El diputado Vargas Barrientos asegura que no hay persecución política, que cumplen con su deber ante los señalamientos y que la comisión instructora no es ni será instrumento de persecución.
Ha trascendido que las pruebas en contra de ellos y de ella son suficientes para presumir que se han cometido los actos delictivos de los que se les acusa, pese al hermetismo y cuidado que tuvo el diputado Vargas al referirse al caso.
Como sea, algo va quedando claro. Subestimaron a quienes detentan el poder. Y no solo ellos, también varios actores políticos que creyeron que podrían ponerle el cascabel al gato aduciendo inexperiencia. El resultado es que salieron arañados.
Dan ternura quienes ponen el grito en el cielo. Pero son los mismos que en otras administraciones actuaron con alevosía y abuso de poder, despedazaron vidas y familias y ahora se quejan cuando les toca pasar por la guadaña.
Bien dice el dicho que los carniceros de hoy serán las reses de mañana. Y estamos viendo a esos carniceros pasar por el cuchillo para convertirse en las reses que pasarán al rastro.
También ha trascendido que en su momento, Winckler y su equipo cercano, todas y todos prófugos, enfrentarán a la justicia. Se dice que estarían ubicados y que no podrán librarla.
Conocerán en carne propia el dolor que causaron en otras personas. Sabrán que sus vidas nunca volverán a ser iguales. Meditarán que nunca pensaron en las consecuencias, en sus familias.
Ahora les quedará claro que la ambición traducida en anhelo de continuidad perpetua del grupo político fue un error. |