Nada bien cayó la traición de los panistas azules al interior del Partido Acción Nacional en Veracruz. Desde poco antes de iniciar la última sesión ordinaria de este periodo se sabía que Sergio Hernández Hernández se había confabulado en contra de su propio organismo político para vender su voto y el de sus compinches, a cambio de dinero con$tante y $onante, así como algunas candidaturas para favorecer la designación de Magistrados impuestas por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez. Con la alianza entre los Yunes azules y Morena, hoy nuevamente se lastimó y engañó a la sociedad veracruzana y gracias a la bendición y aprobación de Sergio, Juan Manuel, Josefina, Judith, Montse, Arturo, Marichuy y Marigraz, Cuitláhuac y Morena vuelven a interferir en la vida interna del Poder Judicial de Veracruz.
En la cárcel ni están todos los que son…
Pocos, contados, son los reos que aceptan ser responsables de los delitos por los que fueron procesados y sentenciados. Las cárceles están llenas de inocentes, dice la leyenda urbana. Lo cierto es que sí, en los penales hay mucha gente inocente víctima de la perversidad o incapacidad de ministerios públicos y jueces, de venganzas políticas o de la forma torcida como se aplica la ley en este país de chivos expiatorios.
En este momento ¿está usted de acuerdo con la forma en que la Fiscalía General de la República ha manejado el caso del corrupto exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, quien recibió más de cuatro millones de dólares de la empresa brasileña Odebrecht, para financiar la campaña de Enrique Peña Nieto, además de otras cantidades para la misma causa, y que cálculos realizados por Pemex afirman que la compra de Agro Nitrogenados, realizada por Lozoya, ha provocado daños por más de 8 mil millones de pesos, adeudo que se va a ir incrementando conforme se actualicen los vencimientos del financiamiento usado por Pemex para esta operación, pero lo más humillante para los mexicanos, que el raterazo no tenga que pisar la cárcel y pueda seguir su proceso en completa libertad?
Esas son fregaderas. Por menos, pero por mucho menos, hay personas purgando condenas en las cárceles que no tienen ni para darle una propina a un tinterillo que los defienda.
Conocidos nuestros como Carlos Aguirre, Adolfo Mota, Tarek Abdalá Saad, Jorge Carvallo Delfín, Vicente Benítez González, Jesús Manuel Moreno Torres, Gabriel Deantes Ramos, Erick Lagos, Juan Manuel del Castillo y otros muchos más, formaron parte del cartel de Javier Duarte, se beneficiaron con miles de millones de pesos que robaron del erario y hoy andan con toda libertad por el mundo, disfrutando de esas fortunas mal habidas, mientras en Veracruz los hospitales no cuentan con recursos para enfrentar la pandemia, que está matando miles de paisanos; dinero para apoyar a los que han perdido sus empleos, no lo hay; la deuda que heredaron estos rateros se va pagando con el sacrificio de los contribuyentes; la miseria cabalga por todas partes y ellos gozan de impunidad, de una impunidad que el mismo gobierno, como en el caso de Emilio Lozoya, les da no sabemos en razón de qué o a cambio de qué.
Lo que hicieron estos ladrones no fue cualquier cosa, la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad explica de la siguiente manera parte de los efectos colaterales que ha dejado la actividad corrupta de Emilio Lozoya, el anémico, de la siguiente manera; lo reproducimos para tener una idea de las dimensiones del daño que ocasionó un solo ladrón protegido del presidente Enrique Peña:
Una burla para los mexicanos
“Las pérdidas en la planta chatarra, ubicada en el complejo industrial de Pajaritos, incluyen más de 150 millones de dólares y 578 millones de pesos, solo para capitalizar a Agroindustrias, la filial de Pemex que se iba a hacer cargo de la planta chatarra.”
“En los actos de corrupción, las víctimas somos toda la sociedad. Reconocer a las víctimas en un proceso judicial contra delitos de corrupción harían posibles mejores investigaciones, más sanciones y menos corrupción. Aquí te explicamos porqué. “La corrupción provoca que no lleguen apoyos sociales porque son desviados; que no lleguen los recursos para atender el hambre y la pobreza; que no lleguen medicamentos a los enfermos; que no se mejoren los sistemas de salud; que niños y jóvenes no reciban educación de calidad; que no se construyan carreteras o sean más caras de lo que deberían ser; que se den sobornos dentro del sistema de justicia para favorecer a criminales y encarcelar inocentes. Básicamente la corrupción es un riesgo latente para nuestros derechos humanos.” “Entonces, sí los actos de corrupción afectan nuestros derechos humanos ¿quiénes son los que deben ser considerados como víctimas de los delitos de corrupción? Esta pregunta debería ser sencilla, por decir lo menos: las víctimas somos todos. Sin embargo, pareciera que las autoridades se han dedicado a hacernos creer que ellas nos representan para exigir nuestros derechos como víctimas de la corrupción. Lo cual, es más que evidente, no ha tenido ningún buen resultado. “¿Por qué debería importarnos quién puede ser víctima de delitos de corrupción? Resulta que hasta antes del 2008, las víctimas de un delito se reducían a fungir como una fuente de evidencia, a través de la figura del testigo, que abonaba a las pruebas que tomaba en consideración el juzgador para condenar al responsable. A partir de ese año, la reforma al sistema de justicia permite a las víctimas aportar pruebas adicionales a su testimonio, solicitar actos de investigación, exigir la reparación del daño, y coadyuvar con el Ministerio Público en el proceso penal. En realidad, este modelo tiene mucho sentido si partimos de que la persona o personas que recienten la afectación debieran ser las más interesadas en esclarecer los hechos y procurar que el culpable no quede impune. “Si bien es lógico que debamos entendernos como víctimas, nos sorprendería saber que para efectos legales no existe ninguna disposición que reconozca a las personas en lo individual como víctimas de la corrupción. Sin embargo, conforme al artículo 108 del Código Nacional de Procedimientos Penales y el 4º de la Ley General de Víctimas es posible considerar a las “organizaciones sociales” como víctimas de aquellos delitos que afecten los “bienes jurídicos de carácter colectivo”; es decir, los delitos que no solo afectan a una persona en particular, sino que afectan a una colectividad, tal como ocurre con los actos de corrupción.” “Haciendo uso de esa posibilidad legal, en octubre de 2018 la organización TOJIL presentó una denuncia por posibles sobornos dentro del procedimiento penal del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, solicitando ser reconocido como víctima. Este carácter le fue negado en última instancia, aun y cuando para los ojos de la gran mayoría, es claro que la colectividad de ciudadanos mexicanos fuimos afectados por los actos de corrupción que impidieron una correcta administración pública. No había duda que los recursos destinados a programas sociales y servicios públicos no fueron aplicados para el bien de la colectividad y terminaron por ser desviados.”… Que poca mamá, como dice Chava Flores.
Se asoma una vacuna
Con la cobertura de 20% de la población total del país proyectada, el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, reveló que por ahora se está en pláticas con los dos laboratorios europeos punteros como Cobax y AstraZeneca, que no ha mostrado efectos colaterales en primates durante su Fase 3 de desarrollo.
En el caso del costo de la vacuna, el titular de Salud federal manifestó que México tiene los recursos económicos suficientes para pagar el costo de ésta.
Así adelantó que nuestro país va por una vacuna contra el Coronavirus de una sola dosis.
El especialista junto con el subsecretario de Salud, Hugo López-Gattel Ramírez, reiteraron que se va por reactivar el laboratorio Birmex, desmantelado en los sexenios pasados y que aseguraba la autosuficiencia de vacunas para el sistema público de salud.
La participación de México en el mecanismo rotario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) garantiza que se tendrá para México y los 75 países integrantes la dosis de vacunas mínima asegurada que tendrá el respaldo tanto de la OMS como de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
REFLEXIÓN
Nunca es tarde. Para una mujer con los cascos de Isabel Arvide, jamás se le termina la cuerda. Comenzó a hacer “periodismo presidencial” en tiempos de Luis Echeverría, cuando Chavelita estaba bastante presentable; luego se le relacionó con Miguel de la Madrid Hurtado y finalmente con José López Portillo, con quien tuvo un encontronazo cuando la vedete Sasha Montenegro, quien se interpuso en su camino. Hoy López Obrador le paga “sus servicios” nombrándola cónsul en Estambul. Eran las tres Chavelitas: Isabel Llinas, Isabel Arvide e Isabel Zamorano, las estrellas del periodismo de aquel tiempo. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx | formatosiete@gmail.com |