En la actualidad, e independientemente de que no reciben apoyos, están en riesgo de desaparecer porque no ha faltado el gandalla oportunista que reclame como propios los terrenos donde están asentadas.
Quiero pensar que Zenyazen tiene bien vista la película y dará preferencia a la escrituración de esos planteles, lo que evitará que cientos o miles de estudiantes reciban sus clases en un lote baldío.
También dijo que se encontró con una lista de 250 aviadores en el Instituto Veracruzano para la Educación de los Adultos (IVEA). Pero le faltó agregar que el personal de base no cumple sus funciones y por eso la entidad está rezagada en alfabetización.
Si en tiempos pretéritos el analfabetismo era un problema, se convirtió en algo más que un dolor de cabeza con la creación el 31 de agosto de 1981 del INEA, padre putativo en Veracruz del IVEA, que desde su fundación ha sido un barril sin fondo por donde se han ido miles de millones de pesos.
Durante el gobierno de Rafael Murillo Vidal, un sencillo programa hizo maravillas. Se invitó a chavos de secundaria y preparatoria a que ocuparan un par de horas de su tiempo libre en enseñar a leer y escribir a los vecinos de su cuadra.
El buen ejemplo se extendió a comunidades y rancherías, donde uno o dos menores enseñaban las primeras letras a grupos de no más de cinco adultos.
Aquello fue un exitazo pues ensanchó el número de personas mayores que aprendieron a leer y escribir, pero con el tiempo la idea se perdió… Y luego llegó el IVEA.
Zenyazen dijo a Jorge Faibre que uno de sus objetivos para cuando termine el sexenio es que el analfabetismo se erradique en un 50 por ciento y qué bueno; será un gran avance. Pero pienso que si aplica el programa de Murillo Vidal lo erradicaría por completo en tres o cuatro años y sin necesidad de tirar miles de millones de pesos por el caño.
También manifestó que cuando llegó a la SEV le mostraron un listado con mil 55 irregularidades, entre ellas 78 plazas que se autoasignaron funcionarios de la pasada administración: “Lamentamos que vengan a decir que hay una retención de manera ilegal cuando la ilegalidad es que tu como funcionario público tengas un cargo, y tengas un ascenso (en la SEV). Al final hay conflicto de intereses y se está violentando la legalidad” dijo Zenyazen.
Jorge Faibre, que sabía a quién iba dirigida la pedrada lo invitó: “Pongámosle nombre y apellido porque ese tema que me está mencionando me suena a Uriel Flores Aguayo que lo ha señalado a usted de irregularidades y de retener salarios a maestros entre ellos el de su hija”.
“No voy a entrar en conflicto con un personaje político, pero sí es lamentable que salga a defender lo indefendible. Por ejemplo, yo soy maestro de telesecundaria, tengo nivel A de carrera magisterial. Cuando deje la secretaría y regrese a mis funciones, regresaré con el nivel A a la misma escuela. No puede ser que llegue con un cargo más elevado” contestó el funcionario.
Y es que últimamente Uriel Flores se ha estado rasgando las vestiduras y además, ha acusado a Zenyazen de misógino y de violencia de género porque la SEV le retuvo el sueldo a su hija que es maestra. Qué bueno que la defienda como lo haría cualquier padre. Pero sería mejor que aclarara si cuando fue sub secretario de Fomento Educativo en la SEV la benefició con más de una plaza. Y también, qué tanto se benefició él.
Esto último nomás para salir de dudas. Porque honrado honrado, lo que se dice honrado ¿lo será Uriel?
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