Luego que caiga el Fiscal carnal Jorge Winckler, el gobierno de Cuitláhuac García va por la cabeza de Miguel Angel Yunes por los temas de las videocámaras, medicinas caducas, el haberse quedado con todo lo quitado a los Duartistas y por ilícitos superiores a los dos mil millones de pesos que se le imputan en la legendaria “Carpeta Azul” que presentó AMLO ante la PGR el año pasado.
Pero… primero es lo primero.
Winckler deberá responder por “tortura física y sicológica” para arrancarle confesiones al ex director de Servicios Periciales, Gilberto Aguirre, delito considerado de alta gravedad y de lesa humanidad, cuya pena mínima es de 20 años de cárcel.
Son acaso acusaciones a modo las presentadas por la Comisión de Derechos Humanos del estado, que encabeza Namiko Matzumoto, quien ha transitado sin rubor de la Fidelidad al Duartismo pasando por el Yunismo y ahora Morena, pero que serán definitorias para llevar a prisión a Winckler.
Así, el Congreso del estado en los próximos días le retirará el fuero a Winckler mediante una declaración de procedencia que será votada en el pleno para que continúe la investigación la FGR, por delitos, además de la tortura, por presuntas alianzas con el crimen organizado luego de detectarse que vehículos oficiales fueron puestos al servicio de los delincuentes.
De todo ello también guarda responsabilidad el ex gobernador Miguel Angel Yunes y de manera indiscutible los dos alfiles de Winckler, el Fiscal Anticorrupción, Marcos Even Torres Zamudio y quien fuera el Fiscal de Desaparecidos, Eduardo Coronel Gamboa.
Coronel es un chavo inexperto a quien gustaba encabezar las sesiones de tortura en Pacho Viejo y es señalado de presuntamente haber violado a una joven, familiar de un desaparecido por cuya acción quedó embarazada.
El punto es que toda esta embestida contra Winckler se da luego de un primer fracaso legislativo al no poder llevarlo a juicio político tras dividirse la votación por intereses políticos y pugnas al interior del Congreso.
El tema, sin embargo, toma actualidad de manera acelerada luego de la intromisión del Presidente López Obrador.
“Fue un error que el gobernador pasado (Miguel Angel Yunes) dejara un fiscal. Eso fue muy común en los últimos tiempos durante el imperio de la corrupción donde se protegían unos a otros. El que lo haya dejado el gobernador anterior y esté actuando en protección del viejo régimen llama mucho la atención”, dijo el pasado 22 de abril en su gira por la entidad.
La declaración presidencial fue una orden clara para borrar del mapa a Winckler e ir por la cabeza de Yunes.
¿Qué queda?
Solo la tramitología ya que una vez que el sustento ¿legal? demuestre la responsabilidad jurídica de Jorge Winckler, el Poder Judicial que encabeza el magistrado presidente Edel Alvarez Peña, convocará a un mínimo de cinco magistrados para que procedan a la destitución e inhabilitación del cargo.
Y si bien el TSJ cuenta con un año para proceder, la urgencia política ordena una destitución inmediata para que incluso una carpeta de investigación lleve a Winckler a Pacho Viejo, donde lo espera con los brazos abiertos el Fiscal de Duarte, Luis Angel Bravo Contreras.
En esa circunstancia ¿A quién de los chairos le gustaría ser el siguiente Fiscal carnal para que al final del sexenio corra la misma suerte que sus antecesores?
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |