Cuando le tocan el tema cambia su expresión de inmediato. No hay asunto “de casa” que moleste más al Presidente que hablar sobre Morena. El desastre que han hecho para renovar su dirigencia tiene agrio al tabasqueño, al grado que el asunto está vetado a menos que él mismo lo saque a la charla.

La última decisión que tomó fue que la elección se hiciera por encuesta. “Olvídense de cualquier otro método y quiero que se anote Mario (Delgado); ahí seguramente gana, quiero que sea el encargado de la elección en el 2021; se pondrán pesadas las cosas”, dijo el mandatario hace algún tiempo, según me informan.

AMLO se juega mucho de su poder el próximo año: su mayoría en las cámaras y varias gubernaturas, sin dejar fuera ayuntamientos en algunos estados de la República. Y lo cierto es que ante una pandemia mal manejada en el sentir de buena parte de la población, el panorama electoral dista del vivido durante el 2018.

De acuerdo a fuentes en Palacio Nacional, AMLO confía en que Delgado le sacará del problema en que Yeidckol Polevnsky metió al partido, particularmente en temas de transparencia. “Ahí que Mario vea el asunto, ya nada más cierren la elección interna bien, sin toda la basura que han tirado”.

Vaya paquete el que AMLO decidió depositar en Delgado. La “caballada” en el Movimiento se ha ido adelgazando, sin tomar en cuenta el desgaste que la figura presidencial habrá sufrido, (por lógica o no), hacia mediados del siguiente año, entre pandemia y los videoescándalos por venir.

AMLO considera, (me dicen quienes lo rodean), que Morena conserva intacto un voto duro de 13 millones, mientras que respecto a los 17 restantes, (aquellos que obtuvo “por fuera” para sumar el histórico número de 30), no habría perdido más de 5, lo cual quiere decir que para el de Tabasco, (si su elección se repitiera en este momento), ganaría con 25 millones de sufragios.

Si las previsiones de AMLO fueran ciertas, Morena tendría en este momento una sexta parte de votos perdidos, tomando en cuenta que el tabasqueño apareciera en la boleta, lo cual hace suponer que ante su ausencia en la elección del 2021, (al menos de nombre en el papel), el panorama resulta reñido, claro, siempre y cuando la oposición lograra organizarse. Ya veremos.

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