La ruta del Partido Revolucionario Institucional, en Veracruz, ya está abierta y se despejó con el arribo de Marlon Ramírez Marín, la futura dirigencia estatal del Tricolor, quien luego de sufrir un claro abstencionismo en su elección como dirigente estatal, buscara la unidad y concordia de lo quedo de la familia priista, luego del debacle electoral que sufrieron el año pasado.
Ante esta situación no le quedará de otra al electo, más que iniciar de inmediato una operación cicatriz, la cual pudiera acercar a varias corrientes políticas de la entidad, quienes con motivo de las irregularidades que existieron, en el reciente proceso electoral, andan enemistados con su partido rojo, es más se habla entre la militancia priista que “Marlon“ llegó con el apoyo del CEN del PRI, gracias al tejido fino de Jorge Carvallo Delfín, quien además sumó a un gran números de dinosaurios, perdón viejos y nuevos priistas, para que se englobaran en el proyecto “Marlista”.
Después de estos hechos, Marlon Ramírez, tendrá que demostrar que está hecho y manifestarse como un maestro de la concertación política, convenciendo al fuego amigo, para que no sigan fracturas internas y por ende no existe emigración de militantes a otros partidos. Este será el mayor desafío que enfrentara el nuevo líder de los priistas en Veracruz, en donde aunque no quiera reconocer las pasiones están desbordadas, ante las divisiones que son alimentadas por los grupos políticos que existen en las diferentes regiones de Veracruz, por lo que Marlon, deberá competir en serio, porque los futuros procesos electorales en Veracruz, serán nuevamente elecciones históricas, ante la operaciones sociales que está instrumentando Morena. Los comicios internos del PRI, dejaron a un sin número de viudas y damnificados, los cuales no pudieron imponer a sus candidatos como la corriente del Diputado Federal, Héctor Yunes Landa, quienes al no tener el control del PRI estatal, iniciaran la otra guerra, la desactivación del reciente Comité en los tribunales electorales, con lo cual si las principales fracciones priistas que existen en el interior de Veracruz, no logran un acuerdo y un pacto de unidad, seguramente el tricolor, se devaluara y ya sin fuerza no tendrá otra, más que acomodarse entre la chiquillada de los partidos políticos , así que más le vale que se unan o de lo contrario, en un futuro no muy lejano, el Pri Veracruzano, tendrá menos fuerza que un Tehuacán.
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