Si ocupamos este año el primer lugar en feminicidios -todavía este fin de semana una joven de 25 años, Sbeydi “N” fue asesinada en un hotel en Veracruz-, y sumamos la matanza del bar “Caballo Blanco”, el asesinato de la alcaldesa de Mixtla, Maricela Vallejo y el crimen del ex alcalde de Yecuatla, Rogelio Ayala, así como la presencia de siete Cárteles ¿Qué calificación merece nuestro ilustre mandatario?
Si el nepotismo que empieza con el propio gobernador al entregar a su primo hermano Eleazar Guerrero, el manejo de los dineros públicos nombrándolo Subsecretario de Finanzas, un mal ejemplo extendido al gabinete, diputados federales y locales y en lo general a los tres poderes ¿Cómo evaluarías al gobierno del uno al diez?
Y si la corrupción es la dinámica del DIF, al igual que las Secretarías de Comunicaciones, Salud y la Secretaría de Seguridad Pública, con el tema de las patrullas rentadas ¿Qué opinión te merece el gobierno?
Y siguiendo con lo mismo.
Si en un año de evaluación nacional sobre la aprobación ciudadana a los gobernadores del país, el de Veracruz ha sido colocado entre los tres y cinco peores ¿Quiere decir que Cuitláhuac ni es popular, ni es querido o acaso es una decepción?
Y si en los últimos 12 meses se ha dedicado a exterminar a sus enemigos y opositores borrando incluso los tres poderes –el legislativo y el judicial lo representan dos personas invisibles- para erigir una aldea de mando despótico ¿Era lo que se esperaba del mentado cambio?
Luego el aderezo.
Sus repetidos sabadabas, su modito de expresarse, sus tacos de tripa gorda, su sui generis vestimenta y su ya legendario malhumor que se proyecta en el día a día hacia los representantes de los medios de comunicación a quienes odia… ¿Por cierto ya se aclaró el crimen del colega Jorge Celestino Ruiz o algo nuevo hay con los 23 periodistas asesinados en el últimos años?
Y por si no fuera suficiente, eso de huir de los “Colectivos”, escapando por la puerta de atrás de un hotel en Orizaba, aconsejado por su inútil Fiscal provisional, Verónica Hernández ¿Qué adjetivo se merece?
En fin, que ha sido un año muy difícil para todos.
Y ni cómo ayudarlo. No se deja… y no lo dejan sus contlapaches.
Su secretario de Gobierno, Eric Cisneros, es toda una fichita; su nada talentoso y fiel devoto de la magia negra y las limpias con huevo de gallina negra, el Secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, ha sido el peor calificado del gabinete por sus propios aliados quienes lo señalan con 10 mil millones de pesos no ejercidos y la vulgarcita Directora del DIF, Verónica Aguilera Tapia, quien esta cierta que la transa es una virtud.
Y qué decir de la de Turismo, Xóchitl Arbesú, quien asegura que aumentó el turismo internacional un 331% (¿?).
Y así hasta el fin.
Termina el año y el gobierno nunca pagó a sus acreedores, solo a algunos les dio limosna. Termina presumiendo carreteras y calles nuevas ¿7 mil kilómetros? cuando en los hechos solo existen videos de las mismas calles y los mismos tramos carreteros escenográficos que solo han servido para presumir lo inexistente.
Termina el año y no pocos piensan que ya solo le quedan 12 meses de vida. De no ser así se percibe, sin embargo, un sensible crecimiento de la oposición partidista dispuesta a unirse para imponer un Congreso opositor como paso al rescate de la gubernatura.
Ese es el saldo a un año.
Tiempo al tiempo.
*El autor es Premio Nacional de Periodismo
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