Si éste no resulta como se espera sea el gran evento ejemplar, del que hoy más que nunca se pide limpieza y que no haya trampa contra sus propios correligionarios, como era costumbre antes de la tragedia, este partido firmará su desaparición inevitable.
Por lo pronto arranca la campaña enmedio de la incertidumbre interna y la expectación foránea. Entre los apuntados sobresalen Adolfo Ramírez Arana y la maestra Silvia Domínguez; integran un equipo con positiva trayectoria que combina juventud y experiencia, además de honestidad, lo que sin duda motivará que los simpatizantes que aún le quedan al tricolor se inclinen por ellos, confiando en que sin la sombra de los dedazos puedan contribuir a encontrar dignos candidatos a las competencias que se avecinan.
El joven Ramírez Arana acaba de recordar precisamente lo que alguna vez vaticinó el priísta Manlio Fabio Beltrones de que los gobiernos no deben volverse zonas de aprendizaje o “escuelitas”, porque lo peor es que hay quienes no aprenden rápido y cuando van aprendiendo ya se les acabó el tiempo para el que fueron nombrados, con el consiguiente desastre para los gobernados.
Los tumbos que se advierten en la nueva e inexperta administración gubernamental del estado, quién lo dijera, ahora están orillando comentarios de que de nuevo los electores tendrán que buscar la alternativa tricolor, dependiendo de los candidatos que presente cada partido. No por nada se armó tal rebambaramba cuando Héctor Yunes pidió licencia temporal a su curul. Saludos y que haya paz y armonía en sus ogares.
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