Iba a poner que “Héctor Yunes Landa no es el primero en ‘destaparse’ para el 2024”, pero me temo que sí… hay quienes han citado a Ricardo Ahued Bardahuil, a Rocío Nahle y Julen Rementería del Puerto y es ahí donde estriba la diferencia entre el choleño y el resto: el primero, habla por sí; por los demás, son otros los que les ven “tamaños” para contender para el 2024…
A nivel nacional de repente saltó el nombre de Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco, para contender “por la Grande” este 2024…
Si bien, su mención no es nueva, pues muchos futuristas ya lo veían como la carta fuerte desde que ganó la gubernatura, los últimos sucesos sociales que sacudieron al estado como al país, lo relanzaron a la candidatura por Movimiento Ciudadano para este 2024…
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De cierto modo, uno pudiera entender “la necesidad política” de buscar una alternativa en el electorado cuando entre los ciudadanos que ya están hartos de PAN, PRI, PRD y decepcionados de Morena, qué mejor que un sujeto como Alfaro, que Movimiento Ciudadano, que pueda llenarle las pupilas.
En el PRI, algunos ven al gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, con buenos ojos, aunque en estos momentos, ya no se sabe si es priísta o la nueva conquista de AMLO, porque el mandatario estatal parece entregado a los cantos del Presidente… no es para menos, si nomás baste recordar que el pasado marzo, Inteligencia Financiera hablaba de un fraude en el Infonavit durante la gestión de Alejandro Murat Hinojosa, cercano al primer círculo de Peña Nieto desde que el copetudo gobernó en el Estado de México… hablamos del contrato con el grupo inmobiliario Telra que el Infonavit avaló por 5 mil millones de pesos en situaciones conocidas como defraudación fiscal, corrupción política y si le siguen rascando, hasta peculado. En pocas palabras, el PRI tendría que buscar otras barajas en sus otros gobernadores, y como en Morena en estos momentos hay tendencia por las mujeres, ¿por qué no pensar en Claudia Pavlovich, la gobernadora de Sonora…? aunque por consecuencia del estatus en que se encuentra, hay quienes ven en Alito, el dirigente del PRI, como potencial candidato.
En el PAN, los anayistas creen que podría volver “Ricky Rickín” por la revancha con un “Se los dije”... aunque también el Gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, pudiera ser una revelación...
En Morena, aunque circuló por ahí un Twitter donde ponderaban el papel de las mujeres de este partido, como Irma Sandoval, Rocío Nahle y Claudia Sheinbaum, el grueso de los morenos se inclina más por Marcelo Ebrard aunque discretamente, Ricardo Monreal Avila desde el Senado, va haciendo amarres…
A grosso modo, ya tenemos el escenario para el 2024, pero tenemos un ligero problema en este futurismo político… tanto en el ámbito local como en el federal, no tiene ni dos años el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez como el de Andrés Manuel López Obrador, y si bien, hay muchos que pusieron el grito en el cielo cuando Héctor Yunes Landa hizo el pronunciamiento a su favor para el 2024, porque argumentan “¡Espérate, faltan cuatro años!”, hay que resaltar lo siguiente:
En el caso de Cuitláhuac, desde su primer año de Gobierno, se habla de que no llega a enero del 2021, por las razones que usted quiera: demasiado honesto, poco político, pudiéramos resumir.
En el caso de AMLO, sorprende que siendo el presidente que llega con el mayor número de votos en la historia y con una aceptación increíble, desde el mismo Morena ya se esté hablando de quién ha de sucederlo… como si hubiera la necesidad de ir levantando la efigie de otro “líder moral”...
En pocas palabras, tanto destape en el estado como en el país, sólo implica una cosa: hay un vacío de poder, de autoridad, de gobernanza, que las ocurrencias, los chistoretes, las mañaneras, son incapaz de llenar… al menos en el espíritu de los partidos, ¡y aguas! porque va permeando esa necesidad de “un cambio, ¡ya!”, en el resto de la sociedad que hace que el 2024 se precipite… al menos con “destapes”...
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