Pareciera que don Agustín se saca la lotería cada vez que le pagan. ¡Y es verdad! Mi abuelo trabajó toda su vida de albañil por lo que no tuvo la fortuna de ser jubilado o pensionado.
Cuánta razón tiene aquel hombre que alguna vez me comentó que la pensión de adultos mayores los dignifica, ya que ellos, a su edad avanzada, sienten que pueden aportar económicamente en la casa, ser un factor de apoyo, y por ende, autoridad y voz para opinar… ¿le sorprende? Le sorprendería la cantidad de casos donde los abuelos pasan a ser “estorbos” en las casas...
Mucho se habla de la forma de pago por parte de la Secretaría del Bienestar, pues algunos no tienen tarjeta, tienen que cobrar en efectivo en las oficinas de Telecomm. Pero ¿Y la sana distancia en tiempos de Coronavirus? Realmente es un gran reto para los trabajadores que efectúan el pago a los adultos mayores, y más cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador instruyó que les depositaran dos bimestres.
Realmente suena y se ve complicado repartirles el apoyo cuando los adultos mayores se encuentran entre la población con alto riesgo de contraer Covid-19, sin embargo, deje comentarle que en Xalapa, los adultos mayores han tenido una sana distancia. Por principio, la Secretaría del Bienestar organizó un calendario de pago de pensiones en Ventanilla. Están pasando a los domicilios de los beneficiarios por orden alfabético y les dan ya su orden de pago, la hora y el día. ¡Ojo! tiene que tener a la mano dos copias de su credencial de elector.
Posteriormente, acudir a la oficina correspondiente. En la sucursal del centro ubicada en Zamora, colonia Centro, pagarán de la “A” a la “L” del primero al dieciséis de abril; y en la sucursal de la Avenida Xalapa, del primero al día 13 de abril pagarán de la letra “M” a la “Z”.
Generalmente, al acudir, hay mucha gente, pero ¡oh sorpresa! Habían organizado el número de beneficiarios. Además, pusieron una cruz con cinta canela para guardar la sana distancia entre ellos.
Asimismo se controló el acceso de personas dentro de la oficina para efectuarles su pago y no existiera una conglomeración. Al salir y entrar, les ponían un poco de gel en sus manos. Y si alguien llegaba en silla de ruedas, bastón o en otra situación, lo pasaban para que cobrara de manera inmediata.
Definitivamente que tuvieran su tarjeta Bienestar sería la mejor opción, pero como son de nuevo ingreso, su pensión la deben cobrar así.
Mientras, el abuelo ya tiene su coca para “mitigar sus dolores por el antojo”.
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