Indudablemente la criminalidad y la pobreza son los mayores enemigos de Veracruz.
La neta.
Y con esto, Cuitláhuac García debe de optar por un certero acercamiento con la gente, sin apartarse. Pero sobre todo, sin negar una realidad constante que se sufre en Veracruz, tal y como lo han hecho sus defensores quienes desfachatadamente aseguran que la prensa maximiza los hechos o que se difunden “fake news”.
Se tiene que decir, si el Jefe de las Instituciones desea de verdad ganarse la confianza de las y los veracruzanos, tendrá que empezar a tomar el toro por los cuernos, sin tirar culpas al pasado y sin destacar que los cambios dentro de sus planes gubernamentales se verán hasta dentro dos años.
Al contrario, con acciones inmediatas y golpes en la mesa, Cuitláhuac García puede recomponer el rumbo, pues de los crímenes todos estamos hasta la madre, y si no se actúa rápido, con cada pifia, con cada inacción, sus opositores se fortalecen con miras a las elecciones intermedias.
Y es que no hay que ser sabios para darnos cuenta que los asuntos de inseguridad atentan contra el desarrollo de la entidad, por lo que es necesario seguir en esta lucha sin tregua para recuperar los espacios perdidos, donde el estado siga de manera frontal y donde la ciudadanía respete la ley.
Con lo anterior, tal vez sea el tiempo de que todos cerremos filas, quizá sea momento de que Cuitláhuac García asimile que es el gobernador de más de 8 millones de personas, y que tiene enfrente un gran reto y una enorme responsabilidad.
En temas de Seguridad Pública es urgente la invitación a la participación ciudadana, así como apremiante es el liderazgo, y los buenos resultados.
Veremos qué es lo que pasa.
@IvanKalderon
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