También fue dueño del periódico “Tribuna del Sur”
Conocimos a Héctor García Hernández, mejor conocido como “El Trampas”, quien en su época de mayor magnificencia fuera el brazo derecho de Joaquín Hernández Galicia “La Quina” el todo poderoso líder del Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros fe la República Mexicana, allá por finales de la década de los ochentas en su residencia en Coatzacoalcos.
Acompañamos como director de Comunicación Social de la Máxima Casa de Estudios, al entonces rector de la Universidad Veracruzana, Héctor Salmerón Roiz a un desayuno, que tenía como propósito invitarlo a participar en el recién creado Patronato de la Máxima Casa de Estudios.
Estuvimos en su casa-mansión, lo que nos produjo una enorme impresión, que duró varias semanas, por la magnificencia con que vivía el líder de los trabajadores petroleros en el puerto de Coatzacoalcos, quien finalmente el pasado lunes dejó de existir.
Lo primero es que al llegar a la residencia, afuera sobre la banqueta se encontraban un grupo de “trabajadores” que acompañaban a todas partes a su líder.
En el marco de la puerta de entrada, dos de ellos, te revisaban de pies a cabeza, para constatar que no fueras a llevar algún “objeto extraño”.
Adentro de la casa, era una exageración, parecía más una tienda que una vivienda, repleta de vitrinas con colecciones de figuras de porcelana de Lladró.
Cuando nos sentamos a una larga mesa del comedor, había muchos platos con frutas, por lo que pensé que se trataba de un desayuno naturista, saludable, pero luego empezaron a sacar de la cocina más platillos con carnes y guisados, incluso “El Trampas” preguntó si habían guisado el jabalí que tanto le gustaba.
Al fondo, detrás de Héctor Galicia, había una enorme puerta de cristal, del tamaño de la pared, en donde se podía ver el patio trasero de la casa, que seguramente llegaba hasta el otro lado de la cuadra, también se alcanzaba a ver que había una cancha de tenis.
Luego del desayuno, fuimos a conocer su más reciente juguetito, el periódico Tribuna del Sur, que fue un proyecto efímero, pero que implicó la construcción de todo un edificio de varios pisos, uno de los cuales era salón social, para que las quinceañeras, bodas y demás festejos que le pedían apadrinar tuvieran donde celebrarlos.
En el recorrido por las nuevas instalaciones del periódico, uno de los trabajadores le comentó que la máquina receptora de las fotos estaba fallando, a lo que Héctor García le respondió: porqué no me habían dicho, en la casa tengo otra, porque compré de todos los aparatos dos, por si se descompone alguno.
¡Así de ese tamaño era su enorme fortuna!
Poco le duró el encanto, porque al poco tiempo, el político y empresario Edel Álvarez Peña que acaba de salir de la presidencia del Tribunal Superior de Justicia, le compró el periódico con todo y maquinaria, en donde en la actualidad se continúa publicando lo que ahora se llama “El Liberal”.
“El Trampas” luego de que se peleó con “La Quina” y con Sebastián Guzmán Camacho, en una carta dirigida al entonces presidente de la república, denuncia: “La corrupción sindical opera en el gremio petrolero, del monto total de las obras y servicios que se ejecutan Pemex entrega al sindicato el 2 por ciento para obras de beneficio social”.
Él sabía eso, porque cuando fue tesorero del sindicato “El Trampas” cobraba ese dinero, lo depositaba en una cuenta personal y luego se lo pasaba a “la Quina”, quien era el que manejaba todos esos fondos discrecionalmente. De aquellos pesos, se habla de sumas que alcanzaban los 20,000 millones. Era el año de 1983.
Respecto del apodo de “El Trampas” se dice que desde que era muy joven, cuando jugaba a las cartas allá en Tampico, hacia uso de todo tipo de trucos para ganar siempre, aunque este lunes finalmente no le pudo ganar a la muerte, que le aplicó la máxima bíblica: “polvo eres y en polvo te convertirás”
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