Este poderoso titular de Despacho, tiene un enorme sentido de auto importancia, exagera logros y capacidades, tiene fantasías de éxito ilimitado, se cree especial, exige a sus subordinados admiración, carece de empatía, genera envidias, presenta actitudes soberbias y lo peor, se cree más que su patrón.
En efecto, le atinó usted muy bien, nos referimos al cuenqueño Eric Patrocinio Cisneros Burgos, personaje que en múltiples ocasiones ha dado muestra de su narcisismo y ha empinado al propio jefe del Ejecutivo, generando diversos conflictos con su comportamiento.
Vaya, tanta es su egolatría que hasta un libro dicen que “escribió” y lo grita a los cuatro vientos.
El oriundo de Otatitlán, ya sea desde su oficina o en entrevistas da muestra de sus actitudes autocomplacientes y sin empacho alguno se maneja como el verdadero Jefe de Estado, cuando le guste o no, el Gobernador Constitucional se llama Cuitláhuac García Jiménez.
Por el bien de Veracruz, don Eric debería de tener en cuenta cuál es su lugar, y entender que existe una imperiosa necesidad de ayudar al verdadero mandatario, pues su proyecto depende directamente del éxito o de la ruina de la “4T” en la entidad.
Cisneros tiene la obligación de ofrecer soluciones, y de ayudar a Cuitláhuac García no defendiendo lo indefendible, si no reconociendo lo que está mal y ser factor de un positivo cambio, pues las y los veracruzanos están hartos de pretextos absurdos y de justificar las payasadas de funcionarios que detienen el poquito avance que se pudiera tener en esta administración.
Ya veremos si Cisneros finalmente entiende su posición o no, de sus sueños a futuro se tendrá que ocupar después, pues si las cosas siguen como van, en las intermedias con todo y el Partido Verde como aliado se espera un fracaso total.
@IvanKalderon
ivancalderonflores@outlook.com |