiscalía por una pendejada en donde quiso enlodar hasta a su familia.
Luego, los insultos en abierto en la campaña para gobernador, su parcialidad partidista en favor del chiquiyunes y la retahíla de agresiones verbales desatada a partir del 1º de diciembre.
Fue en esos días cuando el fiscal Winckler, respondió categórico que no iba a presentar su renuncia, luego de que el gobernador lo acusara de pretender ganar votos al fingir supuestas condenas blandas para los funcionarios del gobierno de Javier Duarte.
Winckler Ortiz más rápido reviró y “responsabilizó” a Cuitláhuac García de la benevolencia y flexibilidad gubernamental para liberar a los duartistas, todo aderezado con ataques directos, impropios hacia la figura que representa el gobernador.
Con Miguel Angel Yunes nunca lo hizo; de hecho gustaba arrodillarse para fotografiarlo.
Así las cosas, Winckler ha venido denunciando la injerencia del secretario de Gobierno, Eric Cisneros, para “facilitar” la liberación de ex colaboradores de Javier Duarte, en especial la del ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, acusado de desaparición forzada.
Todo ha sido de ida y vuela. El 10 de diciembre le negaron el acceso a la reunión de la Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz en Palacio de Gobierno y posteriormente se registró un cateo a su vehículo y escolta.
El caso del asesinato de Valeria, hija de la diputada de Morena, Carmen Medel, en donde Yunes uso a la Fiscalía para alterar el escenario y responsable del crimen; lo del asunto de los migrantes; el cuestionamiento al gobernador con el tema de la golpiza y tortura a norteamericanos, la toma de oficinas de Fiscalías regionales de la cual Winkler acusa al Gobernador y a su Secretario de Gobierno, de manipular a los colectivos en dichas tomas denunciando al mismo tiempo que “tengo audios” y el no dejar de presumir que si le echan abajo un amparo, ya trae otro en la bolsa.
Por lo pronto ya mismo hasta al papá de Winckler del mismo nombre y mañas se le está investigando por sus transas con la Notaría que encabeza.
Pero a Jorge Winkler, eso le vale una pura y dos con sal. Se cree intocable. Está convencido que la estrategia aconsejada por el ensarapado de Yunes Linares es infalible sin considerar que ya le tienen prevista una cama en donde para que la cuña apriete debe ser del mismo palo.
A Winkler lo llevarán a Pacho. Y si no…
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |