Ha existido durante años la hipótesis de que el asesinato de Manuel Buendía Tellezgirón, considerado por muchos el columnista mejor informado en la historia del país, estaría ligada a la matanza de más de dos decenas de policías en la población de Sánchez Taboada, municipio de Hidalgotitlán, Valle del Uxpanapa, Veracruz.
Asimismo, el asesinato de Buendía -autor de la columna Red Privada que se publicó durante años en el periódico Excélsior y fue reproducida en docenas de periódicos mexicanos- se habría conectado con el asesinato del periodista Javier Juárez Vázquez, nativo y vecino de Coatzacoalcos, Veracruz, así como presunto informante del columnista de origen michoacano.
Además de la versión de que los agentes federales y policías estatales acudieron a Sánchez Taboada como parte de una operación contra narcotraficantes locales que producían y vendían marihuana ¿hubo un vínculo entre una investigación de Manuel Buendía Tellezgirón en torno a la Agencia Central de Inteligencia, CIA por sus siglas en inglés, que operaría el tráfico de cocaína sudamericana hacia Estados Unidos a fin de financiar ilegalmente la compra de armar en Irán y proveer de pertrechos militares a la Contra en Nicaragua, escándalo conocido como Irán-Contras?
Se ha mucho escrito al respecto y de ahí deriva la hipótesis de que la CIA alertó al gobierno mexicano –su presunto cómplice- sobre el peligro que representaba la pluma del columnista de Excélsior y la poderosa y temida Dirección Federal de Seguridad (DFS) -conectada durante décadas al crimen organizado nacional- habría recibido la orden de ejecutar al periodista el 30 de mayo de 1984.
El mismo día desapareció el reportero Javier Juárez Vázquez, cuyo cuerpo con huellas de tortura y ejecución apareció al día siguiente cerca del aeropuerto de Canticas, donde confluyen los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque en el sur veracruzano.
La matanza de Sánchez Taboada ocurrió al año siguiente: entre el primero y dos de noviembre de 1985.
Mataron a 22 policías, entre agentes federales y estatales, veracruzanos estos últimos.
Salvaron la vida tres policías, entre ellos uno local de Acayucan y al menos dos sobreviven.
El reportero localizó a uno, vía su familia, y pidió una entrevista que dicho personaje negó en forma tajante.
El 7 de julio de 1990, la revista PROCESO publicó bajo la firma de Rodrigo Vera:
“Cinco años después de la matanza de 22 policías judiciales en el Ejido Sánchez Taboada, en Veracruz, se afirma ahora que los asesinos fueron guerrilleros guatemaltecos adiestrados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), en un rancho propiedad del narcotraficante Rafael Caro Quintero y que fue el conocimiento de estas operaciones de la CIA lo que provocó el asesinato del periodista Manuel Buendía, en mayo de 1984”.
Este párrafo extraído de un reportaje de la revista se ubica en la dirección digital:
https://www.proceso.com.mx/155280/cinco-anos-despues-un-informe-de-la-dea-contradice-la-version-que-dio-la-procuraduria
Hay referencias en libros y otros reportajes.
Nunca, sin embargo, se ha considerado una versión oficial y no hay, en consecuencia, una verdad histórica sobre estos sucesos-.
Los archivos de la DFS cuyo director en 1985, José Antonio Zorrilla, fue acusado de la autoría intelectual del asesinato de Manuel Buendía y encarcelado por ello, se mantuvieron en calidad de Secreto de Estado-
Igual que los archivos del CISEN, organismo sustituto de la Dirección Federal de Seguridad luego de los escándalos por los asesinatos políticos que se le atribuyeron y salieron a la luz pública en el sexenio de Miguel de la Madrid.
El CISEN, por su parte, nació en el sexenio del presidente producto de un fraude electoral: Carlos Salimas de Gortari.
Cuando mataron a Manuel Buendía Tellezgirón y Javier Juárez Vázquez, gobernaba Veracruz Agustín Acosta Lagunes.
Lo relevó el gobernador Fernando Gutiérrez Barrios, el más prominente miembro de la DFS y uno de sus diez directores a lo largo de la historia negra de este organismo.
Durante la década de los ochenta Veracruz estuvo plagado de asesinatos de toda índole, incluidos los de numerosos políticos.
También floreció el narcotráfico de mariguana, el contrabando…
El tráfico de cocaína surgiría en aquella época a través de cártel de Guadalajara con Miguel Angel Félix Gallardo a la cabeza y Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo como sus brazos derechos.
Veracruz no fue ajeno a dicho proceso histórico conectado con la sangrienta realidad del México actual.
El rancho “Camino Real”, en Nautla, propiedad la familia Izquierdo Hebrard que lo vendió a Félix Gallardo y sirvió para cargar de combustible los aviones empleados en el tráfico de cocaína –por mencionar sólo un dato- forma parte de los sucesos de aquellos años y por tanto se conecta con la historia que se escribe en el 2019.
¿Cuál fue el papel de los gobiernos federal y estatales en el surgimiento del primer cártel de México, del que derivarían todos los cárteles conocidos durante las últimas décadas en el territorio nacional?
La apertura de archivos, el acceso a fichas de información, a datos duros sobre el entramado de poder suscrito en México a lo largo de más de siete décadas y sus consecuencias en los 34 años subsiguientes, será clave para explicar mucho de lo que hoy padecemos.
La gran pregunta es si habrá justicia respecto a los involucrados y culpables aún vivos, que son muchos, o se aplicará el perdón, olvido, impunidad y más: el acceso de tantos delincuentes a la nueva escena del poder…
Muchos culpables de la cruenta realidad en los días que corren han fallecido pero conocer detalles de su tétrico papel es importante-
Entre otras cosas para que sus beneficiarios dejen de explotar figuras falsas, de adorar estatuas de auténticos demonios y de engañar a un pueblo cuya sangre no deja de ser derramada.
En la historia, siempre es saludable dejar de hacerse pendejo…
|