Coatepec Veracruz es un municipio de gran riqueza por su biodiversidad, ha sido un importante territorio verde dentro de la zona metropolitana de la capital, con un medio ambiente, agua y condición climática que le han permitido gozar de orgullo y reconocimiento sobre su situación y calidad de vida.
De relevancia estratégica para las capacidades naturales del territorio son sus bosques de pino, pino encino y mesófilo. Estos territorios de la parte alta son importantísimos pues funcionan como reservorios, como fábricas de agua, en beneficio no solo del municipio coatepecano, sino para la zona metropolitana de Xalapa. Entre otras, esta es una de las razones que hacen de las partes altas de su territorio un lugar de protección de primer nivel, no suficientemente protegido.
El reconocimiento general de esta riqueza ecológica no ha detenido las acciones públicas y privadas que durante años han ido demeritando la potencia mencionada, pese a esfuerzos y acciones públicas y privadas para contener la ambición y ataque en estos territorios. Ejemplo de ello es la lucha social contra la extracción de agua de los ríos coatepecanos para llevarla a otros municipios hace ya varias décadas y la sequía vivida en 1998, la cual marcó el consciente colectivo local, reconociendo las virtudes de nuestros busques e impulsar su cuidado.
El ayuntamiento 1997-2000 formaliza una política pública medioambiental con una nueva lógica de relación institucional con sus bosques, impulsando e incorporando a la ciudadanía. En este período como parte del patrimonio municipal, se adquieren tierras para la conservación en una zona de valor natural inapreciable.
En el siguiente periodo municipal se adquieren más tierras junto a las arriba mencionadas y se establece el programa de pagos por servicios ambientales hidrológicos como ejemplo pionero a nivel nacional, se constituye el FIDECOAGUA, instrumento paramunicipal que opera hasta la fecha esta importante política pública para la conservación de los bosques coatepecanos.
Aquí la participación de la sociedad juega un papel vital, ya que todos hacemos una aportación mínima a través del recibo del pago del agua, que se suma a los recursos que aporta el ayuntamiento y los de recursos federales de servicios ambientales, reuniendo una bolsa financiera que se distribuye entre sujetos que deciden destinar sus bosques a la conservación.
En los últimos años se autorizó un mecanismo de aportación directa de personas físicas o morales con el programa Adopta una hectárea, reforzando la política pública, ampliando la participación ciudadana y la bolsa de pagos y por ende incorporando una mayor cantidad de tierras al pago por servicios ambientales. Se ha ido avanzando lento y poco, pero siempre en la misma dirección, defendiendo el derecho humano de todos contra los intereses personales.
El gran reto a que nos enfrentamos ahora, es que la SEDATU, como autoridad federal, con su actuar pone en riesgo el equilibrio ambiental, la conservación del bosque e incluso los derechos de propiedad de un numeroso grupo de personas, incluido del propio ayuntamiento de Coatepec.
Con conocidos y nefastos antecedentes, un grupo de invasores que ya ha sido desalojado en anteriores ocasiones, desde 2019 han invadido terrenos de la zona alta de Coatepec, talando y desmontando lo que con tanto trabajo y esfuerzo se ha conservado desde hace muchos años. No obstante, la SEDATU ha dado entrada a la solicitud de dotación ejidal de este grupo, autorizando que el próximo 20 de julio se lleve a cabo el deslinde y medición de DOS MIL HECTÁREAS presuntamente propiedad de la nación, de un terreno denominado “Sierra Alta“(oficio número II-210-DGPR/ORG/08738/2019 del 04 de septiembre de 2019).
Los directamente afectados con este acto de despojo, han presentado sus documentos, asistido a reuniones oficiales y demostrado su derecho, motivando que la misma Guardia Nacional los desalojara, quienes volvieron a entrar semanas después. Por ello es que el acto de deslinde que anuncia la SEDATU es en sí mismo una acción que muestra insensibilidad a los reclamos de los propietarios, que demuestran que los “presuntos terrenos nacionales” no son tal porque en las coordenadas definidas se lesiona el patrimonio de cientos de propietarios.
Avalar la invasión en los predios que la SEDATU pretende medir, afecta no solo la legalidad de los propietarios, sino que agrede y puede cancelar la viabilidad de un futuro ambientalmente sano que presta invaluables servicios ambientales para el municipio de Coatepec y una amplia región metropolitana, porque este grupo pretende hacer un asentamiento humano y modificar el uso del suelo, tal como lo ha venido haciendo en estos meses.
Los problemas sociales que se pueden abrir con este trámite de SEDATU, tienen alcances que no podemos correr el riesgo de tener, es necesario que se detenga de inmediato no solo la medición sino la tala que se realiza por los invasores, generar de inmediato una mesa de diálogo es urgente.
Requerimos del ayuntamiento coatepecano, afectado por la poligonal en su patrimonio municipal, pero principalmente como institución garante de la protección y salvaguarda de los bosques y el estado de derecho en los terrenos municipales, una actitud proactiva, una mayor presencia y compromiso para buscar frenar la acción de las personas que buscan ocupar esas dos mil hectáreas.
El ayuntamiento no puede resolver su responsabilidad con un oficio o un comunicado, debe definirse y comprometerse, debe encabezar la defensa de los bosques, y salvaguardar y defender los recursos y las vidas de los habitantes que dice representar o será omiso y cómplice de un despojo de gran parte de la vida y el futuro de los coatepecanos, ni más, ni menos.
LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
Segundo lugar en feminicidios y recortan presupuesto para atender las alertas de violencia de género. Yo no lo entiendo, y usted?
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