A Eric Patrocinio Cisneros Burgos, el secretario de Gobierno del estado de Veracruz, la desesperación lo está llevando a amenazar “a todos los veracruzanos, incluidos los periodistas”.
Está desesperado, porque no encuentra el modo de hacer que Jorge Winckler Ortiz deje el cargo de Fiscal General del Estado de Veracruz.
Está desesperado, muy desesperado.
Tanto, que hasta parece que alguien le dijo (su jefe es el Gobernador) que si no resuelve la salida de Jorge Winckler de la Fiscalía del estado, quien dejará su puesto será él.
¿Será eso la causa de su desesperación?.
¿Será por eso que ya tienen listo el mariachi para cantarle las golondrinas?.
Eric Cisneros ya acusó a Jorge Winckler de complicidad con el crimen organizado, pero ni así renuncia.
Eric Cisneros desde el domingo “filtró” que éste lunes se tendría una reunión entre dos políticos de dos poderes del estado que “cimbraría” al estado.
Fue a “balconearse” con Edel Alvárez Peña, el magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado a un café de Xalapa.
Edel Alvárez ya se unió a los señalamientos en público en contra de la Fiscalía, al decir que hay casos que llevan meses sin avanzar, a pesar de que los jueces de control giran las órdenes de aprehensión contra los delincuentes.
Pero en ningún momento profirió amenaza alguna o señalamiento parecido al que emitió el secretario de gobierno.
La de Eric Cisneros no fue una declaración desafortunada, salida de la presión del momento.
No, para nada. Ni para que alegue eso, de que estaba nervioso.
Al contrario, lo suyo fue un posicionamiento que pensó largo y tendido, que ya tenía listo desde el domingo por la tarde cuando filtró la “reunión”.
“Miren –le dijo a los reporteros que le tenían celulares y micrófonos puestos enfrente para recoger sus palabras-, aquí va a haber un parteaguas. Esto es muy claro”.
Hasta ahí, una declaración más, buscando la estridencia para hacerse escuchar.
Pero su verdadero retumbar de tambores de guerra llego después:
“… y también va para todos los compañeros que son periodistas, va para todos los veracruzanos”.
¿Y que era ese llamado de atención tan fuerte que hacia a periodistas y a todos los veracruzanos?. Esto:
“Con esto que hoy está pasando en Veracruz, aquí vamos a saber quien está del lado de los veracruzanos y quien quiere ser cómplice de un pequeño grupo, si, de personas que ni siquiera son veracruzanos”.
O sea, si no estás conmigo, estás contra mí.
Con todo el peso autoritario que un posicionamiento de éste tipo representa.
Con los ojos abiertos en amplitud de más de un@ de quienes escuchaban, Eric Cisneros, encarrerado, no dejó que le interrumpieran el discurso que ya traía preparado, casi memorizado.
“Ahí hay algunos compañeros –periodistas, probablemente- que defienden lo indefendible, por eso lo digo”.
Se nota que el secretario de Gobierno quiere que los periodistas sólo reproduzcan sus palabras y que hasta las adornen, que sólo difundan su imagen, del lado en que se vea más bonito, más interesante, más poderoso, más político.
¿Eso sería para él defender lo defendible?.
Con la espada flamígera de su palabra, quiso llamar a que se le unan todos (y todos son todos), a que los buenos se formen a su lado y lo acompañen, porque los otros son los que están con los malos, con los delincuentes: “Porque aquí vamos a saber quienes realmente quieren estar del lado de la justicia, sí, y de la procuración para todos los veracruzanos de respeto, de igualdad, de trabajo y de generación de procuración de justicia”.
O sea que él es quien representa la justicia.
Él, solamente él, nadie más.
¿Cómo puede Eric Cisneros hablar de respeto y de igualdad con este discurso, si lo que quiere es que llegamos a postrar la rodilla y con la cabeza gacha le digamos: Señor, estamos aquí, a tus órdenes?.
¿De qué clase de izquierda viene, que cree que así se demuestra la filiación?.
Luego vino otra la aseveración intimidante, para que no quede duda de la intención de las palabras: “Eso va para todos… y es un parteaguas, eh, ¡es un parteaguas para todos!”.
Así que ¡aguas!, hay que quedarse de éste lado, no hay que irse para el otro. Tampoco quedarse en medio.
Se le escucha y surge la pregunta, ¿habrá esperado que en ese momento sonasen fanfarrias, parecidas a las que dicen que acompañan al arcángel San Gabriel?.
Según sus palabras: “Aquí vamos a saber quienes realmente actúan por un interés propio y quienes actúan por un interés de beneficio para todos los veracruzanos”.
¿Habrá esperado que las multitudes que lo escuchaban le aplaudiesen?. Bueno, por lo su personal que lo acompañaba. Porque los periodistas, ni con todo y la amenaza, le aplaudieron.
Seguro, casi seguro, se quedo con las ganas de decirles con un dejo de desprecio por no reconocer su grandeza: Ya sé que ustedes no aplauden.
Lo que es evidente es que Eric Cisneros no ha podido remover al fiscal Jorge Winckler.
Esa ineficacia es la que lo llevó a la desesperación de armar un discurso agresivo, intimidante, amenazante, autoritario.
¿Será acaso que ya tiene encima la espada de Damocles ante su ineficacia para una tarea encomendada?.
O nada más se trató de que Eric Cisneros se sintió George Bush, cuando el 20 de septiembre de 2001 dijo: "O estás con nosotros o estás con los terroristas".
¿O se creyó personaje de serie televisiva?.
Porque Cersei Lannister, en la temporada 7 de la más que famosa serie de Juego de Tronos, dijo: "El que no es de los nuestros es un enemigo".
¿O habrá leído la Biblia en el evangelio de San Mateo, 12:30, cuando Jesús le dice a los escribas y fariseos: El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.
Nada más que Jesús dijo esas palabras como un discurso de unidad para enfrentar a Satanás.
¿Creerá acaso que también predicaba la palabra divina (su palabra, claro) y que los de enfrente representan al maligno?.
Eric Cisneros pensó que con la resolución 25/2019 de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) ya tenía en la bolsa la destitución de Jorge Winckler y por eso salió Jorge Reyes Peralta a vociferar que ahora si lograría la destitución del fiscal. Pero parece que la herramienta no será tan eficaz, con la resolución esto no indica que se de la destitución en automático de Winckler, ni de Eduardo Coronel, el señalado de aplicar la tortura investigada en ese expediente, ni sanciones al entonces director del penal de Pacho Viejo, ni al que fue titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marie.
Cauto, muy cauto, Eric Cisneros dijo que prefiere conocer la recomendación a fondo.
Pero en cambio a Namiko Matzumoto, la titular de la CEDH, esa ruptura le resultó en que evidenciaran que su hijo, Luis Augusto Urbina Matsumoto, trabaja en la Secretaría de Seguridad Pública desde inicios de febrero de este año, de acuerdo con una respuesta a una petición de acceso a la información que se divulgó, respuesta que –por cierto- presentaba información incompleta conforme a lo solicitado.
Namiko Matsumoto fue designada en el gobierno de Javier Duarte y durante el mismo se mantuvo en completo silencio, al igual que con Miguel Ángel Yunes, con displicencia total, hasta ahora que recupera una posición mediática.
El artículo 17 de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo del Estado de Veracruz dice que “La Secretaría de Gobierno es la dependencia responsable de coordinar la política interna de la Entidad”.
Ahí no dice que tiene que culparnos a los habitantes del estado por lo que no ha podido hacer.
Y la fracción XXXVII ter (37 tercera, pues, para quienes no sepan leer números romanos) del artículo 18, de las atribuciones del Secretario de Gobierno, apunta entre estas:
“Contribuir, en atención a lo dispuesto en la fracción anterior, a la toma de decisiones informada y oportuna para dar solución a los riesgos de gobernabilidad democrática y atender los conflictos sociales o políticos que se presenten en el Estado, bajo criterios de calidad e interés público”.
¿Cuál de estas características se cumple con su amenaza a los periodistas y a los veracruzanos?.
Eric Cisneros incrementó su deuda para con los veracruzanos, tanto místicos como terrenales, porque nos debe desde antes una buena actuación en el cargo que le dieron, lo que incluye la destitución del Fiscal, y ahora le suma la amenaza directa.
Y una pregunta final: ¿Esta “brillante” idea de la amenaza fue original o se la dio alguien más?. |