Bernal Díaz del Castillo narra en la Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España detalles sobre la expedición de Hernán Cortés a “Las Hibueras” –hoy Honduras- en 1524; cuya primera etapa partió de Tenochtitlan hacia la Villa del Espíritu Santo en el sur del actual Veracruz…
A su paso ubicaron -río arriba- un pueblo denominado Guazacualco, acompañado Cortés por el caído rey azteca Cuauhtémoc, por elementos del ejército español y doña Malinche…
Toparon con varios pueblos de indígenas que hablaban diversas lenguas y comerciaban entre sí navegando el río del mismo nombre… (1)
Díaz del Castillo repara en un detalle fundamental para entender lo que somos: avistaron indígenas zapotecos nativos del actual Oaxaca y comerciantes de productos con nahuas, popolucas y otros grupos étnicos a lo largo de la cuenca del poderoso río Guazacualco, extendido a lo largo de 325 kilómetros, luego de su nacimiento en la sierra del Niltepec o sierra Atravesada, en Oaxaca.
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El mismo río que dio vida a una de las civilizaciones nativas, originales, del planeta tierra: la Olmeca…
He ahí uno de los secretos de la grandeza del Coatzacoalcos: un río que nos permite evocar a Mesopotamia, Egipto, los Incas, a India y China…
Desde el corto recorrido acuífero que miró partir a Quetzalcóatl y nacer -a partir suyo- civilizaciones monumentales de rostro istmeño y más allá del istmo…
Río único por la multiplicidad de sus tonalidades de voz, sus indomables variaciones de color, las cosmogonías que lo rodean para dialogar con dioses y cuidan por siempre a las serpientes aladas e indomables…
En concreto: si lo queremos ver así –desde una perspectiva geográfica- el territorio mexicano no sólo ha tenido siempre una cintura estratégica llamada Istmo de Tehuantepec; sino que ésta se dividió en distintas entidades y municipios a partir de procesos históricos desde antes y después del siglo XVI a la fecha…
Pero siempre fue y nunca dejó de ser un territorio complejo, diverso, rico en recursos históricos, humanos, naturales; multiculturales y pluriétnicos…
Ligado a su vez a otros territorios a los que influyó y que lo influyeron e influyen…
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Generar la infraestructura que aproveche las ventajas del Istmo de Tehuantepec en el mundo globalizado actual representa dar pasos para convertirse en una potencia económica; un país de primer mundo.
Veamos algunos de los múltiples elementos que definen lo anterior:
- Mientras el sureste mexicano posee la mayor cantidad de agua potable, selva y bosque tropical del país, representa el lado pobre y en algunas zonas de miseria social de la nación.
- Ello, en contraste con entidades del bajío y el norte de la república como Jalisco, Querétaro y Nuevo León cuyos respectivos Productos Internos Brutos son superiores a los de Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Tabasco.
- Dicho de otro modo, desde el sur se genera buena parte de la materia prima de la industria nacional pero la misma se envía en forma bruta al México industrializado o al extranjero.
- El sureste mexicano forma parte, a guisa de condena, de las venas abiertas de América Latina que describió Eduardo Galeano (+).
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El gobierno de Enrique Peña Nieto decretó la creación de Zonas Económicas Especiales (ZEE) en diferentes regiones del país, como parte de las Reformas Estructurales que –se dijo en su momento- detonarían el “Mexican moment”, ´el ahora sí´, “el por fin”, ´el arribo de la patria al sacudimiento de la salvaje cifra de pobreza que incluye a más de 54 millones de mexicanos…´
Y otra cantidad semejante o mayor de clasemedieros a quienes el sistema neoliberal arrebató durante los últimos 40 años elementos de movilidad social para estancarlos en una vida sin desarrollo…
Vida sin esperanza, llena de violencia y de pérdida de identidad sociodemográfica…
Fuimos durante los mejores momentos de nuestra economía de clase baja/alta a clase media/baja, luego a clase media/media, después a clase media/alta y finalmente a clase alta/baja…
Esto murió poco a poco desde los años 80s del siglo XX a la fecha y en la actualidad nadie se mueve…
Salvo para formar parte de la delincuencia organizada o desaparecer bajo los espantosos rieles de los ríos de sangre que día con día crecen y crecen…
La historia del chapo Guzmán partió desde la clase baja/baja, en la cosecha de goma de opio de la sierra de Sinaloa para encumbrarse -vía el crimen- hasta la riqueza delirante y parar en una cárcel inexpugnable de Estados Unidos…
La vida del chapo es un reflejo de la historia del país durante el último medio siglo: una sociedad que se ha ido gradualmente a la mierda…
En fin, el combate a la pobreza es también la lucha contra el crimen, aunque no terminará con él porque la delincuencia tiene muchos partos más allá de la movilidad social…
Por otra parte, no es lo mismo la Zona Económica Especial en el puerto “Lázaro Cárdenas” de Michoacán, hasta donde llega la materia prima para las drogas sintéticas que se fabrican en Nayarit que la ZEE en Salina Cruz, cuya refinería se intentó privatizar durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari…
O la ZEE de Coatzacoalcos que fue en los años 70s y 80s del siglo pasado la capital petroquímica de México y hoy es la segunda población con percepción de inseguridad del país…
Las ZEE que buscó impulsar el gobierno de Enrique Peña Nieto tenían, tal cual, su respectivo contexto político, económico, histórico, hacia el interior de mercados mexicanos y en el ámbito geopolítico de la globalización.
Su común denominador en el gobierno de Peña Nieto fueron los intereses de la oligarquía nacional amafiada en los grandes negocios de la economía del país…
Su común denominador, hoy, es que hay desaparecido de un plumazo sin que exista un elemento estructural sustituto más allá del corredor interoceánico pensado para aprovechar la cintura estratégica del territorio mexicano.
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El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha dicho NO a las Zonas Económicas Especiales.
“Ya no me preguntes eso. Las ZEE ya desaparecieron”, respondió Rocío Nahle García -Secretaria de Energía- durante la visita de AMLO a Veracruz el 21 de abril pasado.
El diputado local por Coatzacoalcos, Amado Cruz Malpica, presentó ante el pleno del Congreso veracruzano una iniciativa para cambiar nombre a la Comisión que preside en relación al corredor interoceánico.
Claro que no es un tema semántico, reconoció Cruz Malpica entrevistado por Claroscuros, Palabra de Veracruzano y Conecta Noticias.
El proyecto de las ZEE ha sido sustituido por el de una Zona Franca a lo largo de 300 kilómetros de vía férrea entre los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz y Salina Cruz, Oaxaca.
20 kilómetros de ancho tendrán el área donde se darán facilidades fiscales para inversionistas nacionales y extranjeros.
Lo mismo ocurrirá con la llamada carretera transístmica que deberá llamarse interoceánica, se entiende…
Mucha austeridad franciscana pero el estilo verbal es el estilo verbal…O sea, ¡¡¡no!!!
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De concretarse el proyecto en lo relativo a la modernización de las vías férreas y las carreteras, la creación de infraestructura para puertos secos como el de Medias Aguas, en Sayula de Alemán, se alcanzará un objetivo pensado un siglo y medio atrás.
Si a ello se suman las inversiones públicas y privadas en materia manufacturera para competir en los mercados europeo, asiático, norteamericano, se rebasarían con mucho las ventajas del Canal de Panamá.
Ambos pasos requieren por lo menos dos sexenios para montarse, inversiones que rebasan con mucho la capacidad financiera del actual gobierno mexicano…
También condiciones políticas nacionales y extranjeras que no lucen dadas total, sino parcialmente: el visto bueno norteamericano con Trump al frente representa un NO…
El interés del gobierno chino por el acceso a sus capitales en Tehuantepec representa un SI…
¿Cómo lograr la combinación positiva para México de estos intereses gigantes que nos rebasan?
¿Cómo afianzar el proyecto interoceánico más allá del 2024, cuando concluirá el periodo de AMLO?
Si hay una oportunidad para sacar al sureste mexicano de la pobreza secular es ésta…
Si hay un reto frente a nuestra pequeñez cangrejera en el ámbito político y económico mundial hela aquí…
Es sumamente necesario estudiar a fondo en qué consiste el corredor interoceánico y superar la lucha interna de intereses en que vivimos anquilosados…
En resumen, el corredor interoceánico no es la panacea ante nuestro drama de injusticia social pero ciertamente es una alternativa viable, históricamente interrumpida y que –como nación- debemos defender más allá de nuestras diferencias ideológicas.
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Urge un cambio de visión sobre lo que somos, un ajuste que nos conduzca a reconsiderar la identidad mexicana en general y la veracruzana en particular.
Antes de la división político-geográfica entre Veracruz y Oaxaca, existía el Istmo y ahí convivían no una sino docenas de culturas…
Tal como en Mesoamérica Cortés se topó con miles de etnias, lenguas, culturas, muchas aliadas y otras rivales entre sí…
México es muchos Méxicos…
Veracruz es muchos Veracruz…
La imagen de lo jarocho como elemento representativo de Veracruz es errónea…
Desplaza lo huasteco y sus respectivas variedades, lo totonaco y su diversidad…
Lo jarocho es distinto entre sí en la cuenca del Papaloapan, la sierra de Los Tuxtlas, el Sotavento acayuqueño…
Varía notablemente en la sierra de Santa Martha y San Martín con el habla popoluca y nahua…
Cambia en el Istmo al mezclarse con lo zapoteco…
Y el Veracruz profundo que colinda con la región Maya de Chiapas y Tabasco…
Si a este inmenso y profundo caudal cultural lo identificamos con una puesta de ballet al estilo de Amalia Hernández, vivimos equivocados sin darnos cuenta…
Y lo que es peor: sin interesarnos en reconocer el error…
El corredor interoceánico será un error si es visto sólo como un proyecto macroeconómico destinado a combatir la pobreza…
Requiere el acompañamiento de una profunda reflexión del conjunto de las ciencias sociales para rescatar nuestra identidad múltiple, por cuya pérdida a través del tiempo también nos hemos debilitado…
No será posible el éxito del proyecto interoceánico:
Si La Zandunga no baila el Pájaro Cú…
Si no somos capaces de observar a La Llorona salir de la iglesia de San Martín Obispo, en Acayucan, con un hermoso huipil y muy parecida a la Virgen…
Si no comprobamos -danzón en ristre- que si Juárez no hubiera muerto, todavía viviría y no debería tener necesidad de un tratado tan desventajoso con unos vecinos destructivos por definición…
- Referencia tomada del libro Minatitlán ni flechador ni flechadores; del contador y cronista minatitleco, Renato Palemón Vázquez Chagoya.
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