Principios del 2017.
Eran los tiempos en los que Miguel Ángel Yunes Linares estaba “en la plenitud del pinche Poder” (dixit Fidel Herrera).
En ese entonces bastaba con que aquel que era gobernador anunciara la “próxima aprehensión” de “miembros de la banda criminal de Javier Duarte”, para que la clase política se pusiera a temblar.
Muchos de ellos llegaron al extremo de contratar despachos jurídicos, con el único fin de que mantuvieran un “monitoreo” en juzgados estatales y federales, para que les avisaran “con tiempo” si salía alguna orden de aprehensión en su contra.
Fue una estrategia de “terror” por parte de Yunes Linares.
Su objetivo no era sólo meter a la cárcel al mayor número de servidores públicos del duartismo o la fidelidad, sino robarles el sueño, arrebatarles la tranquilidad.
Dicen los que se han dedicado a estudiar el tema, que el “karma” es un ejemplo especial de la ley de causa y efecto que establece que nuestras acciones físicas, verbales y mentales son causas, y nuestras experiencias son sus efectos.
Quizá el karma pueda explicar con mayor claridad lo que hoy sucede.
Este jueves el delegado para Veracruz del gobierno federal, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, llamó la atención sobre un “detalle jurídico” que a muchos se les pudo haber pasado. Dijo que la carpeta de investigación que se abrió en contra de Miguel Ángel Yunes Linares, por presuntos actos de corrupción cuando estuvo al frente del ISSSTE, “no es caso cerrado” y fue contundente frente al cuestionamiento sobre la posibilidad de revivir esas denuncias:
“No se revive lo que no está muerto(...) No hay que olvidar que hubo un exgobernador que lideró el ISSSTE y que lo desfalcó y que es parte de las denuncias que la procuraduría (hoy FGR) debe de continuar”.
En abril de 2017, justo cuando Yunes Linares disfrutaba a plenitud la campaña de terrorismo mediático contra los duartistas, el dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, envió a Enrique Peña Nieto la llamada “carpeta azul”, que incluía una detallada relación de los bienes de Miguel Ángel Yunes, así como las denuncias que se habían presentado en su contra por enriquecimiento ilícito.
López Obrador acusó al Presidente Enrique Peña Nieto de confabularse con Yunes Linares (a través de su amigo, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio) para hacer caer a una legisladora de Morena (Eva Cadena, de Minatitlán) en “un cuatro” y grabarla en los momentos en los que recibía dinero, con la indicación de que se los hiciera llegar al propio Andrés Manuel.
“A pesar de que usted actuó para dañarme, lo que más me apena es su poco nivel político y moral. Es una vergüenza que quien se ostenta como presidente de nuestro gran país, México, no actúe como un hombre de Estado, sino como vulgar jefe de pandilla”, le reclamó en una carta López Obrador a Peña Nieto.
Y fue por eso que decidió hacerle llegar la “carpeta azul” con las propiedades de Yunes Linares en México y el extranjero, “y de las denuncias que por enriquecimiento ilícito se han presentado en la Procuraduría en contra de este siniestro personaje, sin que se les haya dado curso, debido a las complicidades y componendas que ustedes mantienen”.
La Carpeta Azul es un documento de 146 fojas, dividido en tres apartados: En el primero se mencionan las propiedades en Estados Unidos, en la Ciudad de México y en Veracruz; en el segundo se refiere a las empresas en España, y en el tercero las irregularidades detectadas en el ISSSTE.
Entre las propiedades se menciona un condominio de 45 millones de pesos en Alvarado; una casa en la Ciudad de México, valuada en 30 millones de pesos; una casa en Morelos, con un valor de 15 millones de pesos; una casa en el Club de Golf donde se encuentra también la casa de su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez, además de bodegas, terrenos, despachos y locales comerciales.
Incluye un departamento en Miami, y otro en la Quinta Avenida de Nueva York, valuados en 1 millón y 2 millones de dólares, respectivamente.
Gasolineras en Coatzacoalcos, Córdoba, Cosamaloapan y Cuitláhuac, con un valor de 60 millones de pesos; el rancho “Santa Gertrudis”, en Tres Valles, que vale 2 millones de dólares; la empresa de servicios informativos Mirafe, valuada en 10 millones de pesos; un yate Tierra Sobran “Ulúa”, que vale 2 millones de pesos; la empresa de bienes raices “Kryztal”, con valor de 5 millones de pesos; la empresa “Seguritex”, dedicada a la seguridad portuaria que vale 3 millones de pesos; el rancho “La Fermina”, en Tierra Blanca, de 3 millones de pesos.
Además, una residencia en Coyoacán, y terrenos en Xalapa, Cancún y Costa de Oro, Veracruz, con un valor de 25 millones de pesos.
A nombre de su hijo Omar Yunes Márquez aparecen cuatro empresas en Oviedo, España; también es copropietario de empresas inmobiliarias y poseen las empresas familiares “Yunes Consultores” y Operadora de Servicios Alimentos YM, en Boca del Río, Veracruz y Cholula, Puebla.
Es dueño de la Compañía Veracruzana de Casa y Departamentos y gasolineras en el Golfo de México, además de poseer cuentas bancarias en México y el extranjero.
No. El expediente no está muerto y el mensaje fue muy claro.
¿Seguirá Yunes Linares jugando al “valiente” contra los gobernantes de Morena, o amarrará a sus perros y se sentará a negociar su exilio?
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Epílogo.
El Delegado del ISSSTE en Veracruz, Fernando Kuri Kuri, encabezó el Segundo Consejo Consultivo Delegacional y afirmó que ante los retos económicos, financieros y administrativos, tiene la instrucción de mejorar la atención médica y los 21 servicios, seguros y prestaciones a los derechohabientes de Veracruz. *** En el último cuatrimestre la delegación ISSSTE Veracruz logró una ampliación presupuestal por 40 millones de pesos, que se utilizará para el mantenimiento preventivo de la infraestructura médica; además se entregaron ambulancias para traslado hospitalario en el sur y ropa hospitalaria en Xalapa y Orizaba.
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