En el momento en el que empiecen a normalizarse las actividades -una vez que el Sistema Nacional de Salud lo considere pertinente- una prioridad de la Legislatura de Veracruz deberá ser la emisión de la convocatoria para elegir a quien vaya a ocupar la titularidad de la Fiscalía General del Estado (FGE).
El momento cae “como anillo al dedo” (Dixit AMLO) para impulsar la designación de un fiscal que cumpla con las exigencias que plantea tan delicado encargo.
Alguna vez, apenas el año pasado, el senador por Morena Martí Batres planteó: “A México le hace falta una Fiscalía fuerte que combata a una delincuencia que se ha apoderado de las calles y de no pocas estructuras de la sociedad”.
Y de eso se trata.
Para ello es menester otorgar al organismo no sólo de las herramientas jurídicas que sustenten su autonomía, sino de los mecanismos financieros, democráticos y sociales, para que, en los hechos, la Fiscalía General del Estado asuma la representación y defensa de los ciudadanos.
Es necesario que las reformas vayan más allá de la sola autonomía. En la actualidad los fiscales carecen de recursos y personal suficientes para realizar su trabajo de manera efectiva. A muchos fiscales, policías y peritos las hacen falta capacitación y protocolos para priorizar casos, colectar y manejar evidencia, o brindar atención adecuada a las víctimas.
En la mayoría de los casos, la transición a una fiscalía autónoma ha hecho poco para abordar las ineficiencias (tanto estructurales como burocráticas) que han permitido que florezca la impunidad y la desconfianza pública en el sistema de justicia penal.
El documento denominado “Estándares internacionales sobre la autonomía de los fiscales y las fiscalías”, publicado por la Fundación para el Debido Proceso (Due Process of Law Foundation) se plantea:
“¿Por qué motivo México requiere fiscalías autónomas y no dependientes del Ejecutivo o de cualquier otro Poder? Se ha observado que en casos que implican graves violaciones a los derechos humanos, es común ver que las investigaciones penales tienden a ser manipuladas por el poder político para determinar el rumbo de la investigación. Cuando las instituciones de procuración de justicia deben investigar a agentes del propio Estado, es aún más complejo. En delitos tan graves como la tortura y la desaparición forzada, puede observarse la magnitud de la dificultad para alcanzar resultados”.
Y agrega:
“Existe también la desconfianza generalizada de la ciudadanía, de que las investigaciones contra ex servidores públicos que ocuparon altos cargos de responsabilidad, no lograrán ser investigadas, procesadas ni sancionadas correctamente, por el posible vínculo de estos ex servidores públicos con quienes los deben investigar, que a su vez dependen del Ejecutivo. En un escenario de corrupción y debilidad institucional como el que enfrentamos en México, es difícil concebir que una Fiscalía que no sea autónoma, pueda dar resultados objetivos”.
Esos escenarios ya se han presentado en Veracruz, no sólo en el encubrimiento de exservidores públicos, sino –además- en la persecución judicial de enemigos políticos.
Analistas especializados en las tareas de procuración de justicia coinciden en que los elementos que debe poseer el perfil de un buen Fiscal General son: alta calidad moral, independencia e imparcialidad; conocimiento legal sobresaliente, experiencia relevante y reconocida trayectoria vinculada a la investigación criminal, transparencia en la actuación funcional.
Debe tener, además, compromiso con los valores democráticos, capacidad para relacionarse con altos funcionarios, expertos, víctimas y organizaciones de la sociedad civil, y capacidades para el manejo y administración de recursos humanos y financieros.
No, el cargo de fiscal general del Estado no es un “hueso” para aquel que ha demostrado lealtad política.
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Epílogo.
Y como sucede en forma cotidiana, lo que al presidente Andrés Manuel López Obrador no le favorece, no sirve. El pasado criticó que agencias como Fitch Ratings hayan bajado la calificación de México y de Petróleos Mexicanos (Pemex) en momentos que no hay normalidad económica: “Entonces respeto, (aunque) no todas las decisiones que se toman, pero ya como esto cambió, sus parámetros ya no son la Biblia como era antes, al menos en el caso de México”. *** A propósito de esta crisis -que el Presidente insiste en calificar de “pasajera”- el peso registró este domingo una caída frente al dólar, a la par de la caída de los precios internacionales del petróleo. La divisa mexicana presentó un retroceso de 0.89 por ciento, para ubicarse en 25.22 unidades por dólar en operaciones internacionales. Según datos de Bloomberg, uno de los factores de esta nueva caída, fue el mensaje poco claro del presidente de México sobre las medidas que habrá de tomar para hacer frente a la contingencia sanitaria y la crisis financiera. *** La postura de la Canacintra se dio a conocer incluso antes de que el Presidente presentara su “informe” especial este domingo, pero el mensaje de López Obrador en nada cambia la postura de la organización empresarial: “El Gobierno federal nos está pidiendo hacer lo imposible: pagar el 100 por ciento de impuestos y contribuciones teniendo cero ingresos. Nadie está obligado a lo imposible, sin embargo, los afiliados de la Canacintra vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos por mantener el empleo”. *** La Secretaría de Salud federal dio a conocer este domingo 15 nuevos fallecimiento a causa del Covid-19, con lo que ya suman 94 muertes en el país a causa de la pandemia de coronavirus. Además, hay 2 mil 143 casos confirmados de coronavirus en el país, así como 5 mil 209 casos sospechosos. El 12.5 por ciento de los pacientes se encuentran graves.
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