“Quizás se justifica que los morenistas le engorden la soberbia a su presidente”
Nada del otro mundo que un político proveniente de una elección popular, que le costó y sudo para obtener votos y el triunfo, de pronto, de golpe y porrazo, se le designe, comentan los envidiosos, empleado del “señor presidente”, justificando que el gran elector sigue siendo él, sumado a esto, de acuerdo a los comentarios vertidos en la política veracruzana, porque Ahued le estaba haciendo sombra al gobernador Cuitláhuac, es más…dada su brillante y añeja trayectoria del exitoso empresario, de un momento a otro, podría convertirse en el gobernador sustituto del salsero xalapeño…
Cosas de la política. Pero con toques de verdad, de una realidad de quien ha hecho de la política una actividad social, jamás lucrativa, con esa conciencia que es contabilidad interior y esto es un acto de creación, debido a esto, se revelaba en contra de las órdenes de gobernantes en turno, con iniciativas enviadas a los congresos, local y federal. Ricardo Ahued sabía de los riesgos y temeridades, aceptaba la decisión de los poderosos que no son dioses, fue penoso y difícil para Ahued protestar en las tribunas más altas, de México y de Veracruz, pero con la seguridad de expresarse con la verdad, así se convirtió en un legislador luminoso.
Ha sido el ahora director general de aduanas, sino un peregrino de la política o un andariego, garantía de triunfo y de humildad, incluso, ganándose en sus proyectos a los que nacidos fuera de la voluntad popular, aceptan sus programas de acción, de verdad y de sentido social. Esto, a los morenistas atrapados en el círculo de angustia no les cuadra por la desconfianza de su formación priista, lo que jamás ha negado Ahued quien continúa en el camino limpio de la serenidad dentro del papel democrático, tan es así que en la candidatura anterior rumbo al Senado, Ricardo Ahued obtuvo una abultada votación, incluso superior a la obtenida por el mismo Cuitláhuac, es decir…153 mil votos más que el mismo candidato al gobierno de Veracruz…se sabe que el “Peje” cuando candidato se sorprendía de la aceptación ciudadana que logró Ricardo Ahued.
Graduado en la calle, en las campañas a la alcaldía de Xalapa, hace catorce años, con una votación de más de setenta mil votos y a la de diputado local y federal, abanderado por el Revolucionario Institucional, superando las pendientes bruscas con mera tranquilidad. Perdemos un excelente senador y su inquietud y perseverancia por apoyar a los veracruzanos en el subsidio de las tarifas eléctricas, molestó y puso a rabiar al jefe que, esto mismo logró en su estado natal, dando muestra de un autoritarismo feroz, designándolo en aduanas…que no cesará en su meta de alcanzar la gubernatura de Veracruz, en el siguiente proceso electoral…a antes, misma meta que lleva Rocío Nahle para brincarle de la secretaría de Energía al proceso de 2024…
Ahued, institucional y experimentado, aceptó este “alto honor” que le concedió el “señor presidente”, sabiendo que su imagen pública responde a su persona, respetando el derecho y la dignidad de todos, incluyendo a las minorías…a morenistas con ponzoña, a sus amigos del PRI, panistas y perredistas…incluyendo a los religiosos del coro de Cuitláhuac, quienes con envidia y saña celebran, de momento, la llegada de Ricardo Ahued a la dirección de aduanas…acaba de pronto el nerviosismo en la gente de Cuitláhuac.
Ricardo Ahued no siembra la insidia, menos aviva recelos.
¿La dejamos en una burda parodia del “señor presidente”?
Absurda y necia…quizás.
Provecho. |