Ahora que se pretende que los municipios con vocación turística deban tener su página en Internet para promover sus atractivos, recordé nuestros años de adolescente en los 60, cuando los fines de semana el doctor Gastón Galindo y Pensado -padre de nuestro amigo y compañero Joaquín Galindo- nos invitaba los fines de semana a ir al puerto de Veracruz a ver los partidos de los Tiburones Rojos y de regreso pasábamos a comer en el Hotel de Puente Nacional.
Nosotros conocimos Puente Nacional desde el sexto año de primaria, cuando estudiábamos, con nuestro también querido maestro Filiberto Medina Landa, ya que los fines de semana nos íbamos de aventuras, con nuestro también gran amigo de toda la vida, Oscar López Martínez a bañar al histórico río y sacar de entre las piedras, algunas acamayas.
El municipio de Puente Nacional tiene esa ahora llamada “vocación turística”, pues posee muchos sitios y elementos que desgraciadamente no son muy conocidos, pero que han sido escenario en la historia no solo del estado de Veracruz sino de todo México.
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Habría que comenzar por recordar que era el camino real, por donde transitaban desde siempre todos los personajes y mercancías que tenían como destino la ciudad de México.
También es poco sabido que su nombre se debe al puente, que en un principio se le denominaba Puente del Rey, que se encuentra sobre el río Huitzilapan o La Antigua y fue utilizado como lugar estratégico durante la guerra de Independencia y las civiles, por don Guadalupe Victoria. Posteriormente se le denomina Puente de la República y finalmente se le denomina Puente Nacional, tomando la cabecera el nombre de este Puente.
Tampoco es sabido que desde el siglo XVI, al establecerse el camino de literas entre La Antigua y la Ciudad de México, se instalaron diversas ventas en su trayecto, una de ellas fue la Ventilla que estuvo situada sobre la margen del río Huitzilapan, en las inmediaciones de Puente Nacional.
A principios del siglo XIX, Diego García Conde, construyó el Puente del Rey con los planos del célebre Manuel Tolsá. En colaboración del general José Rincón y su hermano Manuel, habría de distinguirse por ser el lugar preferido por Guadalupe Victoria, para luchar por la Independencia Nacional y así nació el poblado que se designó después con el nombre de Puente Nacional.
Por decreto de 25 de octubre de 1892 se establece la cabecera municipal en Crucero, en 1926 el pueblo de Chichicaxtle es designado cabecera municipal. El decreto de 15 de agosto de 1941 restituye el carácter de cabecea municipal al poblado de Puente Nacional.
Se encuentra ubicado en la zona centro del estado, a una altura de 100 metros sobre el nivel del mar. Limita al norte con Actopan y Úrsulo Galván, al este con La Antigua y Paso de Ovejas, al sur con Comapa, al suroeste con Tlacotepec de Mejía, al oeste con Tlaltetela, Apazapan y Emiliano Zapata
Tiene una superficie de 383 Km2, cifra que representa un 0.53% total del estado.
Entre los monumentos históricos con que cuenta y que se pueden visitar se encuentran el Puente del Rey, la Hacienda de Santa Anna, el Polvorín de Casa Mata, el Corralón de Cambio, El Fuerte de San Fernando, El Fuerte del Cerro de la Concepción, La pirámide de El Boquerón (de origen Totonaca) y la Iglesia del sagrado corazón de Jesús en la localidad de el Crucero.
El 25 de mayo se lleva a cabo la celebración de la Purísima Concepción.
El día 8 de diciembre se festeja el día de la Concepción, patrona del lugar con una fiesta religiosa, actos religiosos y ofrendas florales.
Entre su rica gastronomía se disfrutan los Tamales de Pipían (masa cocida, pipían, ejotes, chayote y chile ancho o chipotles al gusto, ajo, clavo, hoja de epazote o acuyo y sal al gusto). Tlatonile (carne de res o de puerco, cacahuate o ajonjolí, opcional, salsa de tomate, chile ancho, ajo, el ejote, chayote, calabacitas y chícharos picados, condimentados con epazote o acuyo). Manjar de Maíz Negro (maíz molido, fermentado y hervido, cocinado con chocolate y canela, pasitas al gusto). Todavía hay algunos langostinos al mojo de ajo y enchipotlados.
En la actualidad el Balneario Puente Nacional, cuenta con alberca, chapoteadero y vestidores, rodeados de áreas verdes y vegetación abundante, compuesta de palmeras y árboles de la región en donde se puede disfrutar de un clima tropical. Desde el balneario, se puede admirar el Puente del Rey, proyecto del Virrey Revillavigedo, conocido en la actualidad como Puente Nacional.
Así las cosas, Puente Nacional es uno de tantos ejemplos de municipios que tienen vocación turística, pero que desafortunadamente no han sido explotados en todo su potencial, a ver si ahora sí, le dan la promoción tan necesaria.
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