En una reunión en la casa de Miguel Ángel Yunes Márquez a la que asistieron su papá el ex gobernador, su hermano Fernando alcalde de Veracruz, los diputados Marijose Gamboa y Sergio Hernández, además de unos 30 alcaldes e igual número de regidores, el ex candidato perdedor a la gubernatura dijo: “Había estado bastante tranquilo, bastante callado. En la elección pasada quise ser prudente porque todos eran mis amigos, pero ahora no, ahora me voy a meter en serio a favor de mi amigo Pepe Mancha”.
Más claro el mensaje imposible; los Yunes hicieron sonar los tambores de guerra.
Joaquín Rosendo se ha convertido en un candidato poderoso al que se han unido panistas de pura cepa resentidos con el ex gobernador. Además, su feudo Tantoyuca, cuenta con el padrón más grande que el PAN tiene en el país y la mayoría de esos militantes son suyos, los ha cultivado por años con prebendas. Y por si fuera poco, López Obrador no lo ve con malos ojos.
El pasado 30 de marzo, cuando el presidente visitó Tantoyuca, la familia Guzmán Avilés se encargó que la visita fuera tersa y sin problemas. Se dice que incluso enviaron a decenas de panistas al Deportivo Morelos para que el evento se viera más concurrido y lucidor. Y ese detalle lo tiene presente Andrés Manuel.
Quizá por eso Miguel Ángel junior dijo este martes: “No podemos permitir la mano de Morena en nuestro partido. Necesitamos una dirigencia fuerte, una dirigencia que no se arrodille ante el poder”.
¿Qué tienen los Yunes para oponerle a Joaquín Rosendo? Tienen muchísimo dinero, alianzas con grupos poderosos, complicidades, confabulaciones, y además la obsesión de Miguel Ángel Yunes Linares porque Pepe Mancha repita (a como dé lugar), como presidente del PAN porque es la única vela que le queda encendida.
Sabe que si el tuxpeño pierde, su carrera política habrá llegado a su fin y sin duda también la de sus hijos. De ahí que apueste su resto a esa baraja.
¿Qué tiene Joaquín para contrarrestarlo?
Cuenta con infinidad de simpatizantes, pero además, con la buena memoria de AMLO.
Como gobernador Yunes le dijo de todo al candidato López Obrador y su hijo le entró a las ofensas al llamarlo viejo guango. Eso no lo ha olvidado el presidente que no tarda en ordenar que desempolven las denuncias que el choleño tiene en la FGR.
Si esas denuncias se convierten en ordenes de aprehensión, Joaquín Rosendo tendrá pavimentado el camino a la presidencia del PAN. Lo mismo pasará si el ex gobernador pacta la derrota de Mancha a cambio de que las acusaciones sigan archivadas. Pero esto se antoja imposible por dos razones: porque Joaquín tiene reales posibilidades de ganar y porque AMLO jamás negociará nada con Yunes Linares.
Como quiera que sea la moneda vuelve a estar en el aire, con el agravante de que si gana Pepe Mancha el panismo veracruzano se quebrará sin remedio.
Y juntar tanto pedacerío llevará años.
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