¡Ya estuvo bueno de oscuros experimentos!
Cuando se pensaba que Xalapa ya había llegado al tope de malos alcaldes con Reynaldo, el “tontín” de David Velasco y Elizabeth Morales, llega el atarantado de Hipólito Rodríguez, que no fue de extracción Morena, sino resultante de una negociación con el Partido del Trabajo que ya ni siquiera existe. Así, ya mismo la capital veracruzana vive y padece el cuatrienio de quien ni le gusta ni sabe gobernar. Afortunadamente este amigo de nadie ya se va el año próximo y, de nuevo, la esperanza para los jalapeños revive y se observa de manera nada temprana que se empieza a calentar el cotarro político de quien podría gobernarnos, ya no cuatro años por la modificación constitucional, sino el siguiente trienio 2021-2024. Por lo pronto las condiciones están dadas para la alternancia. A ello se suma la flaca caballada Morena por la cual difícilmente la ciudadanía apostará luego de esta desgracia llamada Hipólito, por la cual en mala hora se apostó. Por lo pronto empezó a manejarse el nombre de uno de los más distinguidos y connotados ciudadanos jalapeños que podría jugar por la vía de una coalición partidaria. A don Carlos García Méndez apenas tengo de conocerlo 35 años, de la época de don Fernando para acá. De tuétano político el doctor García Méndez es acaso quien mejor conocer los problemas sociales, económicos y políticos de Veracruz, pero en lo particular de Xalapa a la que ha entregado su vida. De hecho el claustro educativo que fundó casi tres décadas atrás, la Universidad de Xalapa, la nominó así por la querencia para convertirla en la más importante de la entidad, después de la Universidad Veracruzana. Estoy cierto, sin temor a equivocarme, que Carlos García Méndez es uno de los jalapeños más queridos. Siempre amigo, siempre leal a sus equipos y equiperos y siempre con una carrera política y académica de excelencia. Ora para con don Rafael Hernández Ochoa, ora para con don Fernando; en otras con Patricio Chirinos o don Miguel Alemán y siempre amigo de don Guillermo Zúñiga, que ya se fue o su amigo de vida, el doctor Rubén Pabello Rojas, sin descuidar desde luego a su jefe y amigo Manuel Fernández Ávila. Sus relaciones institucionales, siempre fueron de respeto. Las conservó sexenio a sexenio hasta Yunes Linares y el propio Cuitláhuac García. Siempre en la lealtad, siempre en la honestidad, signos le que caracterizan. Este distinguido veracruzano por curricula no para. Dos licenciaturas, dos doctorados, académico de la UV por más de 20 años con un largo trecho en los primeros niveles de la administración pública estatal y rector de la Universidad de Xalapa. Hace un par de años el diario “El Universal” le confirió la “Medalla Félix Fulgencio Palavicini 2018”, máximo reconocimiento que entrega la “Fundación Ealy Ortíz”. El académico y político cumple así, con tan importante tarea en favor de la educación y la cultura. Don Carlos es un hombre forjado en el esfuerzo, proviene de una familia humilde y tras incursionar en la político buena parte de su vida decidió hace casi tres décadas sumarse a la cruzada por educación media y superior con los resultados hoy por todos conocidos. Para ello se preparó como licenciado en Derecho, maestro en ciencias de la educación, se doctoró en Filosofía y se especializó en Ciencias de la Educación por la Atlantic International University, así como un doctorado en Derecho por la Universidad de Almería, España, además de grados honoríficos y otras distinciones académicas nacionales e internacionales. Carlos García Méndez, un ejemplo de veracruzano de orgullo y que bueno que se piense en Xalapa y que se piense en él. Habrá que esperar. Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |