*Soberbia aguda y permanente cuando consiguen el poder todos los candidatos, nadie se salva.
*¿Existe autoridad moral para limpiar el rostro de las instituciones y de los malos priistas?
*Se dice y se asegura que es desquite por la humildad y pobreza que vivieron…todos.
“El poder no corrompe. El miedo corrompe, tal vez el miedo a perder el poder”.

El ciudadano me comenta…para esto no existe vacuna. Le dije, tienes razón. ¿ O alguien tiene la brújula de la moral?. Fue más allá su comentario: “ustedes como prensa han perdido la capacidad de rebeldía y de crítica”, deben aceptarlo. Cierto, muy cierto. Sacando de la manga, inmediatamente, agregaría: “si existiera una colonia de desterrados políticos corruptos, habría de todos los partidos, seamos sinceros, no solamente del PRI, tan satanizados, tan desprestigiados con saña y coraje, quizás ganada, pero en esto de la corrupción que en la llamada renovación moral por Miguel d la Madrid, no se pudo con ella.

  El amigo, asegura: Imposible gobernar sin políticos…

 El caciquismo centralista, alcahuetería y desorden solaparon las marrullerías de los malos priistas, en lo cual en sí, el PRI no lleva culpa alguna, de la actitud mañosa y de ultrajes financieros de los que ocuparon cargos digamos gubernaturas, senadurías, diputaciones y cargos de confianza, salidos de las filas priistas, silencio cómplice, colmaron al ciudadano, testigo de las raterías que no solamente las vimos entre los duartistas, hubo fidelistas y es deber decirlo, hasta de panistas y perredistas. También pellizcaron del sistema.

        Vulgares priistas, fueron eso, ambicionando un alimento maldito llamado dinero, desprestigiando a su partido que les brindó calor y canonjías, sin preparación para perder, sintió y sufre su calvario, partido minoritario frente a la mayoría adversa de oposición triunfante y la amenaza es todavía bastante seria, sin poder contener la agitación y el equilibrio en el país, entendiendo que, los Duarte y los amigos de Fidel Herrera, tuvieron sellos de tolerancia, y aseguran los que conocen de este análisis profundo, complicidad oficial…y ahora los que ostentan el poder intentan justificarse con las fallas y el bandidaje de sus anteriores pero no se puede combatir la corrupción con el hambre que padecen los mexicanos.

            Se supone que robaron los duartistas y fidelistas, pero no el PRI. Que Miguel Angel Yunes Linares, acabó con los dineros de Veracruz, sería él y solamente él pero no Acción Nacional. Pasaron por Los Pinos el polémico Vicente Fox y Felipe Calderón, nada bueno que aportaran y el pueblo mexicano siguió sumido en el hambre, en la enfermedad, multiplicando la miseria y para colmo, la ignorancia. No todo ha sido maldición priista.

       La renovación moral hubiera triunfado con Miguel de la Madrid, pero los priistas corruptos sentenciaban a sus incondicionales, solamente el Negro Durazo y Díaz Serrano sufrieron la cacería ya conocida…la oligarquía mandante se impuso con prepotencia, cinismo y desverguenza y con una prepotencia que nunca fue firmeza de mandato y la fortuna de los gobiernos del PRI creció en un santiamén y ahora sufre las horribles consecuencias.

    La ostentación y la burla se reflejaba en los malos políticos del Revolucionario Institucional, de ahí la castración política de los enfurecidos opositores ahora en el poder como patriotas inmaculados, pero dentro de la frivolidad política, criticando y ajusticiando a quienes practicaron una inmoralidad dinámica y desafiante. Sin experiencia en participaciones electorales, sin “baños de pueblo”, antes de la asunción a una gubernatura, caso Duarte, no les interesa el Partido que los eleva al ambicionado trono y…lo desmadran. A Javier Duarte de Ochoa le fabricaron una campaña a la diputación federal por Córdoba y consideraron que ya estaba listo, cuando escaseaba en él, talento para servir a Veracruz y condiciones.

   Llegan sin olor a pueblo, he ahí el fracaso en su mandato. Anteriormente el PRI se preocupaba por madurar a su gente en el arte de mandar, en los últimos procesos se debilitaron alejados del pueblo. Y ahora necesita al capitán con la capacidad para llevarlo a buen puerto.

 Vemos ahora, en priistas y panista en el poder, incluso de menor rango, como la gente resiste y afirmamos, les teme a los desplantes cuando no los reciben, además, los humillan con esperas largas y aburridas demostrando su menosprecio personal, ignorando quizás que se guardan los rencores, acumulados que salen a relucir en las votaciones venideras.

  No es tiempo de ensayos o de improvisaciones. Los dirigentes del PRI ya no pueden equivocarse. El daño causado por los Duarte y sus colaboradores, priistas que en complicidad llevaron a su partido si no a la tumba, al desprestigio y guillotina que está a punto de caer si no logran la proeza – difícil, cierto -  de rescatarlo, depurando y convenciendo, con oportunidades en los jóvenes y apartando a los aspirantes cuya ineptitud y traición está plenamente demostrada, de continuar los vicios y la terquedad de sostenerlos causará más irritación entre su militancia, aunado a las ya torpezas gubernamentales duartistas.

    Estos malos priistas llevan ya la marca indeleble de la sanción ciudadana. El PRI no está para mantener a los inútiles y traidores solo por el hecho de ser amigos…menos solapar a los improvisados y a quienes siguen actuando con esa soberbia tradicionalista…bien, ahora en cuento a los exfuncionarios y funcionarios corruptos actuales en el gobierno, que merecen juicio y encarcelamiento, nos preguntamos:

   ¿Si los encarcelan?

 ¿Quién cerraría la reja?