Sin embargo, al mero estilo de Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes, el Gobernador García hizo lo que tanto criticó mientras fue oposición, buscó presentar, en un comunicado de la Secretaría de Seguridad Pública, una realidad “no tan peor”, ofendiendo, de nueva cuenta, a quienes han sufrido (y sufren) la inseguridad en el estado.
Ahora bien, dejando de lado los números que el Gobierno de Veracruz quiera presentar (o aceptar), lo cierto es que el secuestro se ha triplicado en el estado, tomando como base el mismo mes del 2018, mientras que el feminicidio se ha disparado en cuando menos un ciento cincuenta por ciento.
Veracruz sufre y se derrumba ante la inseguridad en sus calles. Negocios cierran mientras el “cobro de piso” se dispara. Ciudadanos se organizan con empresarios para “cuidarse la espalda”, porque simple y sencillamente, los que gobiernan el estado no pueden. Se organizan marchas clamando paz y tranquilidad, mientras Cuitláhuac García afirma en el Senado, con voz enfática, que el homicidio doloso bajó 37%.
Charlando con los que en Palacio Nacional tienen la tarea de evaluar el trabajo de los mandatorios morenistas, se me hace saber que, si las cosas no mejoran en Veracruz en seguridad y generación de problemas para AMLO, el primero en caer será el Secretario de Gobierno de Cuitláhuac García. Ya tienen relevo y será un enviado de la Federación. Veremos qué ocurre.
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