No todo el sector empresarial tiene la misma capacidad financiera para enfrentar con éxito una situación como la que desde hace más de mes y medio golpea a los 212 municipios que conforma la geografía política, económica y laboral de Veracruz.
El esperar que el Estado llegue al pico de contagio para el regreso de la normalidad, representa la acumulación de pérdidas estimadas no en miles, sino en millones de pesos a la comunidad empresarial de la región.
A pesar de los diálogos parciales sostenidos con los gobiernos federal y estatal, no se ha concretado un acuerdo mínimo para fortalecer la industria en picada y contener la pérdida de empleos formales, entre permanentes y eventuales.
El descenso en la producción obedece al estrangulamiento en la demanda del mercado local y regional.
Los despidos de trabajadores y empleados en los tres niveles de la administración pública, federal, estatal y municipal, y del sector privado, abren la posibilidad de fuertes reclamos sociales de organizaciones sindicales independientes.
Se corre el riesgo de cerrar centros de producción, distribución y comercialización, y después liquidar a la base trabajadora de acuerdo a la normatividad jurídica establecida en la Ley Federal del Trabajo.
La venta o el abandono de instalaciones y más tarde migración de capitales al extranjero, forman parte de las ideas analizadas por los cuadros dirigentes de la iniciativa privada de Veracruz.
Mientras el gobierno estudia medidas de apoyo económico y fiscal, el desempleo aumenta su ejército de seguidores en todos los niveles sociales.
Las tres poderosas centrales como la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) y la Confederación Revolucionaria de Obreros de México (CROM), observan el derrumbe de su fuerza expresada en las Federaciones Estatales, sustentadas en sindicatos de la región.
En semanas recientes corrió la voz de posible acercamiento entre el sector empresarial y sindical con el propósito de unir fuerzas para la creación de alianza basada en intereses comunes, que permitan salvaguardar las líneas de producción.
Nada hay escrito todavía, solo la inquietud de que la fuerza laboral no sea congelada por falta de apoyo gubernamental ante la severa crisis sanitaria.
La puerta empresarial para formalizar el diálogo con el gobierno, está abierta.
Sólo para tus ojos . . .
Más de mil 591 millones de pesos retiraron por desempleo del Sistema de Ahorro para el Retiro (Sar), lo cual reduce el ahorro para la jubilación y las semanas de cotización en la Administración de Fondos para el Retiro (Afore). |