Los tres son considerados candidatos naturales para ser postulados el año próximo a un cargo de elección popular dado el trabajo que desde hace más de un año estuvieron realizando en sus respectivos municipios con los programas sociales de la Federación.
El delegado estatal de la Secretaría de Bienestar, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, trató de explicar que “ellos han presentado su renuncia, cosa que yo he aceptado, (porque) sin duda ser parte de una estructura de gobierno te da una lógica de que tienes que actuar para todos, limita tus opciones y opiniones y ellos tal vez tienen la necesidad de tener más libertad de accionar por otras causas que ellos tendrán que explicar”.
Sin embargo, los exfuncionarios salieron con una ventaja sobre sus propios correligionarios y, por supuesto, sobre los aspirantes de la oposición: los padrones de beneficiarios de los programas asistenciales del gobierno federal, los cuales obviamente no podían manipular en su beneficio permaneciendo en el servicio público, pero que ahora fuera de él sí podrán hacerlo con libertad porque ya tienen identificados y saben dónde están los potenciales votantes.
Huerta dijo que respetaba su decisión pero que él y otros “hemos decidido continuar la ruta de la transformación dentro del Gobierno federal, es un compromiso”.
A su vez el diputado Exome, entrevistado este domingo sobre la renuncia de Hernández Espejo a su cargo como coordinadora de programas sociales en la Ciudad de Veracruz, respondió que “Rosa María va a buscar hacer proselitismo para buscar la candidatura y es congruente (…) De ser la candidata sería una gran candidata y gran alcaldesa”.
En realidad no sorprende que ahora los exfuncionarios de la Secretaría de Bienestar sigan el mismo manual de priistas y panistas que en su momento se aprovecharon también de los programas sociales “Oportunidades” y “Prospera” para sacarles raja política-electoral.
Pero recuérdese que a mediados de junio pasado el presidente López Obrador les advirtió que no permitirá que ningún funcionario federal se involucre o participe en procesos electorales, al resaltar que uno de los compromisos fundamentales de la transformación es garantizar la democracia, para que el pueblo elija libremente a sus autoridades.
¿Lo acatará doña Rocío Nahle también, quien entrevistada sobre la sucesión estatal de 2024 aceptó que su “corazón late por Veracruz”?
SUBSECRETARIA BATEA DOBLE
Vaya escándalo que se armó con la salida de Eugenio Vázquez Muñoz de la Rectoría del Colegio de Veracruz, pues de inmediato los duendes traviesos que dejó en el área administrativa del Colver filtraron en las redes sociales la presunta nómina oficial, en la que figuran algunos personajes que actualmente desempeñan altos cargos en el gobierno de la 4T y que a la vez cobran como académicos de esa institución de educación superior creada en el sexenio del exgobernador priista Miguel Alemán Velasco.
Uno de estos casos, según trascendió, es el de Ana Rosa Aguilar Viveros, quien inició en la presente administración como Directora General de Programación y Presupuesto de la Secretaría de Finanzas y Planeación, y que en marzo pasado sustituyó a Pabel Pazos Rincón en la Subsecretaría de Egresos de la Sefiplan.
Aguilar Viveros aparece en la nómina del Colver como profesora investigadora con un sueldo de 25 mil pesos mensuales.
Lo que obviamente algunos se preguntan es cómo le hacía para cumplir de manera simultánea con su labor académica y su responsabilidad como funcionaria de la Sefiplan.
Por cierto, nos comentan también que Aguilar Viveros es experta en recursos financieros de aviación, pues en los últimos dos años de la administración del expresidente Enrique Peña Nieto, 2017-2018, se desempeñó como Subdirectora de Planeación y Presupuesto en la Coordinación General de Transportes Aéreos Presidenciales de México.
O sea que algo debe saber del súper avión que adquirió Felipe Calderón, usó Peña Nieto y que el presidente Andrés Manuel López Obrador anda rifando porque todavía no ha podido encontrarle comprador.
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