“Uy que grave que no haya respondido” contestó en tono burlón el gobernador del estado, Cuitláhuac García Jiménez a un periodista, que le cuestionaba sobre reservarse la información sobre el tema de adquisición de patrullas rentadas. El desenlace como era de esperarse, causó revuelo en los medios de comunicación. Aquí lo interesante de ésta situación, es precisar la falta de oficio político que actualmente mantiene en jaque al ejecutivo estatal. 

He conversado con muchos politólogos, amigos de la prensa, personas que son intelectualmente capacitados para hablar de temas políticos, que me argumentan una lista de razones por las que atraviesa el estado de Veracruz:

Algunos me advierten, que derivado de la falta de convenios con los medios de comunicación [aunque sabemos que la Dirección de Comunicación Social, si los están distribuyendo pero algunos no rebasan de los cinco mil pesos y se convierten en viles chayotes], estos le sacan filo y agudizan todas y cada una de sus flechas en contra no tan sólo del gobernador del estado, sino también, en contra de todo lo huela gobierno estatal. Golpean sin cesar, y bien que mal, desestabilizan. Algunos que información investigada y ética; otros, como mercenarios de la información, fabricando noticias en contra de un determinado político quien tiene que salir a demostrar que la información publicada en “equis” medio de comunicación es una calumnia. 

Otros, me indican que la falta de oficio de Cuitláhuac García Jiménez está complicando todo, pues él piensa que si Javier Duarte de Ochoa (que fue también un gobernador hecho de microondas) pudo con el “paquete” de dirigir el rumbo de Veracruz, pues él, ha de considerar sacarlo avante. El resultado de ese tipo de gobernantes los veracruzanos, la conocen y la han sufrido pero sobre todo, la han llorado con lágrimas de sangre. 

Por lo tanto, considerando los nulos resultados del duartismo y la mala experiencia en la que éste dejó sumergido a Veracruz; podemos aconsejarle al actual gobernador, que todos queremos que le vaya súper bien, pero desafortunadamente su campaña terminó hace cinco meses con 27 días y que ya deje de andar dando “banderazos” de 100 metros de pavimentaciones de calles y de obras insulsas y que se ponga realmente a trabajar.

Es necesario que se asesore y empiece a determinar acciones en pro de la entidad. Y sobre todo, deje de justificar su mala praxis en la función pública, echándoles la culpa a sus antecesores. Sabemos y estamos conscientes de la depredación del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de Miguel Ángel Yunes Linares (Yunismo) en su minigobierno. Pero tampoco le hemos visto alguna intención de despegar y despabilarse. No vemos propuestas para sacar al estado del hoyo en el que nos dejaron los pésimos gobernantes. Hasta la luna de hoy, no hemos presenciado algún resquicio de cambio por parte del “Rayito de Esperanza” [Morena] en la entidad. Ojo, su secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, en vez de ayudar, lo empina. Si lo mandaron a apoyarle, pues creo que está haciendo todo lo contrario. Póngalo a trabajar, que para eso le pagan los veracruzanos. Recuerde que usted es empleado, que por el voto de los ciudadanos usted desayuna, come y cena las mejores viandas de comida. Que por los veracruzanos usted viaja en camionetas lujosas y blindadas, cuando antiguamente, creo andaba hasta en camiones. 

Otro tanto, advierten sobre una lucha de poder entre el gobernador del estado, Cuitláhuac García Jiménez, el súper delegado, Manuel Huerta Ladrón de Guevara y Norma Rocío Nahle García, secretaría de Energía, cargo otorgado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y que la hacen ser, la mujer más petulante, prepotente y despreciable que tiene la entidad veracruzana. Nahle se ha sabido servir e imponerse ante sus dos contrincantes dentro de su mismo partido. De estos tres personajes, sorprendentemente el enemigo más débil es el ejecutivo estatal. 

Ni Eleazar Guerrero Pérez, primo hermano del gobernador y quien ostenta el cargo de subsecretario en SEFIPLAN y  ni Patrocinio, han logrado contrarrestar la poderosa injerencia de la señora secretaría de Energía y el súper delegado, que se apropiaron de las mejores posiciones dentro de la estructura del gobierno del estado. Las direcciones del gabinete de Cuitláhuac, se las jalonearon Nahle y Huerta e incrustaron a tanto ambiciosos y muy corruptos personajes provenientes de otros partidos, con los que hicieron muchas migas y que saben, podrían cerrar muchos negocios redondos. El nepotismo es corrupción y además va en contra de la emblemática estrategia política de la 4ª Transformación que tanto cacarea Andrés Manuel López Obrador y que pisotean a menudo en el estado. 

Quienes tomaban protesta dentro de una dependencia, se encontraba que las direcciones ya estaban ocupadas y por lo tanto, estos personajes solo le darían resultados a sus padrinos políticos que los enquistaron en dichos puestos.

Todo esto combinado que un gran porcentaje de la gente de Cuitláhuac que cuenta con nula experiencia en el servicio público y que ostentan puestos de vital importancia dentro de la administración y que no saben ni elaborar un oficio o sellar un acuse de recibido de alguna documentación. Un reflejo del gobernante en turno. Son contados los servidores públicos que despachan dentro de su administración morenista que tienen experiencia en sus cargos y que saben desempeñarse con certeros actos en pro de las labores que le confirieron. Ellos cargan a toda la administración, además de soportar la grilla que los inútiles e incompetentes que como Zombies deambulan en la administración y que ejercen en contra de quienes si dan resultados. Porque eso sí, no ayudan pero como abonan a la verdulería política. 

Un detalle que los “Morenos” no están considerando. Que los veracruzanos ya se percataron del poder que ejercen en las urnas. Ya botaron al PRI del poder, ya botaron al PAN. ¿Esperarán que por sus desaciertos y contradicciones, en las próximas elecciones, toditos tengan que ver su paso en el poder, como debut y despedida? 

No dudamos que suceda. No dudamos que sus intenciones de ganar municipios y posiciones para el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) los esté cegando y crean que ya tienen al “toro” por los cuernos. El mal papel de los ayuntamientos morenistas está dejando una marca difícil de borrar. Los desaciertos gubernamentales están contribuyendo a perder su posición en el estado. Tómenlo como consejo, no como crítica. 

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